Desarrollo emocional de la primera infancia (reporte)

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Se nos habla de sentimientos en los bebés, que surgen desde las primeras semanas de vida, con expresiones faciales como disgusto y resentimiento además de sonrisas. También es importante señalar que las expresiones de enfado, tristeza y sorpresa comienzan a aparecer alrededor del segundo mes. Esto ocurre cuando los niños se sorprenden por estímulos nuevos y familiares, aunque estos estímulos pueden generar enfado, por lo que responden a ellos con enfado o tristeza. Las expresiones de alegría y preocupación les permiten a los padres saber que el niño está listo para mantener la relación, mientras que el llanto atrae a los personajes para que se aferren a ellos para alimentarse. Por el contrario, las expresiones de enfado que les hagan dejar de funcionar molestarán al niño.

 Las madres expresan emociones positivas a sus hijos, evitan expresar enfado, tristeza o miedo, y tienden a reforzar e imitar las expresiones positivas de sus hijos, como la felicidad o similares, evitando al mismo tiempo expresiones negativas como el enfado.

Por otro lado, a la edad de dos años, aparecieron dos expresiones en el rostro (morderse el labio inferior y agarrar el labio). En las niñas, el dolor se acepta en contraste con los niños, donde su expresión se reduce por la distracción.

Los niños se interesan por el estado emocional de los demás; Los padres comienzan a explicar las razones de los sentimientos del niño y de los demás. Por el contrario, los sentimientos socio-morales de vergüenza, culpa y orgullo, que aparecen durante los cinco años, ayudan a los niños a desarrollar su propio concepto de sí mismos.

Algunos de los reflejos son tirar de los ojos, miradas triunfantes, sonrisas, enderezar el cuerpo y levantar el brazo. Contrariamente a la timidez cuando sus cuerpos se encogieron, bajaron la cabeza y miraron, olvidando que sus manos no estaban haciendo ningún movimiento.

Las madres son personas que utilizan la distracción dirigiendo su atención a algo para mejorar los estados emocionales positivos y reducir los negativos. Además de que los padres son los agentes de socialización de los niños pequeños, interactúan con otros compañeros en el contexto de situaciones ajenas a la familia en las que a menudo se ven envueltos.

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