EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD
Enviado por stephb93 • 15 de Septiembre de 2013 • 1.296 Palabras (6 Páginas) • 361 Visitas
EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD
Dra. Ana García León
Universidad de Jaén
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, uno de los temas que más se están investigando dentro del ámbito de la Psicología de la Personalidad es el relacionado con el desarrollo de la personalidad, con su estabilidad y cambio a lo largo del tiempo.
La cuestión de si la personalidad puede o no cambiar ha sido un tópico constante en nuestra disciplina. En 1890, ya William James llegó a la conclusión de que, alrededor de los 30 años de edad, la personalidad de un individuo se ha hecho tan sólida como una escayola, y ya no volverá a ablandarse jamás. Sin embargo, no todos los psicólogos han estado de acuerdo con la afirmación de James. Por ejemplo, Erikson (1963) consideraba que los adultos maduran y cambian a medida que van pasando por diferentes etapas. Igualmente, los psicólogos clínicos suelen partir del supuesto de que los individuos son capaces de realizar cambios importantes que afectan a muchos aspectos de sus vidas. Incluso algunos, como Mischel (1972), han propuesto que la personalidad puede ser tan maleable que cambie de situación a situación.
Pero, aunque la personalidad parece que cambia a lo largo de toda la vida, hay determinados períodos en los cuales los cambios que se experimentan son mayores y tienen más repercusión en la vida presente y futura de los individuos; me estoy refiriendo concretamente a la infancia, la adolescencia y la adultez temprana.
En este sentido, el hilo conductor del presente trabajo va a ser clarificar, en la medida de lo posible, cuáles son las características personales más destacadas durante dichas etapas, cómo se han desarrollado, cómo influyen en la adaptación a los distintos ámbitos de la vida y qué puede hacerse para cambiarlas si no nos gustan o para aprenderlas si no las hemos adquirido.
Siguiendo una clasificación tradicional dentro de la disciplina, se dividirá este trabajo en dos partes claramente diferenciadas. Una de ellas estará centrada sobre los distintos elementos de la personalidad que se han propuesto habitualmente. La otra versará sobre el desarrollo del sí mismo en sus diferentes acepciones.
ELEMENTOS DE LA PERSONALIDAD
Elementos estructurales o rasgos
Los elementos estructurales o rasgos han sido definidos como dimensiones de personalidad relativamente descontextualizadas, referidas a la conducta expresiva o al estilo de respuesta y que distinguen a unas personas de otras (Winter y Barembaum, 1999). Aunque con dicho término se ha aludido normalmente a una serie de regularidades observadas en la conducta de las personas en una amplia variedad de situaciones, también se han incluído dentro de este concepto patrones consistentes de pensamientos o sentimientos. Por lo general, se considera que los rasgos son las características que el individuo “tiene”. En relación con el desarrollo de estas características, Loehlin (1992) ha demostrado que están bastante influidas por las características genéticas aditivas y el ambiente no compartido al que somos sometidos cada uno de nosotros de modo individual.
A lo largo de la historia de la disciplina se han propuesto diversas clasificaciones de rasgos; no obstante, en los últimos tiempos existe un acuerdo bastante alto entre los distintos investigadores en considerar como objeto de interés fundamental la denominada clasificación de los “Cinco Grandes”. De acuerdo con esta clasificación, podemos hablar de cinco rasgos fundamentales (aunque con diversas variaciones en la terminología empleada para designarlos): extraversión, estabilidad emocional, afabilidad, responsabilidad y apertura mental. Se ha considerado que estos factores o dimensiones poseen validez transcultural.
La extraversión y la amabilidad están relacionadas con el comportamiento interpersonal. La extraversión (versus introversión) se refiere a la cantidad e intensidad de las interacciones interpersonales y se asocia con aspectos como por qué los individuos prefieren estar solos o con otras personas. La afabilidad o amabilidad (versus oposicionismo) recoge la cualidad de la interacción social y se asocia con las respuestas características hacia otras personas; es producto de la socialización. La responsabilidad
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