EL PROCESO DE SEPARACION INDIVIDUACION
Enviado por infinitar69 • 23 de Agosto de 2011 • 3.876 Palabras (16 Páginas) • 1.239 Visitas
EL_PROCESO_DE_SEPARACION_INDIVIDUACION.doc
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CONTRIBUCIONES PSICOANALITICAS AL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD
MARGARET MAHLER: FASES Y SUBFASES DEL DESARROLLO DEL NIÑO HASTA LOS 3 AÑOS
Liliana Pualuan de Gomberoff
(*)
A MODO DE INTRODUCCION
Margaret Mahler (1,2,3,4,5,6) basa el desarrollo del niño y la constitución
de su personalidad en la dependencia emocional que éste tiene respecto de
la madre. Esta simbiosis madre-hijo, está basada en el hecho de que el niño
no está psicológicamente preparado para sobrevivir sin ayuda. El camino
que el niño recorre para la salida de esta simbiosis es el proceso que
Mahler ha llamado de separación-individuación.
La separación y la individuación, las concibe Mahler (4,5) como dos
desarrollos complementarios. La separación consiste en la emergencia del
niño de la relación simbiótica con ella, que incluye la diferenciación
del niño con la madre, la formación de límites y la desvinculación con la
madre, es decir, la conciencia de la separación corporal. La individuación
consiste en los logros que el niño alcanza en sus propias características
individuales, como por ejemplo, la evolución de la percepción, de la
memoria, la cognición, la prueba de la realidad y la evolución de la
autonomía intrapsíquica, es decir, el desarrollo del funcionamiento
autónomo e independiente.
Los principales logros psicológicos de este proceso ocurren en el período
que va desde los primeros meses hasta aproximadamente los tres años.
En esta exposición de la teoría de Mahler vamos a examinar las fases que
conforman el proceso de separación individuación.
Los estudios e investigaciones cuidadosas de Mahler y colaboradores (4) de
un grupo de madres promedio con sus niños, que fueron seguidos por
distintos observadores en un ambiente lo más libre y natural posible, son
los que nos permiten seguir paso a paso algunos de los fenómenos y
acontecimientos de estos momentos evolutivos, con cierta continuidad.
El estudio se centró en la conducta expresiva del niño pequeño, los gestos,
los movimientos, las conductas de llamada, de aproximación y de
distanciamiento entre el niño y su madre. La frecuencia y la continuidad de
las observaciones, y la posibilidad de corroborar con distintos
observadores y pautas de observación, en un ambiente libre y poco
estructurado, permitieron el estudio de las fases de separación-
individuación.
Dentro de los hallazgos estos investigadores describen las fases autista y
simbiótica, como dos primeros estadios de no-diferenciación. Ambas
ocurrirán dentro de una matriz indiferenciada madre-niño, evolucionando
hacia una entidad separada, que se va haciendo evidente por la emergencia
de un Yo rudimentario, como estructura funcional, pasando de estos primeros
estadios de no diferenciación a los estadios de separación e individuación
objetal.
CUADRO RESUMEN DE LAS FASES
Autismo Primeras semanas
No-objetal
Estadios de No
Diferenciación
Simbiosis Pre-objetal Aproximadamente
1 - 2 a 5 meses.
Diferenciación 4 a 6 - 8
Ejecución 6 - 8 a 10 - 12
Locomotriz
Estadios de Separación
Aproximación 15 - 24
Hacia la constancia 24 - 36
Objetal
FASES DEL DESARROLLO
FASE AUTISTA ( 3, 4, 5)
Dura aproximadamente desde el nacimiento hasta un mes de edad. Consiste en
un estado como de somnolencia y casi ajeno a los estímulos externos, en el
cual la satisfacción de las necesidades parece pertenecer a sí mismo sin
diferenciar que viene de otro. Los cuidados de la madre para reducir sus
tensiones no son diferenciados de los esfuerzos propios, los mecanismos que
utiliza el bebé para desembarazarse de una tensión desagradable son
defecar, orinar, toser, estornudar.
El efecto de estos fenómenos expulsivos, así como la gratificación
alcanzada y los cuidados de la madre, lo ayudan con el tiempo a
diferenciar lo placentero y "bueno" de lo displacentero y "malo". Es
decir, por ejemplo, si el bebé despierta por hambre u otras tensiones
provocadas por necesidades, al ser aliviadas vuelve a dormirse,
predominando así los procesos fisiológicos más que los psicológicos
(llantos, pataletas), que se convierten en señales de llamada para la madre
por lo que, como señalábamos, los cuidados de la madre evitan que sea
invadido por fuertes estímulos internos y externos, que de otra manera
generarían un estado de "pánico organístico".
La madre sirve entonces de "Yo-auxiliar externo", reemplazando la inicial
incapacidad del niño para postergar las descargas.
Esta función de la madre sirve de "barrera" a los estímulos internos y
externos que podrían abrumar al bebé, facilita la transición gradual desde
los procesos internos del cuerpo a la de los órganos de los sentidos sobre
la superficie del cuerpo y de allí a una mayor conciencia sensorial del
mundo externo.
Es la madre la que promueve la conciencia sensorial del ambiente y el
contacto con él. Este estado, caracterizado por una falta de conciencia
respecto de la existencia de un agente maternante, va seguido por un
estadio de oscura conciencia de que por sí mismo no puede proveerse la
satisfacción necesaria, sino que ésta proviene de algún lugar de fuera de
sí mismo. Así, el Yo se irá moldeando por el impacto de la realidad y por
el impacto de los impulsos.
En la etapa autista predominan las catexias propioceptivas y
enteroceptivas, y el cambio de estas catexias a la periferia, hacia las
catexias sensorio-perceptivas, es un gran escalón en el desarrollo desde
el punto de vista de la imagen corporal, y es prerrequisito para la
formación de un Yo corporal.
Aunque la fase autista como decíamos, se caracteriza por esta relativa
ausencia de respuesta a los estímulos
...