EQUIPO MOODELO

CAPITULO ll: LA PRACTICA PSICOPEDAGOGICA EN CONTEXTOS DE EDUCACION FORMAL.

Teresa Mauri y Antoni Badia.

En el presente ensayo se analiza el texto de la práctica psicopedagógica en educación, lo cual nos lleva a reflexionar acerca de uno de los grandes retos de nuestro país que es elevar la calidad educativa y para este logro un elemento fundamental es el maestro, quien es el responsable de llevar a cabo el proceso de enseñanza aprendizaje. Así mismo de él depende que estos educandos sean ciudadanos con responsabilidad, críticos y reflexivos.

Para iniciar debemos analizar el término de Educación Formal el cual nos indica que es una formación impartida en centros escolares por especialistas en materia educativa, esta principalmente se caracteriza por una estructura en cada uno de los subgrupos que se organizan. También este tipo de educación se diseña para ser universal, secuenciada, institucional, secuenciada y que garantiza una continuidad.

Por esto es importante señalar que la práctica que desarrollan los psicopedagogos es muy compleja ya que incluye gran diversidad de actividades entre las cuales tenemos la gestión, la capacidad de comunicación y el manejo de las relaciones humanas en cada uno de los diversos contextos. Para ello el educador requiere un verdadero profesionalismo, ya que su práctica educativa incluye gran diversidad de aspectos sociales así como técnicas de enseñanza que se practiquen dentro del aula escolar para poder anhelar a cumplir con los objetivos planteados.

En la actualidad también debemos poner especial atención en lo referente a las nuevas tecnologías (TIC) ya que esta innovación en los últimos años ha sido muy sofisticada, esta es una potente herramienta de gran valor educativo ya que mediante ella los alumnos pueden intercambiar información además de que se pueden relacionar con otras personas sin importar el lugar donde se encuentren. Así mismo las necesidades que la sociedad tiene varían debido a los cambios políticos, sociales y culturales los cuales afectan los valores culturales de la población por lo que si se parte del supuesto de que toda la razón de vivir es aprender, ser más persona o al menos contribuir a que otros que nos siguen lo logren.

Por otro lado debemos estar conscientes que debido a estos cambios en el rol de la educación el papel del profesorado también ha ido modificándose, este ha evolucionado a la sociedad que impone nuevas demandas entre las cuales se pide una educación más democrática, la cual se proporciona educación a un grupo de alumnos mas heterogéneos que antes, y que sus ambientes sociales y a un grupo de una escolaridad más económicos son cada vez más diversos, por lo tanto el profesor tiene que tener la habilidad de identificar las necesidades de los alumnos, y sus motivaciones para adaptarse a los nuevos contextos y situaciones de aprendizaje.

El desarrollo de técnicas modernas de diseminación de la información, que afecta la relación del profesor y el alumno, ya que el docente ahora se enfrenta a infantes que están mejor informados y son más críticos, por lo tanto más abiertos, pero más exigentes, el profesor ya no es la única fuente de conocimiento. En consecuencia, la formación de docentes debe tener en consideración el hecho que la escuela ya no es el templo de todo aprendizaje y la única fuente de conocimiento. La escuela debe estar abierta a actividades extraescolares, concebidas como actividades educacionales complementarias, con la necesaria adaptación de sus estructuras, currículo y métodos.

Por lo tanto cuando demos clases, no partamos tanto de creer que debemos ayudar a otros a ser, sino de que nosotros seremos más persona en la medida en que intentemos que los demás crezcan y logren sus objetivos, por ello ser docente debe implicar para nosotros una oportunidad de crecer

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