ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO AL ESTRÉS ACADÉMICO EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

Como psicóloga mi interés en la maestría está en adquirir herramientas de formación investigativa que me permitan estudiar los fenómenos comportamentales en la educación para brindar estrategias de prevención e intervención a nivel social e individual del ser humano. Desde la psicología mis intereses investigativos han estado orientados a los trastornos mentales, específicamente los trastornos de ansiedad. Para la maestría, quisiera centrarme entonces en estrés académico, tema con un desarrollo investigativo muy reciente y que ha sido poco estudiado.

Para estudiar el estrés académico, es importante recordar que el término estrés aparece en la publicación del libro de Selye en 1960; quien los definió como “la suma de todos los efectos inespecíficos de factores (actividades cotidianas, agentes productores de enfermedades, drogas, hábitos de vida inadecuados, cambios abruptos en los entornos laboral y familiar), que pueden actuar sobre la persona” (Martínez y Díaz, 2007, p. 13). Desde entonces, ha sido estudiado desde varias disciplinas como la medicina, la fisiología y la psicología con la aplicación de tecnologías variadas y avanzadas, y con enfoques teóricos diferentes (Berrío & Mazo, 2011).

Estas investigaciones han permitido identificar la presencia de estrés en diferentes contextos en los que se desenvuelve el ser humano, indicando tipos de acuerdo con la fuente de estrés que lo produce, uno de los cuales es el educativo. Este tipo de estrés se ha denominado estrés escolar, estrés académico, estrés de examen, entre otros, pero todos hacen referencia a la ansiedad que presentan los estudiantes, en un grado elevado, a raíz de las obligaciones académicas que los llevan a experimentar sobrecarga de tareas, trabajos, evaluaciones de padres y profesores, generando consecuencias negativas en el rendimiento en los diferentes compromisos académicos, como en la salud física y mental de los estudiantes (Berrío & Mazo, 2011).

De acuerdo con la revisión teórica realizada por Berrío & Mazo (2011) sobre estrés académico, se indica sus escasos reportes investigativos, evidenciándose que en Colombia solo hay dos trabajos enfocados en este tema: por una parte el de Gutiérrez, Londoño y Mazo (2009) y el de Berrío y Mazo (2011), interesados en identificar el nivel de estrés en estudiantes universitarios teniendo en cuenta variables como el género, unidad académica y nivel de estudio. En los resultados los estudios son contradictorios en cuanto al nivel de estrés por unidad académica de estudio, pero ambos indican niveles elevados en estudiantes que se encuentran en semestres superiores. Guitérrez, Londoño y Mazo (2009) encuentran niveles altos en carreras de la salud y educación contrario a Berrío y Mazo (2011) quienes indican mayores niveles de estrés en carreras de ciencias exactas y menores niveles en bibliotecología y educación. Y con respecto al género no se evidencian diferencias significativas.

A partir de estos estudios, es necesario continuar investigando

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