El Uso Del Material Didactico

Según Dewey el proceso de reflexión para los maestros cuando se enfrentan con alguna dificultad, algún incidente problemático o una experiencia que no se puede resolver de inmediato, lo que no se puede resolver de inmediato.

La acción rutinaria está motivada principalmente por la inercia, la tradición y la autoridad, afirma que es toda escuela existen una o más definiciones de la realidad que se asume sin ser cuestionadas y un “código selectiva” conforme al cual los problemas, metas y medios para alcanzarlas son definidos de una manera específica.

Para Dewey, los maestros que son ir reflexibles sobre su enseñanza con frecuencia aceptan esta realidad cotidiana sin protestar en sus escuelas y se dedica a encontrar las medias más afectivas y eficientes para resolver a través de este código colectivo los problemas que se les plantean.

Los maestros irreflexivos aprueban automáticamente el punto de vista comúnmente el punto de vista comúnmente aceptado sobre algún problema específico en una situación determinado, pero en la definición de Dewey la acción reflexiva implica la consideración activa, persistente y cuidadosa de cualquier creencia o práctica, tomando en cuenta las razones que la sostienen y las consecuencias que puede tener a futuro.

La reflexión no consiste en un serie de pasos o procedimientos que serán utilizados por los maestros, es más bien una forma holística de atender y responder a los problemas, una forma de ser maestros.

Muchos se adentran en el ámbito de la enseñanza porque tenemos ideas y sentimientos muy fuertes acerca de cómo mejorar las condiciones del aprendizaje de los niños y creen que pueden influir de forma importante en las vidas de los estudiantes y cando reflexionan sobre ellos en los salones de clases tienen que aprender a escuchar y aceptar muchas fuentes de entendimiento.

Por eso se necesita utilizar de modo similar la cabeza y el corazón, la capacidad de razonamiento e intuiciones emocionales y para Dewey hay tres actitudes básicas para esta acción: mente abierta, responsabilidad y honestidad.

Mente abierta:

La mente abierta implica tener un deseo activo de escuchar varios puntos de vista, prestar atención a las alternativas y reconocer la posibilidad de estar equivocado incluso en nuestras creencias mas arraigadas.

Los maestros tienen la mente abierta constantemente examinan las razones que fundamentan lo que se toma como natural y correcto y se ocupan de buscar elementos que demuestren lo contrario.

Los creyentes vulgares no tienen interés en escucha argumentos que creen ni en analizar sus propias creencias y en sus acciones que se opongan a lo que creen prefabricados y estereotipados, por su parte los creyentes sofisticados si se interesan en conocer otros puntos de vista, pero con el único fin de refútalos, pero no se abre la posibilidad de que su sistema de creencias tengan fallas.

Una mente abierta acepta los puntos fuertes y las limitaciones de las diferentes maneras de ver a los estudiantes al aprendizaje y a los métodos de enseñanza.

Responsabilidad:

La segunda condición necesaria para la acción reflexiva, según Dewey es un actitud de responsabilidad que implica considerar con mucha atención las consecuencias de cada acción.

Los maestros responsables se preguntan porque actúan de cierta manera más allá de la pregunta inmediatas y se preocupan por las formas en que funcionan porque y para que esta funcionando, esta actitud responsable requiere que se considere al menos tres diferentes tipos de consecuencia de la enseñanza de un maestro, a) personales: los efectos de su enseñanza sobre el desarrollo intelectual del estudiante, b) académicas: los efectos de su enseñanza sobre el desarrollo intelectual del estudiante y c) sociales y políticas: los efectos proyectados de sus enseñanzas en estos tres últimos puntos.

Los maestros reflexivos evalúan su enseñanza a través de preguntas más amplias “¿de qué manera? ¿se han cumplido más objetivos?

Honestidad:

Para Dewey la honestidad es la tercera actitud necesaria para la reflexión, es decir para Dewey la honestidad se refería a que la mente abierta y la responsabilidad deben ser los componentes centrales de la vida profesional del maestro reflexivo.

Los maestros honestos examina sus propias suposiciones y creencias de forma periódica y evalúan resultados de sus acciones mientras conservan la actitud de que pueden aprender algo nuevo de cualquier situación.

Las acciones de mente abierta, responsabilidad y honestidad, combinadas con el domina de las capacidades de investigación como la observación y el análisis, define para Dewey al maestro reflexivo.

Ejemplos de inferencia y de comprobación*

Las necesidades de conexión con las condiciones reales existentes, naturales y sociales, invocan y dirigen el pensamiento.

La curiosidad es un fuerte impulso desde dentro y en consecuencia, nuestro segundo ejemplo ha sido extraído de ese campo.

La función del pensamiento reflexivo, por tanto, es la de transformar una situación en la que se experimente oscuridad, duda, conflicto o algún tipo de perturbación, en una situación clara, coherente, estable y armonioso.

El pensamiento fue el medio de convertir la situación original e inquietante en una situación final satisfactoria.

En todos los casos de actividad

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