Etapas en el Duelo

Etapas del Duelo

El duelo es aquel proceso psicológico que surge ante la pérdida de un ser querido. Muchos autores consideran distintas etapas, Bravo (2007), considera que son 3 etapas por las cuales las personas pasan:

1. Negación.

Etapa en la cual no se acepta que el ser querido ya no está con nosotros y en la que se pueden tener sentimientos de tristeza debido a lo acontecido.

1. Enojo, ira.

Etapa en la cual se manejan sentimientos de dolor expresado en llanto por la pérdida, del mismo modo, existe una probabilidad en la cual se pueda presentar un sentimiento de odio a terceros o hasta la misma persona que falleció.

Durante este mismo viene la culpa ya sea justificada y/o irracional, en la que la persona se reprocha todo lo que no hizo correctamente, todo lo que no se dijo, frases como “hubiera hecho…” son comunes en esta etapa, teniendo en cuenta lo anterior, otro elemento que se puede llegar a presentar es la idealización hacia la persona fallecida, a la cual se le recuerda como una persona perfecta, finalmente se pueden presentar sueños o fantasías con esa persona que puede ser el anhelo, el recuerdo o la no aceptación de la ausencia de aquella.

1. Aceptación y adaptación.

Después de las dos anteriores, se va teniendo más presente y aceptada la idea del fallecimiento, se le recuerda con amor y cariño a la persona; progresivamente se debe de lograr recobrar la vida que se tenía antes y durante la presencia del ser querido.

Alberola, Adsuara y Reina (2015), se basan en las etapas de Parke, en donde se presentan en 4 etapas:

1. “Entumecimiento y embotamiento” (Shock): En la cual se presentan sentimientos de incredulidad, en donde no creen o no aceptan lo ocurrido.
2. Anhelo y languidez: Etapa en la que se presentan sentimientos de tristeza, ansiedad y anhelo hacia la persona que no está. Así como la ira y los autorreproches por las acciones ya sean negativas o positivas que fueron hechas para con el otro.
3. Desorganización y desesperación: Aparecen sentimientos de apatía y de desesperación por lo acontecido, por su presente y por el futuro en donde ya no estará acompañándole esa persona.
4. Reorganización y recuperación: Se va observando una recuperación del humor y energía antes perdida, se pueden presentar momentos en donde se tengan presente los recuerdos con esa persona.

Maneja que estas etapas no son lineales y que su duración dependerá del contexto en donde ocurrió, de cómo ocurrió, de la cercanía con la persona fallecida y de la persona en sí. Por lo que de ser necesario una intervención, la persona o terceros pueden sugerirle buscar acompañamiento psicológico si es requerido. Durante estas etapas hay sentimientos de tristeza, enfado, culpa, ansiedad, soledad, fatiga, impotencia y shock, entre otros más, como lo indica Vargas, (2015).

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