GIMNASIA CEREBRAL
Enviado por cisne2011 • 18 de Agosto de 2011 • 7.400 Palabras (30 Páginas) • 2.037 Visitas
Gimnasia cerebral para pensar mejor
La práctica de estos 26 ejercicios beneficia el aprendizaje, la creatividad y estimula tanto al cerebro como el sistema nervioso. "El espanto" y "Marcha Cruzado" son dos de ellos
El cerebro humano es el responsable de todos y cada uno de nuestros movimientos, así como de los pensamientos que tenemos a lo largo de nuestras vidas. Fortalecer a este órgano es posible mediante la práctica de la gimnasia cerebral, la cual ayuda mejorar diferentes aspectos como aprendizaje o creatividad.
María de Lourdes Ramírez, miembro de la organización Brain Gym International, platicó para Tva.com.mx en que consiste la práctica de estos ejercicios:
"Existen 26 movimientos, los cuales están divididos en tres dimensiones, cada una de ellas activa una área específica de nuestro cerebro. Los beneficios que recibimos es de acuerdo a las necesidades de cada persona y su cuerpo"
Por otra parte, Luz María Ibarra autora del libro Gimnasia Cerebral, nos explicó que algunos de los resultados derivados de la práctica de estos ejercicios son: mejora en el aprendizaje, incremento en la memoria, ayuda en la mejora de las ideas, promueve la creatividad, estimula el cerebro y el sistema nervioso:
"Los ejercicios están basados en movimientos sencillos y estratégicos para activar muchas de nuestras capacidades mentales, convirtiéndose así en un enlace vital para el aprendizaje y el proceso cerebral".
Prácticamente cualquier persona puede realizar estos ejercicios. La escritora recalcó que a partir de los 5 años se puede comenzar a realizar los ejercicios, los cuales también son aptos para personas con déficit de atención, síndrome de Down, hiperactividad, Alzheimer y aquellos catalogados como emocionalmente incapacitados.
La gimnasia cerebral fue desarrollada a mediados de los años sesentas Dr. Paul E. Dennison y su esposa Gail Dennison. Algunos de los ejercicios que se practican como "acondicionamiento" cerebral son los siguientes:
El espantado: consiste en pararse con las piernas separadas, brazos estirados y las manos extendidas con los dedos abiertos al máximo. La lengua debe estar pegada al paladar y los ojos cerrados. Lentamente, suben los brazos, se empinan, arquean la nuca y retienen la respiración durante seis segundos. Este ejercicio disminuye los niveles de estrés, proporciona una relajación y ayuda a energizarse.
Marcha cruzada: Este ejercicio activa los hemisferios del cerebro, los cuales ayudan a una mejor concentración en matemáticas, y actividades como leer y escribir. Es muy sencillo, se trata de tocar la rodilla derecha con la mano izquierda y la rodilla izquierda con la mano derecha. Se pueden hacer de pie, sentados o acostados, también podemos variar el ejercicio al tocar con las manos la punta de cada pie, se puede hacer al ritmo de música o con los ojos cerrados
El origen
El sicólogo estadounidense Paul Dennison, después de tener varias experiencias con sus pacientes que acudían a él con problemas de comportamiento, comunicación o aprendizaje (dislexia, hiperactividad, atención deficiente, entre otras) se interesó en hallar las formas de conectar las neuronas de las personas. En este sentido, investigó la kinesiología (ciencia que estudia el movimiento muscular en el cuerpo), el desarrollo de los niños, la sicología, la neurología y otras disciplinas en busca de formas para fortalecer el cerebro y estimularlo. De allí nació la kinesiología educativa, que luego se llamó gimnasia cerebral o Brain Gym, la cual logra comunicar el hemisferio cerebral izquierdo con el derecho.
Un ejercicio para toda la vida
Gimnasia cerebral para todos
Los sencillos y divertidos ejercicios de gimnasia cerebral son practicados por personas de todas las edades que quieran a prender cualquier o resolver problemas que limiten a una parte de su vida; así pues los hay para niños, adolescentes, adultos de la tercera edad.
Estos son algunos ejercicios para mejorar y fortalecer:
A) Abrir y cerrar la llave del agua con la mano izquierda (en caso de ser diestro).
B) Hacer un crucigrama.
C) Armar rompecabezas.
D) Leer periódicos en voz alta.
E) Cruzar los dedos. Se trata de intercambiar, simultáneamente, los dedos índice y meñique de cada, una rutina que ayuda a que los dos hemisferios cerebrales se conecten. Permiten la interconexión de diferentes áreas de la corteza cerebral, de manera que, cuando realiza una actividad, habrá un mejor potencial.
F) Movimiento cruzado. Sentada en una silla levanta la rodilla derecha y tócala con la mano izquierda. Levanta la rodilla izquierda y tócala con la mano derecha. Repite los dos movimientos diez veces.
Ahora, si lo que deseas es desestresarte, estos ejercicios son ideales para ti:
-Coloca las manos frente a ti, con las palmas hacia arriba; júntalas por sus bordes, entre la base del dedo meñique y el comienzo de la muñeca, como si estuvieras aplaudiendo. Has este enérgicamente pero con suavidad, unas treinta veces. Este movimiento tranquilizador anula la respuesta natural al estrés del cuerpo que genera adrenalina y la sensación de “pelear o huir” inténtalo.
-Ejercicio denominado “el espantado.” Consiste en que te pares con las piernas separadas, brazos estirados y las manos extendidas con los dedos abiertos al máximo. La lengua debe estar pegada al paladar y los ojos cerrados. Poco a poco sube los brazos, inclínate, arquea la nuca y reten la respiración durante seis segundos. Este ejercicio disminuye los niveles de estrés pero la diferencia de otros, este proporciona una relajación activa y ayuda a energizarse.
Estos ejercicios los pueden realizar niños desde los 6 meses de
edad, con la colaboración de los padres, hasta la etapa adulta. Los beneficios que se dan, según las edades, son las siguientes:
5 y 25 años: mejoran la atención, la concentración, la memoria. Ayudan a desarrollar la habilidad de socialización, para integrarse mejor con los compañeros de clase, para mejorar la relación con los padres, tutores, profesores o hermanos. También ayuda a subir la autoestima.
26 y 35 años: fortalece la confianza en las entrevistas de trabajo, en hablar en público con seguridad, en mejorar las relaciones con los jefes y posibles parejas y optimizar las capacidades laborales y la socialización.
36 y 65 años: ayuda en aspectos vivenciales que surgen y que anteriormente no había sido necesario aprenderlos o que se quieren mejorar.
¡Es hora de ejercitar
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