GRAFOLOGIA PARA SELECCION DE PERSONAL
Enviado por • 3 de Septiembre de 2013 • 8.338 Palabras (34 Páginas) • 889 Visitas
Historia de la Grafología
El primer intento de sistematización de las asociaciones entre escritura y comportamiento se le atribuye a Camilo Baldo (1547-1634). Este era un profesor de filosofía de la Universidad de Bolonia, así es que en 1622 publica una obra titulada “Tratado sobre un método para reconocer la naturaleza y calidad de un escritor a partir de sus letras”. Es a partir de aquí que comienzan a aparecer las distintas Escuelas de grafología en distintos países de Europa, cada una haciendo distintos aportes. En términos generales ellas son:
Escuela Suiza: Entre sus exponentes se destaca Johann Kaspar Lavater (1741-1801) investigador y padre de la Fisiognomía de la Universidad de Zurich, quien estimulado por Goethe, produjo varias obras sobre personalidad. Aportó una interesante analogía entre: la marcha, el modo de hablar y la escritura de los sujetos. Otro importante exponente es Max Pulver creador de la Grafología Simbólica y fundador de la Sociedad de Grafología de Neuchatel.
En 1929 y con El apoyo de la Universidad local publicó dos obras fundamentales: “El simbolismo de la escritura”, y “El impulso criminal en la escritura”. Su aporte ha sido valioso ya que es él quien creó la Teoría de los campos zonales cuya extrapolación al campo de las técnicas proyectivas gráficas ha sido muy importante.
Escuela Francesa: Es en esta escuela donde se le da la denominación de Grafología a esta ciencia, siendo Jean Michon (1801-1940) el que así la denomina; este toma del griego los vocablos graphe = escritura y logos = tratado. Junto con Desbarolles realizó importantes investigaciones, juntos desarrollaron el primer sistema completo de Grafología. Cuando la Sociedad Francesa de Grafología cumplió 100 años en 1971, El entonces presidente de Francia promulgó un decreto declarando a la Grafología como Disciplina Científica de utilidad pública. La Sociedad Francesa de Grafología se funda en el año 1871.
A partir de entonces la grafología se ha ido transformando en una “ciencia de observación que tiene sus bases, sus leyes y su método, tan razonable como cualquier otra...” J. (Crépieux-Jamin)
Finalmente se puede decir que la grafología actual puede encuadrarse dentro del campo real de la ciencia en tanto su objeto de estudio es comunicable, analítico, globalista, especializado, verificable y útil. Parte de los hechos y vuelve a ellos.
La grafología se puede definir como la ciencia que por medio de una técnica y una metodología específica nos permite conocer la personalidad de un individuo y diagnosticar respecto de su equilibrio mental, nervioso, fisiológico, moral y emocional. Su objeto de estudio es la escritura.
Su campo de aplicación es amplio convirtiéndose en una disciplina auxiliar de otras ciencias como la Psicología, la Medicina, Sexología, Fisiología, Criminalística, Derecho, entre otras.
El acto de escribir
Análisis del aspecto psicobiológico.
El acto de escribir es mucho mas complejo de lo que parece a simple vista y requiere de la maduración de determinados factores.
En el acto de escribir, el sistema nervioso juega un importantísimo papel, así como el aparato locomotor y los órganos de los sentidos. Escribir es entonces un acto motor, fisiológico, neurológico, psicológico y emocional.
En efecto, la escritura y todo tipo de grafismo en general se realiza mediante actos extraordinariamente complejos, en los que participa todo el individuo.
La escritura va evolucionando en su conformación con la madurez psicobiológica del individuo. En todo acto de escribir intervienen aspectos concientes e inconcientes.
Como prerrequisitos para que la escritura sea posible se requiere: Que el sujeto pueda comprender tanto lo que se oye como lo que se ve, que pueda elaborar la expresión del lenguaje. Que tenga la capacidad de programar los movimientos escriturales adecuados. Por último que pueda dibujar los correspondientes signos gráficos.
El proceso escritural tiene tres fases: La fase de recepción, la de integración y la de expresión.
La recepción de estímulos puede producirse tanto en los órganos auditivos y visuales como en las terminaciones nerviosas de la piel o en los propios músculos y nervios. Al escribir oímos, vemos -lo que nos rodea y lo que escribimos-, tocamos y sentimos la presión de la mesa, del papel, del útil de escritura, etc., y ponemos en movimiento a la vez una gran cantidad de músculos gracias a los impulsos nerviosos.
El cerebro (responsable de los movimientos conscientes o voluntarios) y la médula (de los movimientos reflejos) envían estos impulsos a los órganos correspondientes: hombro, brazo, antebrazo, muñeca, mano y dedos.
Estos últimos actúan de manera perfectamente coordinada: la articulación de la muñeca hace movimientos de flexión y extensión, armonizados por la acción combinada de los dedos. El antebrazo, por su parte, hace que la mano vaya variando paulatinamente su posición; el codo permanece fijo, lo que convierte a los renglones de escritura en arcos de enorme radio, haciéndolos prácticamente rectilíneos.
El papel se sujeta con la otra mano, inclinado convenientemente; la cabeza, a su vez, se inclina hacia la izquierda y la mano se desliza sobre el papel gracias a la acción combinada de los músculos del antebrazo. Se ponen también en movimiento las articulaciones del codo y del hombro. En total son nada menos que alrededor de quinientos músculos los que entran en acción.
El deslizamiento de la mano por el antebrazo se regula gracias a la sensibilidad (tanto superficial como profunda) de los dedos anular y meñique, de las estructuras cubitales de la mano y de la cara interna del antebrazo.
Los tres dedos que sujetan el útil de escritura (índice, pulgar y anular) realizan movimientos de flexión y extensión, formando de esta manera las letras. El índice interviene sobre todo en los movimientos que van hacia abajo y el pulgar en los que se dirigen hacia arriba. El control de las curvas, así como la dirección y el sentido de la escritura, se consigue gracias a la coordinación de los dedos citados.
Por lo tanto, aparte de los órganos directamente implicados (dedos, manos, brazo, hombro, etc.), existen otros que están íntimamente correlacionados con ellos: corazón, pulmones (y sistemas circulatorio y pulmonar en general), aparato digestivo, sistema nervioso, etc.
En cuanto a los aspectos psicológicos en la escritura actual de un sujeto no solo se reflejan sus vivencias más recientes, sino que se encuentran igualmente plasmadas
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