Guia Para El Cuestionario Desiderativo
marquitox3 de Noviembre de 2013
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Cuestionario Desiderativo
Introducción
Esta técnica posibilita inferir principalmente la fortaleza/debilidad del Yo y su bagaje defensivo. También evalúa el tipo de relaciones objetales, conflictos básicos del sujeto, las fuerzas pulsionales de dicho conflicto, las defensas con las que el Yo lucha contra ellas, el grado de organización del Superyó, la identidad sexual, el grado de éxito del desempeño de las funciones del Yo.
Capítulo 1: Sustentación teórica
Las fantasías desiderativas pueden ser obtenidas:
- Por vía directa: se opera en el nivel de la realidad, interrogando al examinado a la manera de “¿Cuáles son sus deseos acerca de…?”
- Por vía indirecta: es lo que se usa en las técnicas proyectivas; se recurre a la creación de un marco ficticio para inducir la proyección de deseos sobre otros. El interrogatorio no previene al examinado sobre los objetivos de la investigación; permite acceder, de manera disfrazada, acceder a las fantasías desiderativas más profundas de la personalidad.
Versión utilizada y marco teórico
La versión del Cuestionario desiderativo que usamos es la de Jaime Berstein. Este modifica el marco teórico y la técnica de administración de la antecesora versión (la de Pigem y Córdoba).
Berstein utiliza como marco teórico al psicoanálisis. En cuanto a la administración amplia las preguntas a 6: 3 elecciones y 3 rechazos. Se busca generar una respuesta por reino, ya que el psicoanálisis dice que las figuras animales son las más aptas para expresión del Icc (tienen vitalidad y movimiento), luego las vegetales (tienen vitalidad, pero no movimiento) y por último los objetos inanimados (no tienen vida ni movimiento). Berstein también agrega la racionalización; esta es la explicación con la que el sujeto fundamenta su respuesta; da cuenta del significado personal que el símbolo adquiere para él.
El simbolismo es un modo de representación indirecta y figurada de una idea, un conflicto, un deseo inconsciente. La producción de respuestas en el Cuestionario Desiderativo se da a través de la formulación de símbolos verbales. Los símbolos tienen un significado histórico, cultural y personal. Por esto cada símbolo puede tener un significado diferente según la persona. Mediante la elección del símbolo y la racionalización del mismo podremos ver cuál es dicho significado.
En los test gráficos, el estímulo es verbal y la producción es gráfica. En los test verbales de estimulación visual (TRO), la estimulación es doble (consigna verbal y estimulo visual) y la producción del sujeto es verbal. El Cuestionario Desiderativo es una técnica de estimulación y producción verbal.
La consigna del Cuestionario Desiderativo tiene una directa relación con el tema de la muerte.
Berstein sustituyo la consiga original “¿Qué desearía ser usted si tuviera que volver a este mundo no pudiendo ser persona?” por la pregunta “Si no pudiera ser persona ¿Qué es lo que más te gustaría ser?” Esta sustitución busca atenuar el impacto de la primera versión de la consigna, que alude explícitamente a la muerte. Sin embargo, la pregunta siempre sugerirá al sujeto que se aniquile imaginariamente como persona, para pensarse como otro ser no-humano.
Para que el test desencadene identificaciones proyectivas, es necesario antes que el sujeto esté capacitado psicológicamente para interpretar el contenido metafórico o simbólico de la consigna. Esta debe ser reconocida como un “como si”. Si el sujeto se imaginara realmente muerto, perdiendo la capacidad del “como si”, revelaría un severo trastorno del juicio de realidad.
Catexias positivas y catexias negativas
Las catexias positivas son una fantasía inconsciente de la defensa: es como si el sujeto dijera “cuando tengo miedo hago tal cosa; cuando me defiendo de un ataque, adopto esta figura y esta postura”. Son el “COMO” me defiendo. También nos dan información acerca de los aspectos de sí mismo que valora.
Las catexias negativas expresan la fantasía de lo que el Yo teme que sucedería de no poder apelar a las defensas (expuestas en las catexias positivas). Las catexias negativas también expresan aquellos aspectos del Yo que son cercenados por la defensa; el precio pagado por el Yo al defenderse, aquello de lo que prescinde para mantener su adaptación. Son el “DE QUE” me defiendo. También nos dan información acerca de los aspectos que rechaza de sí mismo, y le gustaría desprenderse.
Por ejemplo si en los objetos de las catexias negativas resalta como característica la utilización, la insignificancia, puede significar que tiene miedo a quedar a merced del otro en los vínculos, temor a ser utilizado o maltratado (lo cual implicaría muerte subjetiva) ¿De qué se defiende el sujeto? De ser utilizado, maltratado, y morir.
En el caso de que las respuestas positivas sean adecuadas, pero fracase en las negativas, inferiremos que sabe defenderse, pero no de qué.
En el caso de que responda a las catexias negativas, pero no a las positivas, pensaremos que no sabe cómo defenderse, pero si conoce los peligros a los que teme.
Administración
Cuando se administra el test, el entrevistador deja libre elección de respuesta al entrevistado, solo remarcando, en cada respuesta, que reinos ya se han elegido previamente.
En la primer parte, se le pide al sujeto que se des-identifique en tanto ser humano, y luego se le ofrece re-identificarse parcialmente en símbolos elegidos. Luego de cada respuesta se pide al sujeto que racionalice la elección del símbolo, con un “¿Por qué?”; esta racionalización nos da información acerca de los atributos que el sujeto valoriza de ese símbolo (catexias positivas), y de los que rechaza (catexias negativas).
La administración del test se desarrolla de la siguiente manera: se le dice al sujeto “Ahora le voy a hacer una pregunta: si no fuera una persona ¿Qué es lo que más le gustaría ser?” El sujeto nos da una respuesta que denominaremos ‘1+’. Luego de la racionalización de 1+, hacemos la misma pregunta, excluyendo el reino de la respuesta 1+.
Este procedimiento es el mismo para todas las catexias positivas, y para las negativas. Solo pasamos a las negativas una vez que hayamos conseguido una respuesta por cada reino esperado en las catexias positivas. Una vez obtenidos los 3 reinos esperados en las catexias negativas, damos por finalizado el test.
Fallos y solución al administrar
En el transcurso de la administración nos podemos encontrar con dificultades (‘fallos’); a continuación se las enumera y se explica cómo superarlas:
- Que el sujeto no pueda producir respuesta alguna: cuando el sujeto responde “no se me ocurre nada”, se insiste. Si el sujeto sigue sin responder y el fallo es total, se inducen las posibilidades de elección. Luego de obtener una primera respuesta, volvemos al modo convencional de la consigna, sin inducir. Pero si el sujeto vuelve a bloquearse continuamos induciendo.
Si a pesar de la inducción, no puede responder a las catexias positivas, se pasa a las catexias negativas (y eventualmente le ofreceremos allí también la inducción de reino). Si responde correctamente a las negativas, al terminar volvemos a intentar con las positivas.
Si el sujeto continúa bloqueado en las negativas, pese a la inducción, se detiene la administración de la técnica.
- Que el sujeto no pueda desprenderse de lo humano y dé respuestas antropomórficas: en estos casos se anota la respuesta, se pide racionalización, e inmediatamente se le aclara que debe elegir algo distinto de una persona (y que su respuesta es antropomórfica).
- Que el sujeto proceda a una respuesta genérica del reino, sin nombrar el objeto específico: por ejemplo si responde “me gustaría ser un animal”; en esos casos inmediatamente le preguntamos “¿Y qué animal le gustaría ser?”, buscando que especifique un miembro de la clase.
- Que el sujeto no dé respuesta a alguno de los reinos esperados (animal, vegetal u objeto): la inducción debe ser de cualquier reino ausente, se trate de los 3, de 2 o de 1. Esto vale para las catexias positivas y para las negativas.
- Que el sujeto especifique el elemento dentro de la categoría, sin definir el tipo: por ejemplo “me gustaría ser perro” pero sin definir qué tipo de perro. Allí se le pregunta ‘por qué’; luego interrogamos sobre el tipo de perro, y nuevamente le preguntamos ‘por qué’.
- Que el sujeto quede adherido a un reino y brinde más de una elección dentro del mismo: en estos casos se registran ambas respuesta, y se interrogan por igual los motivos de su elección. Pero luego se procede a aclarar al sujeto acerca de su reiteración.
- Que el sujeto responda dos elecciones simultaneas: por ejemplo “me gustaría ser un león y caballo”. En esos casos, luego de tomar ambas racionalizaciones, se le pida que elija una “¿Cuál de las dos te gustaría ser más?”
- Que el sujeto dé respuestas abstractas: aceptamos la respuesta, pedimos la racionalización, y continuamos con la consigna convencionalmente (descartando la posibilidad de ser persona, los reinos elegidos hasta el momento y “algo abstracto como…”).
- Que las racionalizaciones que se obtengan sean escuetas: por ejemplo “porque si” o “porque me gustan”. Registramos la respuesta primero, y luego insistimos al sujeto que amplíe su respuesta, que de una justificación más representativa.
- Que el sujeto responda “Me gustaría ser un muerto”: la aparición
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