Infancia Es Destino

Freud señaló: “las experiencias de los primeros años de vida marcan de manera definitiva al individuo”, y Santiago Ramírez nombra su libro con una frase que ella sola es verdaderamente reveladora en cuanto a la influencia de nuestros primeros años de vida en el resto de ésta: “Infancia es Destino”…

Científicos norteamericanos recién descubrieron que las regiones del cerebro humano que crecen más durante la infancia son aproximadamente las mismas que distinguen el cerebro humano del de los simios y los monos. O sea, infancia es el comienzo de la especie humana, es: su destino.

Santiago Ramírez, desde otro ángulo confirma esto, y nos dice la infancia es el destino del hombre, ya que desde ésta se imprime el sello a los modelos de comportamiento posteriores. Nos demuestra cómo el fin de la terapia es modificar el destino cambiando el pasado por un destino menos traumático y sí más pragmático, aunque deja en claro que habrá de hacerse sin interpretar en ciertos sentidos para no disparar y enfrentar el desafío de las defensas.

En la obra se explica que los mexicanos llevan a cuestas el trauma de la Conquista española, y que por tener un progenitor que se ausenta y una madre (indígena o no) que es relegada y abandonada, los mexicanos la han pasado mal durante siglos y el trauma prevalece, y explica, hoy en día, las causas del abandono de los hijos por el padre y la responsabilidad de la madre que se queda con ellos. Importante es la observación de que, en México, existe toda una atmósfera sociocultural alrededor de la imagen de la mujer en sí, y del rol de ésta dentro de la estructura familiar.

Señala, con ahínco, en el transcurrir de la infancia en los niños mexicanos, cómo el rol de la mujer en su hogar y ante sus hijos juega una doble situación, pues por una parte la mujer “está hecha” para las labores domésticas y por otra es objeto de la adoración de los hijos… quienes finalmente buscan mujeres que se asemejen a sus madres para casarse… esta situación es todo un tema cultural, pues las pautas del comportamiento se aprenden muy temprano y tanto las niñas como los niños “aprenden” su manera de ser.

Cuando se refiere a la relación madre-hija, Ramírez explica que mientras más temprano se dé la identificación entre ellas es más positivo, pues las tendencias naturales pasivas se volverán activas, obviamente mientras estemos hablando de una madre femenina, buena y equilibrada… Éste fenómeno es bien visto en la clase media y específicamente en algunas culturas, y esto permite que la mujer crezca sanamente y libre de culpas, aunque en contraposición hay culturas como la judía que la hija es utilizada por su madre para reivindicar su posición inferior, de manera frustrada y con gran resentimiento, y todos estos sentimientos descargados sobre la hija generan que la niña desarrolle su feminidad sometida a su madre y viviendo bajo un sentimiento de culpa.

Estas situaciones entre madre-hija, según Langer, pueden derivar en trastornos psicosomáticos procreativos en las mujeres (hijas) con un común denominador: su rechazo a ser madres, consciente o no.

También prevalece la situación de que en la mujer existe un ciclo glandular que supone cambios endocrinos que tienen una representación psíquica marcadas, según el caso, por signos hostiles, amorosos, destructivos o reparativos, y que están estrechamente vinculados a la infancia. En este tema es importante señalar que el aparato psíquico de la mujer se encuentra focalizado más intensamente a la percepción del cambio interno que al cambio exterior.

Es muy importante no perder de vista, como analista, la importancia del ciclo periódico presente en la mujer, en cómo ella lo utiliza para sus proyecciones y transferencias prototípicas.

Entrando en el tema de la Endocrinología y la Medicina Psicosomática, encontramos que anteriormente la enfermedad como tal era vista simplemente como un órgano interno con alteraciones en sus funciones, pero también era algo más, algo más que el hombre trató de explicar desde su pensamiento filosófico hasta los términos simplistas. Todos estos hechos dieron como resultado el término Medicina Psicosomática, concepto que trata de comprender las influencias psíquicas

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