Inteligencia emocional.

CAPITULO I

1. Principales Antecedentes

En el mundo de la inteligencia emocional, evidentemente no es nada nuevo y mucho menos algo descontextualizado. Existen numerosas referencias a las emociones desde tiempos remotos y que evidentemente, como parte esencial del ser, han impregnado todos los campos de la historia de la humanidad han permanecido y ha seguido patentes en la actualidad y seguro en el futuro.  

No puede considerarse que las emociones “ estén de moda”, puesto que desde la Grecia Clásica , hace más de quinientos antes de Jesucristo, el tema de las pasiones, el amor, el placer, el odio  estaban presentes en la cultura social, desde entonces hasta nuestros días, las emociones vienen acompañados día a día en nuestros pensamientos, conversaciones y acciones.

Confucio decía, “Quien se controla a sí mismo, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás”

Por otro lado Huissman (2001), estudia  la toma de decisiones en la organización, como el resultado de una amplia gama de comunicaciones interactivas, su aproximación sugiere una toma de decisiones consensada y legitimada por la interacción, es decir, la decisión en las organizaciones asume una forma de conversación interactiva, de acuerdo a ello se descubre que las decisiones dependen de las normas de comunicación del grupo que está conversando

 A este respecto, se abordan estudios que tratan sobre la concepción de las decisiones en la mente de los individuos, es decir es un abordaje psicológico desde la perspectiva cognitiva; se trata de indagar la carga volitiva, emocional y de conflicto que es inherente al proceso de determinar un curso de acción, en esta perspectiva justo es tomar en cuenta el planteamiento de Hoch et al. (2001), en donde se asocia la naturaleza de la decisión hacia un involucramiento constante con  las emociones humanas:  

“ Los tomadores de decisiones no son en forma alguna, unas máquinas con un pensamiento completamente lógico, en que a través de varias opciones siempre toman la decisión óptima, los tomadores de decisiones son humanos, así que las emociones juegan un rol importante en sus decisiones” ( Hoch et al. p. 18)

 Se encontró un estudio  el cual a pesar de coincidir con el título del presente trabajo, guardan relación estructural, de forma y fondo de la “Inteligencia emocional y la toma de decisiones de la gerencia media y baja del hotel Margarita Internacional Resort y Village”, realizado en Venezuela en la Universidad de Oriente, elaborado en marzo del  2012, por TSU. Pérez P. Mariela E. El objetivo general fue presentar en qué grado se encontraban presentes los fundamentos básicos de la inteligencia emocional en la empresa a la hora de tomar decisiones, a través de dos áreas básicas: En su clima y su cultura organizacional, determinadas estas, por las opiniones y percepciones de su personal.

Sus principales conclusiones fueron en los factores de la inteligencia emocional  el 80% ejerce el factor de la motivación, fuente de energía para guiar  y motivar al equipo de trabajo en una dirección en especifica con un propósito en específico; el 60% ejercen los factores de autoconocimiento, autorregulación, empatía, y las relaciones sociales. Entre la toma de decisiones destacan que el 62,5% identificaron el problema cuando se está suscitando dentro de la organización, al igual participan  en el proceso de implementación de la decisión y posteriormente evalúan el resultado de la misma para realizar una retroalimentación, el 37,5% no identifica los factores que constituyen la toma de decisiones.  

1.  Situación Actual

Actualmente en el mundo, y como es de esperarse en el país, se han venido confrontando una serie de cambios, organizacionales y tecnológicos obligando a las organizaciones a ir al compás de las transformaciones. La realidad de un mundo moderno ha penetrado culturas, un entorno globalizado que exige de los integrantes de las organizaciones, una mayor disposición de cambio, capacidad de adaptación al mismo, así como también una disposición más abierta.

En el ámbito organizacional, el creciente interés en la IE y en su aplicación ha generado una serie de enfoques nuevos. Por un lado, se ha reconocido la importancia de las emociones como parte integral y real de la vida laboral y en el desarrollo del clima organizacional (Fisher y Asquenasy 2000; Scott 1998)

En referencia a la cita anterior, son más las empresas que buscan alentar las habilidades de las personas que prestan sus funciones, porque en ese, ya dicho desarrollo acelerado, el producto aunque es la base primordial para la función económica de la empresa, no es lo único importante, también se debe fijar la atención en el elemento humano, que hoy día es uno de los elementos principales para el avance empresarial, ya que según dice, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman: “Ya no se compite sólo con los productos sino con el buen uso de la gente” –(Inteligencia Emocional, 1995, pág. 4). 

Las aptitudes emocionales se están colocando a la vanguardia de las habilidades empresariales, reflejando cambios radicales en los lugares de trabajo, representando una nueva realidad competitiva. Se está pasando de una jerarquía corporativa, con un jefe manipulador y agresivo recompensado, a un virtuoso en habilidades interpersonales que lideriza el futuro corporativo de las organizaciones. Todo este cambio se ha venido dando gracias a la presión ejercida por la globalización y la tecnología de la información.

Como respuesta a estos cambios hoy en día las  organizaciones  se han notado la necesidad de responder a las exigencias competitivas del entorno, haciéndose necesario que se privilegien algunas áreas específicas del trabajo tales como, el énfasis en los aspectos relacionados con el servicio al cliente, el enfoque de trabajo en equipo, el desarrollo de la creatividad, la importancia del liderazgo, entre otros. Por eso, todos los candidatos para un puesto de trabajo, deben cumplir con ciertas características que la entidad busca, a la hora de postular para un empleo, sin embargo, las reglas del trabajo se encuentran en evidentes transformaciones. Ahora, no solo es importante la experiencia y la preparación académica, sino también como nos entendamos a nosotros mismos y a los demás; las nuevas normas se concentran en las cualidades personales del individuo, en su persuasión y la adaptabilidad, principalmente. 

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