JUVENTUD: DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, NACIONALIZACIÓN.

TEMA IV: JUVENTUD: DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, SOCIALIZACION

1. Elaboración de un cuadro comparativo que contenga los siguientes puntos:

a) Interrelaciones del Yo en la juventud, familia y trabajo. Perspectiva de Maslow y Royers.

Durante la juventud desarrollamos el sentido de la socialización, asumimos nuestros roles dentro del trabajo, vida independiente intimidad; familia entre otras lo cual es el comienzo de cambios para nuestra vida futura.

El yo de la familia y el trabajo.

El yo como miembro de una familia: La familia influye grandemente en decisiones que tenemos que tomar. Hoffman habla sobre la transición de los jóvenes cuando empiezan a independizarse. Forma de independizarse: Emocional, Actitudes, Funcional, Conflictos.

El yo como trabajador: Inconscientemente nuestras actitudes, creencias, amistades, rutina cotidianas se deben a la profesión que tenemos, cuando un individuo se siente motivado intersecamente se compromete y así aumenta la motivación en el trabajo y productividad.

Gracias al oficio y la profesión adquirimos el sentido de ser miembros productivos y valiosos de la sociedad.

El trabajo define nuestro estatus, ingreso o el prestigio y define nuestro programa diario de actividades.

Perspectiva de Royers: De acuerdo con Abraham Maslow, afamado ex catedrático de la Universidad Brandéis, la psicología humanista constituye una "tercera fuerza" en la psicología esta¬dounidense; las otras dos fuerzas son el psicoanálisis y el conductismo. Se puede consi¬derar que Rogers fue parte de esta "tercera fuerza".

Su enfoque está tan cerca del enfoque de Maslow que podemos considerar ambos enfoques complementarios. Rogers pensaba que cada persona vive y construye su personalidad a partir de ciertos objetivos; y el objetivo más alto sería ser feliz, autorrealizarse.

Pero Rogers le da mucha importancia a una idea que coge de un filósofo noruego llamado Kierkegaard: el único modo de autorrealizarse y ser feliz es aceptarse a sí mismo y llegar a ser quien se es sin máscaras. Rogers está convencido que toda la infelicidad de las personas proviene de no aceptarse como son y dejar que su personalidad se vaya construyendo sin trabas. Sólo cuando una persona se acepta a si misma, pierde todos los complejos de mostrarse tal y como es frente a los demás y frente a sí mismo puede realmente realizarse.

Perspectiva de Maslow:

Las necesidades fisiológicas son imprescindibles para poder vivir y son prioritarias; únicamente si tenemos cubiertas estas necesidades trataremos de cubrir las demás. Las necesidades de protección y seguridad hacen referencia a la protección ante peligros tanto físicos como psíquicos. Son necesidades fundamentales durante la infancia y durante todo el proceso de crecimiento. Maslow destaca la gran importancia de dar seguridad al niño y las implicaciones futuras que esto tendrá en su autoestima. Esta necesidad es la segunda en la escala de Maslow; las personas, una vez han comido y dormido bien, buscan la seguridad como segundo motivo que regule su conducta. Las necesidades de afecto y aceptación son un grado superior que explica los motivos de las conductas humanas. Ser querido por los otros y pertenecer a un grupo son aspectos fundamentales para poder desarrollarse felizmente.

b) Relación de las exigencias de paternidad (maternidad) y las exigencias de progenitores solos.

Paternidad (maternidad).

En el nacimiento de un hijo impone nuevos roles y responsabilidades al padre y a la madre. La llegada de un hijo significa una series de tensiones físicas y psicológicas; alteración de las rutinas del sueño, gastos, aumento de la tensión y conflictos de diversos tipos. La madre se siente cansada, descuidando al padre, y ambos conyugues piensan que han perdido parte de su libertad. Su intimidad y su camaradería pueden disminuir con la llegada de un nuevo miembro de la familia y la atención de uno de los dos a veces se concentra en el niño/a.

Exigencias de progenitores solos:

Las presiones de la paternidad (materna) son particularmente intensas para los progenitores solos que en su gran mayoría son mujeres que trabajan. A mediados de la década de los 70, uno de cada siete niños pasaba parte de su infancia sin uno de sus padres, desde entonces, la familia de un solo progenitor han aumentado

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