LICENCIADA PREESCOLAR

ANTROPOLOGIA DE LA ACCION DIRECTIVA

COMENTARIO TEXTO

Pilar Villota Ojeda

Desde la subsistencia del ser humano existe la necesidad de dirigir, controlar, supervisar unos a otros en las diferentes esferas de jerarquía, por la cual se ha desencadenado una serie de relaciones, diferencias entre dirigentes y empleados, manifestadas en todas las acciones de cada uno de ellos, provocando crisis en los procesos directivos. Teniendo en cuenta lo anterior los autores presentan un análisis de las situaciones organizacionales, donde prevalece lo humano antes que el factor económico, enfocando la Acción Directiva hacia la naturaleza compleja del ser humano como sujeto activo en las organizaciones, generador de cambio, innovador y participe constructor del lenguaje, fundamento que forma el vinculo más fuerte entre las personas.

Siendo la empresa una organización constituida por personas y por ende, donde se generan una serie de hechos y procesos necesarios para la solución efectiva de las dificultades y limitaciones propias de ella, el efecto de la Acción Directiva se genera necesariamente sobre el sujeto, por consiguiente ésta no puede quedar limitada a un diagnostico y un análisis, se debe pasar de manera obligatoria a la acción (Llano, 1996). Razón por la cual, la función del directivo no es analítica sino de síntesis en todos los procesos de toma de decisiones y en la dirección de las personas, por lo tanto el modelo sistémico, el cual debe ser abierto y dispuesto a recibir los nuevos agentes, prevalece sobre el modelo analítico.

Tomando la comunicación como el lazo social de mayor trascendencia y la cual rememora la representación del mando y la obediencia, basados en la doctrina aristotélica, presenta una conexión entre las diferentes relaciones humanas, las manifestaciones de su naturaleza y esencia; haciendo un enlace con las dimensiones de su interior, donde debe prevalecer la ética como disciplina capaz de relacionar en forma ordenada las manifestaciones humanas. En consecuencia quien dirige no debe maltratar a las personas a su cargo, la acción de dirigir debe estar encaminada al servicio y equipada de una gran cantidad de humanismo y potenciales dinámicos.

La habilidad para formar parte de un equipo, el saber hablar con precisión, escuchar con respeto, orientar la voluntad y acrecentar la motivación son los aspectos relevantes que definen la Acción Directiva (Llano & Polo, 1997). Así mismo el paradigma del directivo debe ser la colaboración, donde se mire a la empresa como un proceso dinámico, cambiante e innovador. De acuerdo con los autores, la Acción Directiva está centrada en una visión antropológica, advirtiendo que el recurso humano es lo más importante y trascendental dentro de cada proceso, por lo tanto se hace necesario un conocimiento profundo del ser humano y sus relaciones tanto internas como externas, facilitando así, un mayor dinamismo y cooperación dentro del grupo. Desde esta perspectiva antropológica lo más conveniente no es un método analítico, donde se percibe al ser humano como un ser fragmentado y mecánico, sino un método sistémico, donde la persona se toma como un ser integral y con inteligencia. Por

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