La Alimentacion Dominicana

REPÚBLICA DOMINICANA ES EL CUARTO PAÍS DE AMÉRICA LATINA CON EL PEOR RANKING DE SEGURIDAD ALIMENTARIA

En el mundo hay 840 millones de pobres y hambrientos. Aproximadamente cuatro millones de dominicanos son pobres, lo cual no quiere decir que mueran de hambre. Pero un 70% de ellos ?alrededor de 2.8 millones-, que vive en el campo, es indigente. Eso significa que no tiene los ingresos suficientes como para alimentarse adecuadamente. He ahí una parte de la población ?un 35% del total- con riesgo de desnutrición. Pero real y efectivamente, sólo el 26% de los dominicanos ?la mayoría mujeres y niños? sufren de ese mal en algún nivel.

Este compendio de cifras y porcentajes refleja en gran medida las estadísticas que maneja la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) sobre República Dominicana. Pero el asunto no se queda ahí. Según Francisco Arias Milla, representante de la organización mundial en el país, los datos que manejan la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Banco Mundial establecen que cerca del 45% de los alimentos que se consumen aquí se importan. Es un botón más que sirve de muestra para afirmar que República Dominicana sufre de déficit alimentario. La FAO dice que, si un país tiene que importar el 20% o más de los alimentos que consume, padece de ese mal. En el ranking de América Latina, el nuestro se encuentra en el peor cuarto país en dicha "materia". Nos superan Haití, Nicaragua y Guatemala.

PROGRAMA ALIMENTARIO

Ante dicha realidad, República Dominicana se ha convertido en una prioridad para la FAO en materia de seguridad alimentaria. Por eso, ha incluido a esta poco más de media isla en un programa especial con el que se pretende reducir el mencionado dédicit alimenticio.

"El Programa de Seguridad Alimentaria es el principal proyecto que piensa desarrollar la FAO en el país, y se ejecutará muy pronto", dice Arias Milla, para luego aclarar que esa es una "responsabilidad del gobierno dominicano. Por lo tanto él es quien aportará los fondos para cubrirlo. Nosotros sólo le daremos asistencia técnica y el Estado tendrá que aportar los 16 millones de dólares que se requieren para ejecutarlo".

El representante de la FAO en el país no achaca los problemas alimentarios a una falta de la producción de alimentos. "Hay que tener bien claro que el país produce muchos", dice. "Pero en algún punto de la cadena de producción se contaminan y en vez de ser nutritivos nos causan daño". Uno de los puntos del programa, por tanto, se enfoca en hacer más eficiente esa cadena productiva para que haya más alimentos disponibles para todos.

"Las últimas estadísticas de la CEPAL indican que en promedio un dominicano invierte el 46% de su salario en alimentos, lo que es bastante alto. Sabemos, además, que hay un extracto de la población que tiene que gastar hasta un 60% de lo que gana en ello, y esas son las gentes que viven en las zonas marginadas de las ciudades. Entonces, asegurarnos de que los alimentos se manejen adecuadamente permitirá que haya más para los más pobres".

AGUA E INGRESOS

Reducir la cantidad de alimentos que se pierden por contaminación es una de las metas de la FAO y su programa. Pero se puede hacer más. Y ese "más" se identifica con el agua y la generación de ingresos en las zonas rurales.El Día Mundial de la Alimentación, que se celebra hoy, hace este año énfasis en la importancia del agua en la agricultura. "Se necesita agua para producir la mayoría de los alimentos, y se espera que el incremento en la demanda de los alimentos va a ser satisfecho únicamente si contamos con agua de riego para aumentar la productividad de las tierras", dice Arias Milla.

Sin embargo, a juicio del representante de la FAO en el país, no parece que aquí haya demasiada conciencia sobre dicha importancia. Da la alarma sobre la poca eficiencia con la que se utliza el agua en todo el territorio. Se desperdicia mucha y, si no se toman medidas, dice que los problemas que existen ahora se podrían agudizar.

"Para tener una forma de medir por comparación, en el mundo, en promedio, aproximadamente el 70% del agua se ocupa en la agricultura, un 20% en la industria y cerca del 10% restante es el que llega a la comunidad. Sin embargo, en el país, la cantidad del fluido que va a la agricultura es de un 88%, un 2% a la industria y otro 10% a las comunidades". Según Arias Milla, ese panorama evidencia que "donde más campo hay para mejorar la eficiencia en el uso del agua es en el de la agricultura, utilizando tecnologías de producción, que dan mayor rendimiento por cada litro de agua".

Sobre la generación de empleos para aumentar los ingresos de quienes habitan en zonas rurales, la FAO cree que "ahora se tienen que aumentar los esfuerzos en establecer agroindustrias en las zonas rurales de forma tal que se puedan transformar los alimentos en ellas y generar más ingresos" . Arias Milla apela a la lógica. "Al buscar oportunidades de establecer agroindustrias se busca también la forma de que se generen empleos. Por ejemplo que el mismo agricultor que produce la yuca la lave y la empaque adecuadamente generará un ingreso adicional para él y su familia. Otro ejemplo es del tomate que se va a utilizar para hacer pasta. Sería bueno cambiar la forma de transportarlos (los tomates), deshidratarlos en el campo también genera empleos".

La FAO apuesta por esas oportunidades para los pobladores del campo "porque lo que le va a dar a una familia seguridad alimentaria es su capacidad económica para acceder a los alimentos". Y así, se reducirían los niveles de desnutrición. Simplemente, se trata de aplicar la relación "causa-efecto".

LA PELEA CONTRA EL HAMBRE SE QUEDA CORTA

Más de 800 millones de personas padecen hambre en el mundo, por lo que mueren al día 25,000, denunció ayer la FAO en su informe anual, en el que advirtió también que la lucha contra el hambre "está prácticamente estancada".

"El precio que pagamos todos por este estancamiento es muy grande", aseguró el senegalés Jacques Diouf, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en el prólogo del documento presentado ayer.

Según este organismo, el número de personas desnutridas en el mundo ronda los 840 millones, 799 millones de ellas viven en los países en desarrollo, 30 millones en los países en transición y 11 millones en los industrializados, según los datos más recientes, que se remontan al año 2000.

Diouf recuerda que al ritmo actual será difícil

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