La Autoestima Y El Autoconcepto

La autoestima y el autoconcepto

Autoconcepto. Al alcanzar la edad de seis o siete años, la autoimagen – o auto-concepto- de las niñas y los niños es tan amplia que, por un lado, pueden describir lo que han aprendido sobre sí mismo en las más diversas situaciones; y, por otro, son capaces de reflexionar tanto sobre sus sentimiento, ideas y competencias como sobre sus características personales específicas. Por consiguiente, también pueden ofrecer descripciones “psicológicas” (Broughton, 1978). A esa edad, los niños ya disponen de una autoimagen que indica como de capaces se consideran en las mas diversas asignaturas, como piensan que es su aspecto físico, que popularidad creen tener entre sus pares, como ven la relación con sus padres, etc. (Herter, 1990c, 1990d).

Autoestima. A los siete años como muy temprano y, sobre todo, a los ocho, los niños también pueden responder a la pregunta de su se gustan a si mismo, si son felices y están satisfechos con su vida. Esta valoración global proporciona información sobre la autoestima. Sin embargo, la autoestima no se compone sencillamente de la suma de valoraciones aisladas.

Campos de actividad muy valorados. Susan Herter (1987, 1990) comprobó en sus investigaciones que la autoestima está compuesta por dos juicios de valor diferentes. Por un lado, es importante saber qué campo de actividad se valora mucho. En este aspecto, pueden existir considerables diferencias entre niños de la misma edad. Tal vez algunos niños tienen en gran estima la capacidad deportiva, mientras que otros atribuyen más importancia al rendimiento escolar, y un tercer grupo valora por sobre todas las cosas las buenas amistades. Además de saber cuál es el ámbito más importante para un niño, para obtener información sobre la autoestima es necesario averiguar también como de capaz se considera en dicho ámbito. Desde luego, existirá el deseo de ser lo mejor posible en un ámbito que se valora mucho, pero no debemos confundir ese deseo con los logros que el niño cree haber alcanzado realmente. Por ejemplo, un chico para el cual es importante ser un buen alumno, tendrá baja autoestima si obtiene a menudo malas notas. Y puede que otra alumna, con calificaciones igualmente bajas, posee una autoestima más alta si valor en mucho las amistades y efectivamente ha sido capaz de establecer relaciones satisfactorias, mientas que concede menor importancia al trabajo escolar.

El apoyo de personas importantes. Ahora bien, el grado de autoestima no viene determinado únicamente por lo próxima que este una persona a su ideal en un ámbito muy valorado. De acuerdo con los resultados de Herter, la autoestima también depende del aliento y de la aprobación que recibe en conjunto un niño, según su impresión subjetiva, de p arte de personas significativas, por norma general, dichas personas son sobre todo los padres y los pares. Si un niño llega a la conclusión de que otras personas

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