La EDUCACION EN VALORES
Enviado por AMOREAMOREAMORE • 12 de Octubre de 2012 • 1.013 Palabras (5 Páginas) • 308 Visitas
Valores en la infancia
Los primeros seis años de vida de los niños se convierten en la etapa propicia para que los padres inculquen los valores que, en el largo plazo, terminarán siendo sus virtudes y definirán la manera cómo ellos van a afrontar las diferentes situaciones de la vida. Lo anterior, partiendo de la premisa de que quien vive en armonía con las virtudes morales, logra alcanzar la madurez como persona.
En su caso, los niños están preparados para asimilar normas simples desde los tres años; valores tales como el orden , la obediencia y la sinceridad, deben primar en su educación durante la etapa sensitiva (momento apropiado para aprender) con el fin de lograr que se conviertan en hábitos positivos y en características propias de su personalidad.
La edad preescolar permite afianzar algunos de los valores más importantes y que deben desarrollarse desde la niñez. El orden, como una gran primera virtud, le ayuda a diferenciar al niño que existe un lugar para cada cosa (un cuarto para dormir, un baño para asearse y un comedor para comer).
En este caso, ejemplo de una buena educación, sería ayudar a situar en el lugar adecuado los juguetes que el niño utilizó para su recreación. De esta forma, nuestros hijos sabrán la importancia y el gusto de disfrutar de un espacio cómodo, limpio y organizado.
Al orden debe sumarse la necesidad de crear buenos hábitos en torno a la sinceridad, en el sentido de que los niños deben recibir la suficiente confianza de parte de sus padres para no caer en el incómodo vicio de las mentiras, consecuencia de no saber cómo actuar correctamente. Así mismo, la obediencia, apoyada en el respeto por la autoridad y traducida en saber dar órdenes.
En la vida se asumen consecuencias y es fundamental decir la verdad. “Dile que no estoy”, dice la madre cuando la llaman al teléfono. La verdad debe convertirse en un hábito, que luego sea una virtud. Los padres deben comprender, guiar y dar buen ejemplo a sus niños. En este punto, ellos deben saber que: todo tiene consecuencias positivas y negativas y uno debe afrontar lo que hace y dice.
María Mercedes Villegas, directora del preescolar Carrizales, reconoce que “la virtud es un hábito operativo positivo que, al repetirse, se convierte en una virtud, que más tarde, servirá para limitar algunas conductas y aprender a desarrollar nuevos valores, creando un buen punto de referencia”, asegura.
Se necesitan elementos propicios para formar en valores: inculcar buenas conductas implica actuar desde el deber ser, es decir, lo que se profesa a mis hijos, debe ser demostrado con ejemplos positivos por parte de los padres. Dar razones para que actúen correctamente y decirles por qué una conducta es acertada o no.
También es fundamental que los niños asuman responsabilidades desde su temprana edad. Ellos se sienten importantes y autónomos cuando se les designan tareas, las cuales hacen con alegría y crean un hábito de colaboración. Durante este proceso es vital el acompañamiento por parte de los padres, guiándolos y ejerciendo un apropiado ejercicio de autoridad.
Firmeza, exigencia y cariño. Dejar las cosas claras, decirles lo
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