La Etica En El Diagnostico Psicologico
Enviado por • 30 de Junio de 2014 • 7.026 Palabras (29 Páginas) • 3.499 Visitas
PRESENTACIÓN
La ética en Psicología es un tema plausible de ser abordado desde un número no desestimable de puntos de vista.
La relación entre psicología y ética puede considerarse desde diversos puntos de vista. La psicología puede ayudar al estudioso de la ética a conocer de qué manera se sedimentan en la intimidad de la persona las convicciones morales, como conocimientos y como praxis, hasta qué punto la ética sigue estando condicionada por la sociedad o por la cultura en que vive o cómo la cercanía de los demás puede influir en el comportamiento del individuo.
Desde este punto de vista la psicología permite conocer una de aquellas realidades a las que se refiere el lenguaje moral cuando utiliza el término conciencia. Entre las diversas funciones que se atribuyen a la conciencia o entre las funciones semánticas que posee este término en el contexto filosófico o en el literario, así como en el teológico, siempre es posible encontrarse con afirmaciones que remiten a concepciones sólo psicológicas de la conciencia.
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LA ÉTICA EN EL DIAGNÓSTICO PSICOLÓGICO
GENERALIDADES
El buen cumplimiento de las funciones profesionales prevé altas exigencias a la eficiencia de cada especialista. Sin embargo, es necesario conjugar el profesionalismo con la capacidad de comprender a fondo la responsabilidad adquirida y la obligación de cumplir irreprochablemente el deber profesional. La falta a las normas de la moral profesional o el menosprecio de sus valores influyen negativamente tanto en la calidad del trabajo de los especialistas como en el status de su grupo profesional.
Siendo una obligación del psicólogo prestar sus servicios a personas o grupos, el profesionista debe caracterizarse por un comportamiento digno, responsable, honorable y trascendente. Ayudar representa por si sólo un acto de moralidad, por lo tanto, aquellos hombres y mujeres que se dedican a procurar la salud en los demás deben actuar con una ética impecable.
Siendo la misión del psicólogo el conocimiento científico de los procesos psicológicos de los seres humanos y el empleo de tal conocimiento en beneficio de cada persona, éste debe tener presente en todo momento que trata con el aspecto más complejo y determinante en la vida de los seres humanos: la esfera psicológica y que ha de empezar su trabajo respetando el valor y la dignidad que cada individuo posee. Cada acto que lleve a cabo el profesionista, determinará la salud psicológica y/o física de quienes soliciten sus servicios, cualquier error o equivocación que se llegara a cometer tendría repercusiones incalculables en la vida de quienes acuden a él.
PROCESO PSICO-DIAGNÓSTICO
Entendemos por el proceso psicodiagnóstico a un proceso, que no es instantáneo, en donde se desarrolla una relación entre el psicólogo y su paciente, con el objetivo de lograr una descripción y una comprensión lo mas profunda posible de la personalidad (psiquis) del sujeto.
Por lo tanto, es un proceso que es dinámico, ya que hay dos actores involucrados: el psicólogo y el cliente que se relacionan de un modo determinado y donde en el encuadre se produce una dinámica. El terapeuta se tiene que comprometer a ayudar -dentro de todas sus posibilidades- al cliente.
El proceso psicodiagnóstico consiste en distintas etapas. Entre ellas podemos encontrar: el primer contacto, la primera entrevista entre ambos; criterios que surgen para una posible aplicación de pruebas psicológicas; la aplicación de los tests correspondientes (con un buen análisis); entrevistas de devolución y por último el informe.
Unos de los problemas éticos más comunes en el proceso psicodiagnóstico es, que no se trata simplemente de “etiquetar” o “clasificar” al paciente, sino de realizar una intervención adecuada con el propósito de beneficiar a la persona.
Otro problema que aparece a menudo, es que el profesional no informa al paciente, de lo que es un psicodiagnóstico. Queremos decir que este proceso no se puede iniciar sin el consentimiento del paciente, por lo tanto es éticamente importante de que haya un contrato psicológico, en donde hay un acuerdo democrático entre el profesional y el paciente en cómo van a progresar en el tratamiento. Cabe destacar que el proceso psicodiagnóstico constituye una situación con roles bien definidos, en donde el paciente pide ayuda al profesional, es decir, que el psicólogo debe definirse claramente como psico-diagnosticador y si no lo tiene claro en su relación con el cliente, esto puede conllevar que éste se sienta confuso y desorientado. Por lo tanto, el deber del terapeuta es realizar un contrato o acuerdo inicial de trabajo.
Respecto a la competencia teórico-técnico es fundamental la capacitación y la actualización por parte del psicólogo, ya que es éticamente un deber frente los pacientes, ya que la mala competencia puede conllevar errores graves, como por ejemplo, cuando un niño está ubicado en clases de recuperación psíquica para su enseñanza primaria exclusivamente sobre la base de los resultados de un test de inteligencia.
Por lo tanto es el deber del profesional integrar la teoría y la practica en donde tiene que tomar en cuenta la totalidad del proceso, mejor dicho el correcto conocimiento de las técnicas de evaluación (los tests psicológicos), sólidos conocimientos de psicopatología, psiquiatría, etc., para que el profesional no quede sectorizado.
En relación al correcto conocimiento de las técnicas de evaluación, cabe destacar que sería poco ético aplicar estos instrumentos fuera del contexto profesional, ya que estos tests solamente son válidos en una relación profesional y jamás se debe aplicar la misma prueba por segunda vez al mismo sujeto, ya que así se pierde la validez de la prueba. Por lo tanto, el psicólogo debe empoderarse con una formación permanente en estas técnicas. Cabe subrayar que estos instrumentos son herramientas, y sería una gran falta de ética profesional basar su diagnóstico solamente en estos.
Como anteriormente se mencionó, el proceso psicodiagnóstico se establece a través de una relación asimétrica entre el psicólogo y la persona que demanda sus servicios profesionales, por lo tanto es sumamente importante que el terapeuta capte, si la pareja terapéutica funciona o no, ya que no todos los profesionales son capaces de iniciar el proceso con un pedófilo o con un ex torturador, por ejemplo. Por lo tanto el deber del psicólogo es, reconocer sus propios límites y contra transferencias, y al reconocer esto, sería un beneficio para los dos. Es así, que unos de los objetivos del psicodiagnóstico es, crear un vínculo sano con el paciente (rappaport), de modo que el terapeuta
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