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La Relación Alumno-maestro-contenido


Enviado por   •  22 de Junio de 2015  •  2.259 Palabras (10 Páginas)  •  363 Visitas

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La relación alumno-maestro-contenido

Introducción

En este tema veremos aspectos muy importantes del alumno y sus relaciones en el ámbito escolar, desde su inicio en preescolar hasta la primaria, veremos como el niño se va desarrollando y va evolucionado en estas etapas.

También comprenderemos por qué algunos infantes presentan dificultades para comunicarse, donde el factor familiar interfiere de manera significativa.

A la vez veremos la importancia del maestro en su quehacer diario para logra un ambiente sana y propia para que los procesos educativos se puedan llevar a cabo de la mejor manera y que el alumno pueda desarrollarse en un ambiente cálido y confiable.

Naturaleza del dialogo educativo

La naturaleza del diálogo la podemos dividir en dos esquemas:

-La patología del diálogo asimétrico.

-la educación simétrica.

En el diálogo, el educador necesita centrarse en el niño o el adolescente, aceptando las limitaciones de su propia posición. Muestra el camino, después deja saltar al alumno ante él, marchar, explorar, interviene para hacer evitar el paso en falso o la caída; le guía, porque el conoce el final de la etapa, pero lo deja elegir el itinerario. El error del educador sería negarse a asumir su función. Su acción es temporal; esta ahí para franquear una etapa y después desaparecer. El niño, el adolescente, sigue su camino, bien sea con otro guía o bien de una manera autónoma.

En resumen, el diálogo en la situación pedagógica presenta un carácter asimétrico, que resulta de la naturaleza de las funciones asumidas por cada uno de los interlocutores. El diálogo pedagógico se presenta en realidad bajo una configuración triangular, puesto que tiene por objeto; el conocimiento, por finalidad; la expansión de la persona por mediador al enseñante.

La simetría; los interlocutores, formadores y formados, por sus diversas experiencias, se iluminan mutuamente, no de una verdad que sería impuesta, sino para dar un sentido a su propia gestión.

La noción de transacción educativa

La norma de reciprocidad, han demostrado que las confrontaciones interpersonales comprenden un intercambio, en costes y beneficios, gastos de energía comportamental, invertidos en el objeto de eventuales “beneficios” y qué están determinados por un punto de equilibrio final equitativo entre las partes implicadas en la transacción.

La transacción educativa y el grupo de la clase

Bradford piensa qué: condiciones hay que reunir para que la transacción educativa permita un cambio en el enseñante.

La transacción educativa tal y como nos la presenta Bradford, se aproxima al sentido etimológico de la palabra, permitiendo llevar a un buen fin una operación, al aprendizaje del alumno. Corresponde al enseñante, por ejemplo, el rol de animador, cuando el grupo tiene necesidad de resolver un problema, un rol de consejero cuando se impone una organización de técnico del conocimiento cuando surge un obstáculo, etc.

La transacción presenta en efecto, diferentes aspectos a las relaciones entre:

-el enseñante y el grupo

-los mismos miembros del grupo

-alumno individualmente

La transacción educativa y el alumno

La motivación del niño o el adolescente para realizar un determinado aprendizaje varia en función de las informaciones que él recoge sobre él mismo y sobre los demás y a determinar no solamente el nivel de rendimiento que los demás esperan de él, sino también la naturaleza del rol que debe asumir en la situación.

En la primera etapa, la persona esta en interacción consigo misma y por un proceso social interiorizado, realza las cosas que tiene sentido para ella.

En la segunda etapa, la persona selecciona, verifica, agrupa, trasforma los significados recogidos, a la luz de la situación en la que se encuentra; interpreta utilizando las significaciones como instrumentos para guiar la acción.Los comportamientos de los alumnos están considerados como resultado de sus interacciones simbólicas consigo mismo y sus interacciones simbólicas con los demás.

Para que exista una transacción educativa siguiendo un acuerdo táctico, el alumno debe sentir una aspiración a perseguir un objetivo. Según Brookever y Erickson, el alumno se implica en un proceso comportamental de conceptualización del yo, que se desarrolla en función del aprendizaje, a medida que trascurre la vida del grupo. El análisis de Brookever y Erickson presenta la conducta del alumno como una acción que se compromete en una dirección definida por una aptitud personal.

El contrato pedagógico

La transacción designa una operación efectuada con vistas a un objetivo y el alumno no se implica en la situación educativa mas que si encuentra un interés personal en la persecución de ese fin. Por eso la palabra contrato es preferida a la palabra transacción. Un contrato expresa expectativas mutuas en los interlocutores.

Los alumnos cuentan con el sentido de justicia, ellos buscan del enseñante;

-un experto.

-un profesor que sepa comprenderles, quererlos.

Ellos a cambio ofrecen su cooperación.

Cuando el contrato es explícito, define las responsabilidades y las zonas de iniciativa de las dos partes e incluso prevé las clases de recompensas que van unidas a los comportamientos para estimular.

El contrato está destinado a fijar las posiciones de cada uno, reconocer el puesto del enseñante y a reducir todo margen de incertidumbre y a las conductas recíprocas de los dos contratantes en sus roles de profesor y alumno.

Poder y contrato pedagógico

La palabra poder es empleada por referencia a la organización política, que se asegura de dominio de un sistema de funcionamiento de la institución educativa, en psicosociología, la palabra poder ha sustituido recientemente a autoridad y dominación para designar la naturaleza de la influencia sobre otro individuo o sobre un grupo.

Cualquiera que sean sus deseos, si la clase se comporta de manera que no los comprende, el enseñante inevitablemente se siente frustrado, rechazado en poder los mismos que podrían satisfacerlos. Se puede hacer la hipótesis de que la transacción educativa se inscribe en el marco de una negociación donde el maestro se compromete a disimular la incertidumbre de los alumnos en cuanto a sus propias actitudes respeto al nivel de satisfacción.

Los alumnos, por su poder en el plano afectivo, introducen un modo de regulación del poder que detecta el enseñante en el plano funcional.

Las nuevas formas del contrato pedagógico

La

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