La hipótesis represiva. La incitación a los a los discursos

La voluntad de saber

El libro comienza con la hipótesis de la represión sexual que, desde la burguesía en el siglo XVII, se viene dando. En ese contexto, la represión de la sexualidad antes de esa fecha no contenía carga sobre el cuerpo, dado que en la época victoriana el sexo es encapsulado dentro de los límites del espacio íntimo o doméstico, exactamente en el matrimonio, para fines reproductivos, quienes no cumplan con esa condición y hablen, practiquen, vean, conozcan sobre el sexo, les será reprimido y castigado.

Foucault menciona sobre la manera como se refieren al sexo y la forma en que se crean discursos alrededor de este término, como práctica y como concepto. En ese sentido, aquellos discursos creados en respecto al sexo, han sido en su mayoría de tipo ilícito y pecaminoso. Aquel entre regulador y creador de estos discursos pueden ser atribuidos a la iglesia católica, utilizando como mecanismos las confesiones de los fieles, en el que se les pedía que narren el acto sexual y así, de este confesionario se extraía información respecto a su sexualidad, luego se vería su grado pecaminoso y así otorgarle un castigo, (lo cual pienso que era un tanto anti ético, ya que nadie tenía el derecho de saber intimidades sobre ti).

Por tanto, la confesión seria parte de un arreglo estructural del poder pastoral, que serviría como terapia para el ordenamiento social. En conclusión, debido a la recolección de información mediante dispositivos del poder pastoral, había un incremento de discursos incorporados al ideal regulatorio de una verdadera sexualidad.

En mi opinión, creo que es muy curiosa la manera en la que tenían que tocar el tema del sexo, ya que aun que antiguamente era muy raro y un poco molesto hablarlo literalmente, todos debían saber que es lo que era, ya que tenían que reproducirse como especie. Sin embargo, poco a poco, de ser una palabra un tanto censurada, se pudo ir agregando a nuestro vocabulario cotidiano, aunque siempre con un control de en donde y cuando se podía tocar ese tema.

La Incitación a los Discursos

El libro comienza con la hipótesis de la represión sexual que, desde la burguesía en el siglo XVII, se viene dando. En ese contexto, la represión de la sexualidad antes de esa fecha no contenía carga sobre el cuerpo, dado que en la época victoriana el sexo es encapsulado dentro de los límites del espacio íntimo o doméstico, exactamente en el matrimonio, para fines reproductivos, quienes no cumplan con esa condición y hablen, practiquen, vean, conozcan sobre el sexo, les será reprimido y castigado.

Foucault menciona sobre la manera como se refieren al sexo y la forma en que se crean discursos alrededor de este término, como práctica y como concepto. En ese sentido, aquellos discursos creados en respecto al sexo, han sido en su mayoría de tipo ilícito y pecaminoso. Aquel entre regulador y creador de estos discursos pueden ser atribuidos a la iglesia católica, utilizando como mecanismos las confesiones de los fieles, en el que se les pedía que narren el acto sexual y así,

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