La identidad es el sentimiento de mismidad personal
Enviado por 1234567ro • 27 de Septiembre de 2013 • 3.371 Palabras (14 Páginas) • 459 Visitas
La identidad es el sentimiento de mismidad personal, o sea el conjunto de cualidades esenciales que distinguen una persona de otra.
Lo individual y único, hace a una persona y crece con ella, porque cada cambio en la vida hay que incorporarlo a esa identidad para lograr la adaptación.
No es lo mismo ser hijo único que tener un hermano y esa condición puede llegar a perturbar mucho a un niño, al punto de producir un retroceso en su desarrollo, como volver a mojar la cama después de haber adquirido el control.
Perder al esposo después de muchos años de convivencia puede ser devastador. El viudo o la viuda dejan de ser cónyuges, parejas y compañeros o compañeras y tienen que aprender a vivir solos.La identidad tiene incorporados los roles y cada rol que se pierde o se gana la modifica.Perder el trabajo no es lo único que se sufre, porque también se pierde la identidad de ser una persona con trabajo.
Cada cambio en la vida modifica la actitud vital y la persona comienza a comportarse de manera diferente.
Los cambios en la conducta son la punta del iceberg, porque también internamente esa nueva circunstancia no deseada o esperada puede alterar los tejidos y los órganos; porque cada pensamiento es también una molécula.
Para poder ayudar a alguien que tiene un problema hay que llegar a conocer las causas originales que llevaron a esa persona a cambiar su actitud mental y también su biología.
Cada persona responde de una manera diferente frente a los estímulos que se le presentan y tiene una determinada actitud frente a las contingencias. Por esta razón es necesario, además de atender el problema puntual que la perturba, conocer cual es su forma habitual de vivir las experiencias.
Captar la individualidad de una persona es descubrir su dinámica vital, cuál es su característica única, intransferible y singular que hace de ella alguien diferente.
Esa peculiaridad la hace vivir su vida a su manera y también cuando se enferme lo hará a su modo. Porque no hay enfermedades sino enfermos.
Los problemas de identidad alcanzan el sistema inmunológico y una identidad lábil expresa esa condición también con el cuerpo.
La falta de firmeza en las convicciones también se manifiesta. Con la forma de pararnos, de dar la mano, con el volumen de nuestra voz, o la marcha nos identificamos.
Un cambio de actitud y de comportamiento modifica la identidad y los cambios en la identidad modifican la conducta.
Si elaboramos emocionalmente los cambios de la vida que rechazamos, y los aceptamos, podremos incorporarlos a nuestra identidad para poder seguir viviendo normalmente de otra manera
Es para Fierro (1990) un núcleo de la personalidad presente en la conciencia de cada sujeto, que adopta la forma de representaciones sobre sí mismo en varios aspectos (físico, sexual, académico, profesional, ideológico, etc.), expectativas orientadas al futuro y presentaciones de sí ante los demás.
Identidad es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.
La identidad personal se conforma con lo que uno cree y con lo que los demás le muestran, y bajo esta configuración interactúa
con el mundo que le rodea.
DESARROLLO DE LA IDENTIDAD
A partir de los seis años estamos ante un período relativamente
tranquilo en cuanto a cambios en la identidad, pero a la vez de
grandes logros.
Adquiridos ya los primeros hábitos de la vida social el niño llegará a:
Consolidar su identidad
Adquirir conciencia de capacidades y limitaciones
Percibir su situación en el mundo social
Aceptar las normas
Adoptar comportamientos cooperativos
Evolucionar de una moral impuesta a una moral autonoma
Desarrollar actitudes y comportamientos de participación, respeto recíproco y tolerancia.
Es una edad en la que el niño desea agradar. La progresiva aparición del pensamiento abstracto.
La interacción entre iguales es fuente de desarrollo y estímulo
También es positiva la emulación (superarse en relación a otro) en un contexto relacional cooperativo.
Hacia los ocho años va desvinculándose de la familia para pasar a depender más afectivamente del grupo de amigos.
Hacia los diez años , el niño se encuentra integrado en la pandilla de carácter marcadamente unisexual y nada democrática en la que existe un líder.
En confrontación con los otros y con las exigencias de los aprendizajes que realizan, los niños van forjando su autoconcepto y autoestima, lo cual implica el conocimiento y la valoración de sí mismos.
En cuanto a la identidad profesional, suelen escoger profesiones basándose en criterios de fantasía o emocionales (modas, modelos
cercanos…). Posteriormente tendrán en cuenta sus habilidades y competencias a la hora de elegir una profesión.
La identidad sexual está muy marcada por los estereotipos de género: las expectativas de los demás tienden a cumplirse. El carácter y personalidad marcan la tendencia de seguimiento de los mismos, aunque cada vez se flexibilizan más los criterios de rol de
género.
A medida que el sujeto distingue los objetos que le rodean será capaz de establecer con ellos relaciones. Tres son los estadios que completan el camino hasta establecer relaciones:
Estadio narcisista (0-2 meses): en un principio el niño sólo siente los estados de tensión y malestar, y únicamente en esta situación se establecen conexiones con el medio.
Estadio preobjetal (3-8 meses): a partir del tercer mes el niño responde con una sonrisa; al quinto mes sonríe a la vista de un juguete o biberón; a los 6-8 meses entra ya en una etapa de transición a la otra etapa sonriendo sólo a personas conocidas
Estadio objetal (8-10 meses): crisis de angustia, el bebé reacciona con temor ante la vista de una persona, aún conocida, en ausencia de su madre.
Aplicado esto a los tres primeros años de vida, evoluciona desde un conocimiento de las personas (en el segundo trimestre de vida), a un reconocimiento de sí (18-24 meses los niños reconocen su imagen y comienzan a usar los pronombres personales), para llegar a la adquisición del rol sexual (a los tres años usan el conocimiento de la identidad sexual y de género).
En cambio, entre los tres y seis años de vida, el niño llega a conocer
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