La práctica orientadora a lo largo de la historia ha estado en constante transformación por los cambios que se van dando en los factores socioeconómicos, los estilos de vida y la organización del trabajo

La práctica orientadora a lo largo de la historia ha estado en constante transformación por los  cambios que se van dando en los factores socioeconómicos, los estilos de vida y la organización del trabajo. Con el tiempo la orientación ha evolucionado desde la ayuda para la inserción y las transiciones académicas y profesionales, es decir la búsqueda de ajuste entre persona y puestos de trabajo al desarrollo de la carrera vital y profesional, ayudándolas a que puedan delimitar sus prioridades y a la toma de decisiones, es decir la orientación vocacional evoluciono a un sentido más amplio e integral.

Es de gran importancia la orientación, en la atención a la diversidad, esta debe trabajar desde  el desarrollo y la intervención social; respetando  la singularidad de cada individuo, de la necesaria personalización  de la ayuda adaptándola a cada persona y a cada grupo.

En la sociedad hay grandes colectivos en situaciones de exclusión, por diversas razones, en la mayoría de los casos los principales motivos son económicos, pero también influye mucho  la discriminaciones y los estereotipos sociales.

“Las diversas declaraciones internacionales llevan décadas insistiendo en la defensa de los derechos humanos, en el desarrollo de los principios de igualdad y en la necesidad de adoptar medidas contra la discriminación y la exclusión social atendiendo a diversas circunstancias (el género, la diversidad cultural, la discapacidad u otras condiciones)”. (Sánchez García, 2013). Por esto hay varias políticas de integración y de empleo, que se centran  especialmente a las personas excluidas, es decir a los grupos más desfavorecidos; como mujeres con baja cualificación profesional, jóvenes con escasa experiencia laboral; minorías étnicas y culturales; personas con discapacidad (física, sensorial o psíquica), etc.”, estas políticas lo que intentan es crear estrategias y medidas que fomenten la educación permanente para todos es decir una “estrategia global”.

Las grupos de personas más desfavorecidos, como los presentados anteriormente, deben  competir en el mercado laboral con otros jóvenes y adultos con más alto nivel de cualificación porque lo que ven imposible lograr conseguir empleo, por este motivo la orientación para comprender la exclusión y dar un apoyo  debe conocer y  hacer esfuerzos para neutralizar los diversos factores de riesgo que intervienen, como el ámbito el ámbito económico, el laboral, el formativo, el socio-sanitario, el de la vivienda, etc., de igual forma a estos factores le influyen las circunstancia e historia vital de cada individuo, como su  género, la edad, la etnia o el origen cultural, que intervendrán en su trayectoria vital y laboral.

Para comenzar este trabajo primero hablaremos de la diversidad y exclusión, hay que tener en cuenta que cada ser humano es individual  e irrepetible, esto se puede observan e la diferencias físicas y psicológicas, en la vida familiar, En los espacios educativos, en el estilo de vida de aprendizajes, en lo socio-laboral  y en toda las facetas que hacen  único a cada individuo. El texto de Sánchez García nos plantea que “la diversidad será siempre una constante que va a estar presente y que requiera de este profesional una capacidad para identificar los elementos de diversidad”.  No se le debe considera un déficit que hay que corregir, sino un elemento de interacción de crecimiento, ya que la diversidad es un enriquecimiento mutuo entre los seres humanos, ya que la diversidad es na singularidad humana, y por esto considero que sin diversidad no habría todo lo que tenemos actualmente en el mundo ya que ser diferentes pensar diferente a echo que crezcamos y que hayan nuevas innovaciones, porque la diferencia es la que provoca el avance y el desarrollo de la humanidad.

“el sentido natural del concepto de diversidad social apunta a la coexistencia entre quienes son o son vistos como distintos” (Sánchez García, 2013), las personas siempre categorizan las cosas a partir de lo que es semejante y diferente, al hacer esto no solo se clasifica si no también se le atribuye valor, cuando no se aceptan estas diversidades hay una exclusión social, que es una discriminación o desigualdad.  Lo  semejante es aceptado, considerado “normal”  y lo diferente es excluido, y de ahí surgen los prejuicio, racismo sexismo y completa intolerancia a lo diferente, esta intolerancia crea estereotipos, se les etiqueta a las personas o grupos,  los individuos que están siendo etiquetada  pueden sufrir depresión, no sentirse reconocido y degradación, por los valores que se le asignan por causa de la etiqueta, por lo que son ridiculizados, tratados de forma indiferente y hasta despreciados.

Hay varios procesos que precipitan la exclusión; la discriminación, que es urato menos favorable hacia otra persona por ser diferente. El  fracaso escolar este se da cuando un alumno no logra los estándares académicos plateados por la institución. La desigualdad, es una ausencia de équida, es una inequidad n la distribución de algo. Los estereotipos, son representaciones esquematizadas, y deformadas sobre una persona o grupo de personas y los prejuicios son actitudes de rechazo hacia un individuo o un colectivo que tiene determinadas características.

La lucha contra la exclusión social se debe plantear desde la educación y la formación,  por lo que es importante la formación a lo largo de la vida y la orientación profesional, son factores importantes para favorecer que las personas participen de manera activa en la sociedad. Cuando los factores de desigualdad y exclusión se manifiestan desde la edad escolar, y no se le brinda una correcta ayuda al individuo, en la etapa adulta esto acarrea consecuencias como dificultad acceder a un primer empleo o para mantenerse en el mercado laboral, una comprensión insuficiente de su propia problemática y carencia de una orientación adecuada para conseguir un trabajo, a menudo esas personas se encuentran en un entorno competitivo, conflicto y con carencia de estímulos positivos con respecto al trabajo. A continuidad se presentaran algunos factores de riesgo a considerar en la orientación:

El primero  considerar es el género, en la actualidad las mujeres han entrado de forma masiva al mercado de trabajo, “esto ha constituido uno de los elementos de cambio social más decisivo de los operadores en el siglo veinte. Esto ha influido en la transformación de la familia, los valores, de los estilos de vida y de so hábitos sociales” (Sánchez García, 2013). Pero hay mucha barreras empresariales para que las mujeres logren tener puestos alto y dificulta para conseguir trabajo, considero que muchas mujeres en nuestro medio sufren discriminación, sexismo y acoso sexual en sus trabajos haciendo de esta forma difícil que puedan mantenerse en un trabajo y lo puedan realizar de forma óptima, a que casi siempre los puestos que logran conseguir son d menos prestigio y estatus que los hombres(segregación horizontal), aunque estés mas preparadas profesionalmente que ellos. Una barreta en el desarrollo profesional de las mujeres es poder conciliar la vía laboral con la personal (familia, maternidad, crianza de los hijos).

...