PROYECTO ANTECEDENTES Inteligencia emocional

PROYECTO

ANTECEDENTES

        a) Generales

Con miras a avanzar en el desarrollo humano del país y de su población, en varios ámbitos de nuestra sociedad ya está explícitamente instalada, y de manera irreversible, la necesidad de un cambio de actitud entre sus habitantes.

Al mismo tiempo, también se reconoce que se ha evolucionado, desde una concepción puramente cognitiva de la inteligencia, a teorías que enfatizan la naturaleza múltiple de la inteligencia humana, poniendo cada vez más el factor emocional como centro.

Es frecuente que medios y personeros de las áreas de  educación, de salud,  del  mundo académico, empresarial o eclesiástico, etc., invoquen en sus presentaciones a una o a ambas temáticas, al tiempo que se acrecienta la apreciación que la autoestima, los valores, la asertividad o la resiliencia son importantes potencialidades factibles de desarrollar por las personas. Al respecto, se podría afirmar que lo que en un principio pudo ser una inquietud en el país, ya pasó a ser una preocupación, y en paralelo, se convirtió en la constatación de cierta necesidad o vacío en nosotros como personas.

En términos más específicos, los expertos también coinciden en que los aspectos relacionales y de gestión a nivel personal muestran ciertos déficits o carencias que serían superables por la mayoría mediante el entrenamiento, la integración, educación y refuerzo de sus aspectos emocionales.

En la actualidad, y con cierta sistematización, el sector que más ha avanzado en esa dirección está constituido por las empresas de las áreas de mayor dinamismo y modernidad de nuestra economía. Sus gerencias de recursos humanos han reconocido y constatado la necesidad de que tanto ejecutivos como empleados requieren mayores habilidades personales y sociales.

Con la finalidad de promoverlas, y crear o fortalecer las condiciones para que su personal  desarrolle la solidaridad, la empatía, el liderazgo, el logro de objetivos mediante el trabajo en equipo y la resolución de conflictos a través de la negociación, invierten en este tipo de capacitación compensatoria, pues se valora y reconoce que en las organizaciones en que el personal adquiere o mejora estas destrezas, el grupo tiene mayores recursos para enfrentar los desafíos del mundo globalizado, son más eficientes y aumenta la calidad de vida de las personas involucradas.

La esfera gubernamental también hace esfuerzos en este sentido y, aunque sus metas están muy focalizadas en los sectores con menos recursos y, principalmente, se orientan a la prevención del alcoholismo, de la drogadicción y del embarazo en los adolescentes, y de la  obesidad en los menores, estas estrategias también se basan en la entrega de instrumentos para mejorar la autoestima y promover el autocuidado, ambos abordados desde el conocimiento de uno mismo y del fortalecimiento de habilidades personales y de los afectos.

Dada la existencia de numerosas familias con dificultades para entregar a sus hijos un conjunto básico de  herramientas de esta naturaleza, respetando el derecho natural y constitucional de los padres de familia a ser sus primeros educadores y, teniendo en cuenta que los colegios y profesores perciben cada día mayores presiones para que se hagan cargo de esta demanda, el Proyecto ¨Ojos grandes: las emociones entran a clases¨ plantea que la escuela puede en este momento, y sin modificaciones significativas, constituirse en el espacio nacional más confiable, querido y cercano desde donde se puede impulsar, desde temprana edad, el cambio que se invoca.

Otro buen soporte para que el Proyecto Ojos Grandes se concrete en y con la escuela es la convergencia entre los principales objetivos de este proyecto y las metas implícitas en los Proyectos Educativos de la mayoría de los Colegios, cuyos propósitos intentan la formación de personas capaces de ser forjadores de su propia vida y para lo cual desarrollan su actividad educativa dentro de este marco que, intrínsicamente, aspira a promover valores y al desarrollo e integración de ciertos aspectos de la personalidad de los educandos.

b) Las desventajas de origen

El concepto internacional de desarrollo humano entendido como el proceso de ampliación de oportunidades para toda la gente y que está vigente en la mayoría de los países, suele considerar tres capacidades esenciales que son que la gente viva una larga y saludable vida, que tenga conocimientos y que acceda a los recursos necesarios para un nivel de vida decente, e implícitamente incluye otras opciones que la gente también considera importantes como la participación, la seguridad, la protección ambiental, la gobernabilidad, la no discriminación, las garantías de los derechos humanos, etc. como facetas necesarias para el respeto por sí mismo, la potenciación y la sensación de pertenecer a una comunidad.

 Sin embargo, este desarrollo se lograría no sólo a través del mayor acceso a mejores funciones sino que involucra múltiples aspectos y entre ellos de cómo las personas puedan aprovechar esas nuevas oportunidades; es decir, también dependerá de mejores capacidades humanas, lo que está directamente vinculado al nivel educacional y emocional de los seres humanos.

En la actualidad el desarrollo de estos recursos se ve frenado no sólo por las carencias mencionadas sino porque además, en los sectores más pobres, se les agregan las denominadas desventajas de origen.

Aunque el desarrollo emocional de los niños y de su medio inmediato constituya un tema transversal de la sociedad,  en la realidad de los niños pobres alcanza un nivel muy básico en los niños y en su entorno familiar y, cuando se visualizan sus posibles avances o mejoras, es nuevamente en este sector cuando esta característica de pobreza adquiere una connotación más gravitante, porque la falta de afectos sumada a la falta de recursos en general, son territorio fértil para perpetuar las falencias que les ocasiona sentirse no queridos ni valorados, o sufrir discriminaciones entre ellos mismos y fuera del grupo, así como dejar sin resolver las dificultades que les acarrea que los adultos de su entorno no tengan la capacidad para contenerlos, ni les puedan traspasar los instrumentos con los que generen confianza y reconocimiento en sí mismo, ni les puedan valorar sus esfuerzos, ni les enseñen a comunicarse, ni les den seguridad los acompañará durante toda su vida, y dado su origen, existen pocas probabilidades de que puedan compensarlas en el resto de infancia o durante su adolescencia.

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