PSICOANÁLISIS Y EL MAESTRO

PSICOANÁLISIS Y EL MAESTRO

Hablar del psicoanálisis, la técnica terapéutica desarrollada por Anna Freud como un conjunto de teorías psicológicas derivada de su aplicación, resulta indispensable retomarlo en el ámbito escolar y en la buena enseñanza. El progreso de la teoría y de la práctica educativa ha tenido lugar mucho antes de que llegara al concepto de psicoanálisis.

La psicoanálisis ha ejercido gran influencia sobre el pensamiento educativo, a través de ella podemos ver los verdaderos elementos del proceso del aprendizaje y de la enseñanza.

La comprensión de los humanos se basa en el hecho de enfocarse en el estudio de las conductas simultáneas de diferentes puntos de vista.

El psicoanálisis es muy diferente a todos los estudios hacia el ser humano, pues este enfoca el estudio de la conducta humana desde los enfoques histórico, genérico y dinámico.

Los maestros encuentran interesante aprender a considerar a los niños desde el punto de vista psicoanalítico, sabemos que mucho antes de asistir a la escuela han experimentado muchas cosas importantes.

Dice la desarrolladora del Psicoanálisis Freud “No he contribuido nada a la explicación del psicoanálisis a la educación, pero era comprensible que las investigaciones acerca de la vida sexual de los niños y su desarrollo psicológico haya atraído la atención de los educadores y arrojado una nueva luz sobre sus tareas”. El intenso choque que produjo los descubrimientos de Freud, la resistencia en contra de los hechos del inconsciente, y de la sexualidad infantil hizo lenta la aceptación del psicoanálisis.

Una idea errónea sobre padres y educadores es dejar solo el niño en edad escolar, argumentando que él sabe lo que necesita, lleva a resultados desastrosos, por fortuna esa idea se ha vuelto anticuada.

Por otro lado la necesidad de tener un adulto como modelo, como superyó externo, que no actúe mediante el temor, sino por su intervención firme y amistosa. La tarea del maestro requiere de una lenta modificación, no de forma brusca o una falta total de apoyo. Fueron los maestros de guarderías escolares quienes aceptaron los descubrimientos del Psicoanálisis y lo llevaron a la práctica.

Freud atribuye al maestro como un papel importante, como aquel que puede abrir o cerrar el camino del conocimiento y al deleite del mismo, esto al referirse al hecho de que la intensa emoción constituye un serio obstáculo para la enseñanza.

El maestro que por su personalidad y conducta se presta al papel de una ideal o temida figura parental, que evoca emociones intensas, revive conflictos del pasado justo en el momento que necesita desprenderse de ello. Del mismo modo la conducta agresiva de un educador puede provocar en un niño un terror arcaico de ser atacado y dañado en su estudio. Esto da como resultado que el niño reduce su capacidad para aprender lo que el maestro enseña.

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