Pedagogia Del Oprimido
Enviado por ANTONYA • 29 de Mayo de 2012 • 1.536 Palabras (7 Páginas) • 803 Visitas
“PEDAGOGIA DEL OPRIMIDO”
DE PAULO FREIRE
Freire sustenta una pedagogía en la que el individuo aprenda a cultivarse a través de situaciones de la vida cotidiana que él vive. Que aprenda a formarse, no formarlo. No es meramente una pedagogía, sino un plan para la liberación auténtica del hombre, sea opresor u oprimido. Los textos que el individuo construye le permiten reflexionar y analizar el mundo en que vive, pero no para adaptarse a él, sino para reformarlo.
El método de aprendizaje de Paulo Freire es de creer las palabras y le permiten hacer conciencia de la realidad para luchar por su emancipación, para tratar de modificarla y no adquirir una actitud conformista considerada para ellos como algo normal por la situación que han vivido, mientras otros construyen su realidad y se liberan de la opresión convirtiéndose en el polo contra el que luchaban. La lucha solo adquiere sentido cuando los oprimidos no se transforman en opresores de sus opresores. Freire trata al individuo a través del aprendizaje sistemático aprenda a luchar por la superación y la crítica constructiva. Ambos los opresores y los oprimidos, temen a la libertad, pero por razones diferentes. En los oprimidos el miedo a la libertad es el miedo a asumirla. En los opresores el miedo de perder la “libertad” de oprimir.
Freire propone que el acto de solidarizarse con los oprimidos es necesario para construir el camino hacia el hombre nuevo, afirma la relación entre la solidaridad y la liberación, y que los oprimidos tienen que ser agentes activos en el proceso de liberarse.
La lucha de Freire implica dos momentos distintos, en forma progresiva: la primera es tomar conciencia de la realidad que el individuo vive como ser oprimido sujeto a las determinaciones que los opresores imponen; la segunda es la iniciativa de los oprimidos para luchar y liberarse frente a los opresores, por lo que el individuo tiene la necesidad de combatir contra ese status que lo priva.
Los oprimidos aparecen como los generadores de la violencia, una violencia innecesaria para los opresores, sueños utópicos que tienen y no ideas de un revolucionario el cual tiene un compromiso ideológico.
Los opresores acusan a sus adversarios de ser unos viciosos, desobligados, irresponsables y culpables de su propia situación, sin detenerse a pensar que la causa es porque se encuentran oprimidos por la explotación de que son objetos, lo cual se agudiza más cuando aceptan la realidad y se adaptan a ella sin cuestionarla, sin modificarla generando en ellos una dependencia emocional por lo que es necesario que el individuo se reconozca a sí mismo y así emprenda su camino hacia la liberación.
Una característica actual de la educación es la narración y memorización excesiva que se presentan en las aulas, pero no se analiza la esencia de ello, siendo el alumno un recipiente donde se depositan los conocimientos, el maestro el depositario y el conocimiento son los depósitos que realiza cotidianamente. Freire opina que la educación debe superar esta dinámica, para que los educadores y los educandos se compartan el rol del otro.
La concepción bancaria de la educación pretende transformar la mente de los individuos para que se adapten mejor a las situaciones reales y así poder dominarlos con gran facilidad. Cuando más pasivos sean se van creando las condiciones para que los opresores surjan como sujetos generosos. Por lo cual sugiere que el individuo cultive el ser, estando con el mundo y no en el mundo, y esto se logra a través de la liberación requiriéndose para ello una educación que no sea alienante y mecanicista.
La educación liberadora en el individuo debe de superar la división existente entre maestro y alumno ya que los dos tienen elementos que aportar para la enseñanza. El papel del educador reside en la problematización del mundo próximo al oprimido a fin de alcanzar un carácter reflexivo y descubrir su realidad, provocando nuevos desafíos hacia la autoconstrucción del mundo en que tengan participación real y directa sobre las acciones que emprendan, por lo cual se requiere problematizar al propio hombre sin influir en su aprendizaje a través de experiencias artificiales. Ésta sirve a la clase dominante y deja a los oprimidos en la oscuridad.
La liberación no es cosa que se deposita en los hombres, en ésta nueva dinámica los educandos son agentes activos en el proceso educativo, al superar los sus estados pasivos, ya no son herramientas que sirvan a los opresores pues éstos se transforman en investigadores críticos en diálogo con el educador, quien a su vez es también un investigador crítico. Esta educación problematizadora implica un acto permanente de descubrimiento de la realidad.
La realidad actual
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