Pedagogia
Enviado por pablo.cossio • 23 de Octubre de 2013 • 1.203 Palabras (5 Páginas) • 240 Visitas
creatividad alguna, ni transformación, ni saber. Sólo existe saber en la invención, en la
reinvención, en la búsqueda inquieta, impaciente, permanente que los hombres realizan en el
mundo, con el mundo y con los otros." Fragmento de la obra de Paulo Freire "Pedagogía del
oprimido" (1970).
Parece que el mundo tiene ahora un hermano gemelo digital que puede archivar en un
pendrive todos los volúmenes de la biblioteca de Alejandría, los dibujos de Leonardo y la
constitución de todos los países latinoamericanos. Parece también que en este nuevo mundo
ya no serían necesarios los maestros tradicionales que predican como sacerdotes, ni los libros
de texto que se ponen viejos apenas se imprimen. En este nuevo mundo, lo que a simple vista
parece un adolescente enfocado en su computadora con varios programas abiertos a la vez, en
realidad es un futuro trabajador que está desarrollando su rapidez mental y será capaz de
tomar decisiones y atender varios frentes a la vez con gran velocidad. Maestros y profesores
son los encargados de incorporar este mundo digital a la enseñanza. La tarea implica repensar
entonces la formación del docente y su rol frente a las tecnologías en el aula.
—¿Cuáles son las características de este nuevo mundo digital?
—Una de las claves es la interactividad; no es la tevé, en la que uno está sentado en un sillón
recibiendo programas que alguien hace para ti. En una computadora uno puede elegir en todo
momento cuál es el próximo paso. Por otra parte, es un mundo virtual profundamente
democrático: se puede acceder a estas tecnologías y a los nuevos contenidos sin importar la
raza, edad o género. Es un mundo que no tiene condiciones dadas de antemano, diferente al
acceso a los libros o a las bibliotecas, que siempre han sido un problema de clase y de
alfabetización.
—¿Cuál sería la estrategia para trasladar ese potencial del mundo virtual a la educación?
Entre exploradores y dinosaurios
—Existe un problema: la educación y la pedagogía han sido hasta ahora muy verticales. Hay
un maestro o profesor sentado detrás de un púlpito, muy similar a lo que sucede en la iglesia.
La educación ha sido desde siempre también una forma de religión, con la misma metáfora del
sacerdote que predica desde el altar y la gente escucha sin tener ninguna participación. Lo
mismo sucede en las clases; nos hemos convertido en cajones y nos han llenado con
información, pero nunca se ha requerido de nosotros la otra parte, el cómo devolver ese
conocimiento al resto.
En este mundo de ahora ya no hay necesidad de ese maestro tradicional. Entonces hay que
pensar también en la formación de los nuevos docentes, porque no se los puede preparar de la
misma manera que hace cien años. Los currículos en los magisterios –en todo el mundo, no
solamente acá– siguen siendo los mismos y siguen reproduciendo una sociedad muy antigua
que ya ha de-saparecido.
Otro de los problemas actuales es que hay muchos educadores que saben menos que los
niños. Porque las escuelas de magisterio no logran que el maestro esté igual de interesado en
las nuevas tecnologías. Muchas veces pasa que el niño con una ceibalita o con un ordenador
en su casa sabe más, ha tenido más acceso, y el educador se siente amenazado en su rol.
Pero lo que habría que trasmitir es que esto no debe ser una amenaza sino una posibilidad. En
lugar de sentirse cuestionados y pensar "ahora me tengo que jubilar", hay que pensar que se
están abriendo puertas nuevas y hay que abrirlas juntos.
Como decía el educador Paulo Freire, al niño hay que enseñarle a leer y escribir a partir de un
ladrillo, de un martillo, de un clavo, de lo que tiene en su cotidianidad, y desde ahí llegás a
Picasso, Nietzsche, Chopin. Si Freire viviera ahora, utilizaría la misma máxima con las
computadoras: las nuevas herramientas digitales rodean diariamente a los niños y rompen con
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