Reflexión sobre entrevista a Juan Ignacio Pozo

Entrevista a Juan Ignacio Pozo en el marco del XX Simposium de Educación y XXXIII Semana de Psicología en ITESO

Breve Informe

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Alumna: Evelyn Rossetti.

Profesor: Roberto García Manino.

Materia: Psicología Educacional.

Carrera: Profesorado de Inglés.

Instituto: ISFD 803.

Fecha de entrega: 01/07/2020.

        Para comenzar con el informe de la entrevista a Juan Ignacio Pozo, voy a citar una frase que considero es relevante para analizar su planteo general acerca de la situación actual del sistema educativo y desde qué enfoque se abordan los procesos de la cognición.

“La escuela actual tiene contenidos del siglo XIX con profesores del siglo XX y alumnos del siglo XXI” (Juan I. Pozo)

        Partiendo desde este punto, es importante comprender que en la actualidad estamos atravesando una serie de cambios y transformaciones constantes a nivel social y cultural que, definitivamente, nos va desplazando y situando en distintas realidades y contextos a toda la sociedad en diferentes ámbitos. Entre ellos, el Sistema Educativo, que a medida que pasa el tiempo y las nuevas tecnologías avanzan, la brecha entre las formas de gestionar el conocimiento, la función social de la escuela, el rol del docente y su capacidad para enseñar, quedan distanciadas entre sí y de esta manera se producen graves desajustes que hacen que cada vez haya más problemas para responder a las demandas de la sociedad.

        Como dice Pozo en la entrevista, es cierto que desde hace muchos años se viene trabajando, investigando y se han abordado nuevos enfoques para adaptar el sistema educativo a las necesidades y problemáticas del contexto actual. Asimismo, hubo un desplazamiento de posiciones conductistas en donde el aprendizaje era transmitir el conocimiento y aprender era simplemente reproducir ese saber, hacia un modelo constructivista en donde la enseñanza implica ayudar al estudiante a aprender y ese aprendizaje tiene que ver con gestionar la mente del alumno para que sea él quien construya su propio conocimiento.

        Sin embargo, la realidad es muy distinta. Como lo menciona Pozo en la entrevista, las investigaciones que se han realizado en todos los ámbitos educativos, demuestran que ese cambio del conductismo al constructivismo, no se ha producido en su totalidad. El constructivismo es un enfoque que requiere de tres planos fundamentales y que deben estar bien conectados entre sí. Por un lado, es imprescindible generar un cambio en el diseño curricular. Si bien se intenta seleccionar los contenidos que el estudiante necesita en base a la actualidad y a las problemáticas del mundo cotidiano, mucho de ese contenido queda de alguna manera arraigado en un sistema tradicionalista y que poco se ha modificado a lo largo del tiempo. También es cierto, que mucho del contenido que forma parte del currículo tiene una carga más bien de tipo política y cultural que no contempla las diversidades y los distintos contextos en que se desarrollan y aprenden los estudiantes fuera de la institución escolar.

        En segundo lugar, es necesario repensar las metas y la función del sistema educativo. Lamentablemente, se sigue organizando las materias como espacios aislados donde no hay conexión y con un corte muy academicista. La escuela no está teniendo en cuenta el impacto de los conocimientos que se dan fuera del aula y solo se enfoca en transmitir los conocimientos que supone que un estudiante debe saber para enfrentar el mundo exterior, lo que finalmente termina generando estudiantes incompetentes que no saben utilizar todos los conocimientos que se producen fuera de la institución educativa y que son fundamentales para afrontar las problemáticas de la sociedad actual.

         Finalmente, el indispensable repensar el rol docente, si bien en las últimas décadas se ha dado gran importancia al cambio de función del profesor o profesora frente a los estudiantes, tal como dice Pozo, muchos docentes terminan enseñando de la misma manera que les enseñaron a ellos. Es decir, se debe comenzar a cambiar la forma en que se forman estos futuros docentes, utilizar menos pizarrón, menos explicaciones y cursos con presentaciones en Power Point. Por el contrario, se debe fomentar el diálogo, reflexionar acerca de las prácticas, generar espacios de debate y discusión. El docente ya no debe ser quien transmite el saber establecido, sino ayudar al estudiante a manejar los distintos flujos de información con los que se enfrenta dentro y fuera de la escuela. El docente debe tener la capacidad para gestionar grupos, habilidades sociales que le permitan adecuar los contenidos a las necesidades de los estudiantes. Además,  el docente debe aprender a saber cómo enseñar a cada tipo de alumno en particular, a interactuar con la diversidad e incrementar las capacidades de los estudiantes.

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