René Spitz
Enviado por OraliaGod • 10 de Febrero de 2015 • Ensayo • 1.837 Palabras (8 Páginas) • 436 Visitas
René Spitz intenta demostrar que el crecimiento y desarrollo psicológico, dependerá del establecimiento y despliegue progresivo de las relaciones de objeto cada vez más significativas. Considera que la mayor parte del primer año de vida el bebé se esfuerza por sobrevivir, formando y elaborando dispositivos de adaptación que le permitan lograr esta meta. Necesita a la madre que le proporciona todo aquello de lo que él carece. De esto surge una situación complementaria que el autor denomina díada. Maduración es el desarrollo filogenéticamente establecido por la especie y desarrollo, se refiere a la emergencia de formas de funcionamiento y de conductas resultantes dela interacción del organismo y el medio interno y externo. Mantiene en un principio la idea de que la libido es el material primitivo, la fuerza heredada que se necesita y utiliza en el curso de la evolución, pero le adjudica un papel decisivo a los primeros contactos humanos, especialmente la relación del niño con la madre.
La etapa sin objeto (etapa pre objetal) que coincide con la etapa del narcisismo primario del infante. Es una etapa de no diferenciación, ya que la percepción, las actividades y las funciones del recién nacido no están del todo organizadas en unidades, salvo aquellas actividades y zonas relacionadas con la tarea de nutrición, la circulación, la función respiratoria y otras funciones vitales. La base para el entendimiento de esta fase es el hecho de que el infante es incapaz de distinguir una cosa de otra, ni de distinguir los aspectos externos de su propio cuerpo y no vivencia el mundo que lo rodea como algo que se encuentra separado de él. Incluso el recién nacido en sí no se encuentra diferenciado ni organizado.
El precursor del objeto: Es el comienzo de la segunda etapa, esta comienza con la sonrisa, este objeto precursor es el rostro humano, se le llama precursor por que el niño no reconoce el rostro determinado de una persona, si no le llama la atención las figuras, contornos que resaltan del rostro, como lo es la nariz, boca, ojos, etc. ahora la sonrisa es la primera manifestación activa, dirigida e intencional, y esta desde ahora tiene un papel muy importante en la vida del niño. En el tercer mes de vida el niño responde al rostro sonriendo, si se cumplen algunas condiciones, estas serían que el rostro se mueva de frente, de modo que resalten las cosas que le llamen la atención (ojos, boca, etc.) y que este cuente con una movilidad.
El papel de las relaciones entre la madre e hijo: El hecho de tener un hijo, hace que la mujer cree un clima emocional, en la relación madre e hijo, favorable en todos los aspectos al desarrollo del niño. Lo que crea ese clima son los sentimientos de la madre hacia el hijo, y el niño responde a este afecto afectivamente. Esto es esencial en la infancia, pues a esa edad los afectos son de una importancia muchísimo mayor que en cualquier otra época de la vida. Durante estos primeros meses, la percepción afectiva y los afectos predominan en la experiencia infantil. El sensorium, el aparato perceptivo, sensorialmente discriminativo, aún no está desarrollado. Por eso la actitud emocional de la madre, su afecto servirá de orientación a los afectos del infante y conferirá a la experiencia de ésta la calidad de vida. La personalidad del infante absorbe los patrones cambiantes en la personalidad de la madre en un proceso en circuito, influyendo la gama de los afectos maternales con sus conductas y sus actitudes. De acuerdo con la personalidad de la madre, puede haber una diferencia, respecto a que el niño sea precoz o retrasado, etc.
Así también los problemas de la madre repercutirán en la conducta del niño, llevando en determinadas condiciones, un conflicto creciente. Por otro lado, la madre no es el único ser humano que se encuentra en el medio circundante al infante, ya que ese medio circundante comprende al padre, a los hermanos de otros partos, a los parientes y demás, y todos pueden tener una significación activa para en infante. Hasta el marco cultural con sus costumbres ejerce una influencia sobre el pequeño. Estas influencias son transmitidas al infante por conducto de la madre
Los organizadores pueden identificarse a partir de la emergencia de una conducta afectiva concreta, así para Spitz los organizadores de la psique del niño durante este primer año son estos tres:
La sonrisa, es el primer reconocimiento social que hace el niño del cuidador principal, a partir de este momento (tres meses aproximadamente) el mundo queda dividido en dos: el niño y la madre (dentro y fuera). Supone la aparición de la alteridad y el embrión del campo social. El niño inaugura en esta fase un cuerpo separado de la madre. Y con la experiencia del cuerpo propio el Yo cambia desde un estado de indiferenciación hasta la construcción de un YO corporal lo que lleva aparejado un no- Yo. El niño sabe que cuando se muerde una mano es Yo y cuando muerde una manta es no-Yo.
Establecimiento del objeto libidinal: Entre el sexto y el octavo mes se produce un cambio decisivo en la conducta del niño hacia los otros. La capacidad para la diferenciación perceptiva ya está bien desarrollada y el infante distingue claramente entre el amigo y el extraño. Si un extraño se acerca a él, dará muestras de recelo y de angustia y rechazará al desconocido. La conducta individual del niño varía ampliamente. Puede bajar los ojos tímidamente, cubrirlos con las manos, ocultarse el rostro con su ropa, arrojarse boca abajo, llorar o chillar. Esto se debe a una negativa a entrar en contacto con el desconocido. Este patrón de conducta se denomina angustia del
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