Resiliencia
Enviado por meli1777 • 11 de Noviembre de 2014 • 800 Palabras (4 Páginas) • 202 Visitas
Existe un breve momento en la vida
en el que te sientes más perdido
que nunca: ese momento
Es el principio de un encuentro.
Daniela Rivera Zacarías
¿Motivos para quejarnos?
En la vida siempre hay motivos para quejarnos, nos quejamos por las carencias que padecimos de niños, culpamos a otras personas de lo que nos sucede y de lo que somos en lugar de ser responsables y elegir vivir de otra manera: una que parezca más ligera. Una persona resiliente también puede sentirse estresada, presionada, triste, etc. La diferencia a las demás personas son las decisiones y actitudes que toma ante esto y todo por lo que pueda pasar.
Para ser resiliente es necesario ser optimista:
Cierto día dos ranas cayeron al mismo tiempo en dos diferentes cantaros de leche. Una de ellas comenzó a sentirse sofocada, y se dijo a si misma: “yo no puedo respirar aquí, y tampoco puedo salir porque las paredes son muy altas. Voy a morir”. Y efectivamente, murió. La otra rana también tenía dificultad para respirar, pero con toda decisión comenzó a moverse y agitarse hasta que la leche se convirtió en manteca. Entonces, sentándose sobre esa base firme, pudo respirar bien y momentos más tarde de un salto se libró de su prisión .
La fábula tiene su moraleja. Caemos con frecuencia en situaciones estresantes, devastadoras y de angustia, y ¿Cómo es nuestra reacción? Y es como la de las ranas: podemos permitirnos quedarnos ahí o podemos permitirnos darnos una oportunidad. Es cuestión de optimismo, de buscar soluciones, incluso en ciertas personas puede ocurrir que esa sensación tan desesperante, que ese evento tan frustrante que están viviendo, los lleve a que su único deseo sea deshacerse de todo esto que le resulta tan desagradable, y es ahí cuando empezamos a buscar que acciones serían las mejores, las correctas, como podemos arreglar las cosas, como podemos liberarnos de las presiones.
Nuestra actitud determina nuestro enfoque de la vida.
La historia de dos baldes subraya esta verdad. Uno era optimista y el otro era pesimista:
«No hay una vida tan desilusionante como la mía», dijo el balde vacío mientras se aproximaba al pozo. «Siempre me alejo del pozo lleno pero regreso a él vacío».
«Nunca ha habido una vida tan feliz como la mía», dijo el balde lleno cuando se alejaba del pozo. «Siempre vengo al pozo vacío, pero me voy de él lleno».
Si nuestra actitud es la que determina el enfoque de la vida, entonces es necesario encontrar y mantener una actitud optimista, positiva, capaz de darse cuenta que al perderlo todo, tiene todo para ganar.
Cierto hombre al que sus preocupaciones le robaban demasiado tiempo realizó une estudio que consistió en anotar en anotar todas las cosas por las cuales se preocupaba. Y después de un tiempo, una vez clasificadas sus anotaciones, llegó a la conclusión:
El
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