Responsabilidad Social

TERAPIA FAMILIAR SISTÉMICA Y ADICCIONES

El estudio sobre la adicción y de adictos está básicamente centrado en las sustancias y sus efectos en el organismo. Se investiga poco o nada sobre el entorno de vida de la persona enferma, su círculo social más cercano, “LA FAMILIA”.

Así como están aceptados los factores endógenos de la enfermedad, también los factores exógenos son importantes, y en este contexto los componentes familiares; no solo el adicto presenta síntomas, la familia del adicto presenta también una conducta adictiva, es decir, tiene la marca de la adicción en su dinámica, ha concebido patrones disfuncionales de interacción que se han ido desarrollando en el tiempo y que van transmitiendo a sus hijos, de tal forma que los predisponen al desarrollo de conductas adictivas y posible adicción.

El estudio de las tipologías de los padres disfuncionales caracterizan, a la madre: como permisiva, dominante, sobreprotectora o desapegada; el padre: caracterizado como dominante, violento, agresivo, distante o ausente. Estas características parentales ocasionan un efecto para la crianza y el carácter de los hijos, que crecen en la anomia, que significa caer en la anarquía, vivir sin reglas, donde los hijos crecen descontrolados, sin normas, no van a la escuela, presentan problemas escolares, de conducta, otros.

Debemos tener en cuenta que los niños muy inquietos, hiperactivos, que siempre presentan una conducta agresiva, emocionalmente inestables y otras conductas de riesgo, son los que estarán en mayor riesgo de desarrollar una adicción.

También, son frecuentes los antecedentes de abuso y dependencia de alcohol y otras sustancias, tanto legales como ilegales, en alguno de los padres que como factor de riesgo familiar puede producir maltrato infantil y el uso fraternal de drogas.

Para la mayoría de los pacientes adictos, la relación familiar es importante; positiva o negativamente, de allí radica la necesidad de incorporar a los miembros de la familia en la terapia.

SEGÚN MILLER: Algunos clientes podrían decidir instituir una reunión familiar en cierto momento de la semana para discutir problemas y prevenir las crisis; la primera se puede programar en su oficina. Algunas familias se benefician de una terapia familiar más formal, la cual se puede agregar en el plan de cambio. Otros clientes pueden identificar personas mayores respetadas, como un abuelo o amigo; el cual estará disponible y será capaz de actuar como un árbitro en los desacuerdos familiares. También, las personas en recuperación asisten a reuniones frecuentes, lo cual reduce el tiempo que tienen disponible para su familia

Esta modalidad familiar grupal es muy útil para las condiciones mínimas de motivación inicial para el cambio en un alto número de usuarios de drogas. En nuestra experiencia, es habitual que se presenten a un servicio de salud mental únicamente para

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