Resumen Proceso Psicodiagnóstico

Capítulo 1

Dentro de la apertura del proceso psicodiagnóstico, se mencionan tres preguntas que no pueden ser obviadas, siendo ellas i) ¿qué necesita el paciente? ii) ¿qué puedo hacer? iii) ¿me puedo comprometer?

En las necesidades del paciente, pueden apelarse a la capacidad de escucha que posea el terapeuta, esta debe ir más allá a la percepción auditiva y la intelectualización.  El fin de establecer una conversación con el paciente, no es solo el conocer los síntomas, la historia y naturaleza, también es profundizar sobre las cualidades, fortalezas, experiencias y debilidades.  No es suficiente solo escuchar, sino también se debe interpretar e intuir lo implícito y explícito.

Existen algunos casos en los que la persona necesita más tiempo para describir y profundizar en su problema, así como también puede suceder que lo verdaderamente significativo lo revele cinco minutos antes de finalizar la entrevista, en este caso, lo más recomendable es extender un poco más el tiempo de la sesión para lograr la obtención de datos que sean de beneficio para retomar puntos clave en la próxima, así como lograr concluir con la entrevista y al mismo tiempo contener la ansiedad del paciente brindándole una síntesis de lo escuchado y comprendido.

Con respecto a lo que el terapeuta puede hacer y ofrecer, se encuentra relacionado al conocimiento y experiencia que se posee, involucrando los recurso teóricos y técnicos, pero también el sentido común y el autoconocimiento del terapeuta.  Cuando el paciente se presenta con un pedido concreto, se debe ser consciente si eso está dentro de lo que el terapeuta mismo puede hacer, ya que si no está dentro de las posibilidades por no ser la especialidad o la rama de la cual se tenga conocimiento, lo más conveniente de derivar al paciente.

Por último, donde se cuestiona si el terapeuta se puede comprometer en el proceso psicodiagnóstico, es la interrogante más difícil de responder, debido a que requiere una mayor responsabilidad y esto implica también un mínimo de autoconocimieneto, es necesario tener claros y reconocer los límites propios, saber con qué se puede trabajar y con qué no.

Al momento de encontrarse en la entrevista, desde el principio es importante establecer rapport, dejar claros los lineamientos del horario, duración de las sesiones, honorarios y una cantidad aproximada de sesiones, posteriormente, es conveniente tener en mente las áreas que deben ser cubiertas para poder indagar en las que el paciente aún no ha incursionado.  Ellas son, área de salud, debido a que es importante conocer los procesos biológicos del entrevistado, saber si está alimentándose mal, no descansa lo suficiente, se encuentra intoxicado y los malos hábitos, ya que todo ello repercute a nivel psíquico también; es importante conocer si toma algún medicamento y si existe actividad física.  

Área de trabajo, es importante conocer a qué se dedica el paciente, cuántas horas de trabajo realiza, si es feliz con lo que hace, cómo percibe sus habilidades y desenvolvimiento, relaciones laborales y también, orientarse en conocer su ámbito académico. Área socio afectiva, es vital conocer cómo son las relaciones de las personas o familiares con los que convive y son significativas, pero también es importante indagar sobre otras personas que figuren en la vida del individuo. Área de ocio, se deben conocer los intereses del entrevistado, profundizar en qué hace y cómo pasa su tiempo libre.  Es vital hacer mención, que la primera entrevista podría tomar dos sesiones para poder finalizarla.

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