SER NATURALMENTE EXISTENCIAL

SER NATURALMENTE EXISTENCIAL

Cristian David Hurtado Duque

Sistemas Psicológicos III

Juliana Botero Echeverri

Universidad de Manizales

Facultad ciencias sociales y humanas

Programa de psicología

Manizales, noviembre 2017

SER NATURALMENTE EXISTENCIAL

Resumen:

La psicología cuenta con diferentes enfoques y puntos para tratar la mente humana y su comportamiento. Una de esas ramas terapéuticas es el fenomenológico-existencial, perspectiva que se basa en el ser humano como capaz y responsable de asumir con responsabilidad todos los acontecimientos agradables o desagradables que se le presenten a la largo de la vida.

Las raíces de esta psicoterapia existencial tiene lugar en la filosofía del siglo XIX con filósofos cuyo trabajo se centraba principalmente en el sentido de la existencia humana, entre ellos Kierkeggard, Heidegger, Jaspers y Sartre, donde cada uno aporta principios y términos importantes, pero hay que tener en cuenta y resaltar que cada uno enmarca su teoría y percepción existencial desde un contexto diferente y una realidad que compromete la forma de experimentar la creencia del ser con ese sello temporal.

Uno de los elementos más importantes que resalta todo el proceso terapéutico basado en las teorías existenciales es la responsabilidad del sujeto frente a la realidad a la que se está enfrentando. Es claro que cada persona tiene un pasado y unos elementos que enmarcaron su vida en tiempos anteriores, este enfoque no se queda con eso sucedido, sino que a través de la retrospección se genera una visión que sirve de herramienta para promover las acciones del presente, es de ese pasado de donde la persona puede nutrirse de información para responderse sobre el análisis que debe hacer de su vida para generar elementos para tener respuestas.

El papel del terapeuta en un proceso de retrospección y de terapia existencial es ayudarle a descubrir al paciente que tiene un mundo más amplio y por ese camino llevarlo a ver las cosas desde otro punto de vista, teniendo en cuenta que en ningún momento se debe imponer frente al sujeto los juicios del terapeuta frente a la situación a la cual se está enfrentando el individuo que acude a la terapia.

Palabras claves:

Sentido, existencia, libertad, responsabilidad, espiritualidad, vida, reflexión y respuestas.

Resumen del contenido:

El ser humano por naturaleza es existencial, constantemente desde que nace hasta que muere está buscando darle sentido a lo que lo rodea, quiere darle un significado a cada experiencia que vive, para así poderle dar un sentido a su existencia sobre la tierra y eso es lo que nos hace ser humanos, diferentes a nuestros ancestros primates, tener la capacidad de buscar un significado a nuestra propia existencia.

Pero esa misma naturaleza humana no solo se enmarca en la necesidad de buscarle sentido a todo, sino que tiene tres dimensiones fundamentales que son la espiritualidad, la libertad y la responsabilidad. A su vez, el sujeto es considerado como algo tridimensional que es lo que lo configura como un “Dasein” o un ser ahí, ya que cuenta con una dimensión física, otra psíquica, por último la espiritual y es ese ser tridimensional quien puede responder por su existencia en la vida.

Enmarcado a esta situación, el neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl propone una manera de hacer psicoterapia donde se reflexione el sentido y la motivación primaria del ser humano llamado logoterapia. Esta propuesta está basada en diferentes términos que hacer referencia a esa reflexión del ser por medio de la auto trascendencia, auto desprendimiento, ansiedad anticipatoria, híper intención, híper reflexión, intención paradójica y derrefelxion; de esos términos se desprende todo el proceso por el cual el sujeto comienza a abstraer su existencia que es el propósito último de este proceso terapéutico.

Volviendo a las dimensiones del ser humano, son estos factores lo que nos hace diferentes al resto de mamíferos, tener cada uno de estas facultades nos ayuda a todo el proceso de creación de sentido y sobre todo de voluntad de sentido, que es ese proceso individual de generar preguntar enmarcadas hacia el sentido de la existencia. Haciendo referencia a la espiritualidad como lo relata Frankl en su obra “¿Tiene sentido la vida?” es una dimensión de trascendencia mediante el sentido de la preocupación creciente de las personas por dar significado y sentido a sus vidas, y esta preocupación es señal de angustia existencial, angustia que se genera por la constante generación de preguntas acerca de la naturaleza del ser, su existencia y el sentido de su existencia, la angustia aumenta cuando no hay respuestas, pero a su vez, nunca van a existir respuestas para todas las preguntas generadas, simplemente entre más preguntas se genere el sujeto, mas formas de respuestas y maneras de responder va a encontrar. La angustia como elemento siempre presente, puede desglosarse desde sus raíces que quiere decir “angosta”, angostar la existencia, y al angostar esa existencia lo que se genera es demarcar el camino, mostrar rutas que se deben seguir, para así poder llegar un poco más fácil a las respuestas de esas respuestas que parecen no tener fin. Cabe resaltar que en este proceso espiritual cada persona es libre de manifestarla a su manera, teniendo en cuenta que la espiritualidad no es considerada como algo religioso, sino como una manera de trascendencia individual.

Por otro lado se tiene la dimensión de la libertad, que es la capacidad de elegir la actitud con la que cada sujeto se enfrenta a las circunstancias de la existencia. Relacionándolo con la dimensión anterior, la libertad frente a la espiritualidad es ese factor que le da sentido y propósito a la libertad humana, ya que así como cada persona es libre de enfrentar su mundo de la manera que lo desee, también es libre de ejercer su trascendencia espiritual de la manera en que mejor crea que puede lograrlo.

Y por último esta la responsabilidad, dimensión clave en todo el proceso terapéutico tanto existencial como en la logoterapia, ya que la responsabilidad es la habilidad de responderle a la vida, es como el sujeto se habilita para darle frente a su existencia y así poder encontrar las respuestas correctas a los problemas. La vida está enmarcada en la responsabilidad de encontrarle sentido, de darle un significado a la existencia y es un factor crucial en el proceso terapéutico porque la responsabilidad es individual, nadie puede ser responsable de la existencia del otro, ni siquiera el terapeuta, ya que el sentido de la vida se lo da cada uno dado las circunstancias y las experiencias.

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