La Concepción Del Ser Humano Vista Desde Una Perspectiva Humanista Existencial De La Personalidad

La concepción del Ser Humano desde una visión humanista existencial de la personalidad

Explicar la naturaleza del Ser Humano lleva consigo un sinfín de planteamientos tanto filosóficos como científicos, lo cuales sólo se debaten por cuestiones meramente técnicas; por lo tanto un estudio profundo de dicho tema tan enredoso no hará más que seguir abriendo camino a nuevas preguntas y planteamientos que conducirán a un campo aún desconocido paradójicamente por el humano mismo.

La naturaleza del Ser Humano

Existe en el universo grandes cantidades de objetos que son sumamente complejos, estos pasan desde la estructura compleja de los átomos y sus funciones hasta llegar a todas esas grandes estructuras cósmicas que son formadas por galaxias. Tales formaciones complejas no podrían asemejarse quizá al Ser Humano. Creo en lo particular que el Ser Humano es en sí una de las creaciones más exactas y elaboradas que la naturaleza haya podido crear, tomo en cuenta que es la única especie en el universo con capacidades intelectuales y emocionales.

Si consideramos al Ser Humano como un animal, pues pertenece a tal reino y está colocado en lo alto de esta pirámide, cometeríamos un grave error ya que estaríamos clasificando un ser casi perfecto dentro de un contexto que le queda demasiado corto. No quiero desprestigiar la importancia del resto de las especies del reino animal, simplemente basta con observar las funciones que tienen cada uno de estos seres vivos y el papel que desempeñan en su medio ambiente, porque cada ser tiene su existencia por una razón; sin embargo también basta con comparar al Humano con el resto de las especies para justificar lo que estoy presentando.

Si seguimos observando al Ser Humano bajo la perspectiva naturalista, nos daremos cuenta de detalles que no corresponden a tal naturaleza. Obviamente existimos y mantenemos una posición totalmente dominante en el reino animal debido a que poseemos facultades que el resto no tiene, simplemente digo que el intelecto ha sido una herramienta sumamente poderosa que se ha ido desarrollando al paso de los milenios y que gracias a ella estamos donde estamos. Anteriormente mencionaba que la especie animal está presente por alguna razón, sea cual sea la especie ésta tiene una función y una razón de ser; fuera del contexto evolutivo, cada ser vivo está diseñado o programado para sobrevivir pero también para contribuir al medio ambiente. Con contribuir al medio ambiente me refiero al aprovechamiento adecuado de los recursos que la naturaleza brinda y mantener así un equilibrio entre la especie y su medio ambiente. El Humano se excluye de esta característica puesto que aparentemente, éste no está programado o diseñado para la prevalencia del medio ambiente ya que agota totalmente los recursos y explota otros, provoca así un desequilibrio en especie – medio ambiente; y de la misma manera que el resto de las especies, éste lo hace de manera inconsciente.

No es intención abordar en el presente ensayo la problemática ecológica que vivimos hoy en día, sin embargo es importante señalar la distinción evidente que emerge entre el Humano y el resto de las especies. Es realmente impresionante la rapidez con la que el Humano se ha desarrollado. Si comparamos la aparición del universo hasta nuestros días con las horas de un día encontraremos que en la hora 0 a la primera hora se habrán formado sopas de partículas elementales como los quarks o los gluones, así como también la aparición de los primeros elementos: helio e hidrógeno, que a su vez forman electrones que orbitan alrededor de ellos. El universo es entonces un espacio vacío y con una densidad menor. Después de la primera hora hasta la sexta la temperatura del universo baja considerablemente con excepción de las estrellas, las cuales aumentan por la contracción de su propio peso. Es hasta las 07:00 cuando se forma la Vía Láctea. A las 16:00 se formará nuestro sistema solar junto con la tierra y el resto de los planetas. A las 18:00 surge en el planeta tierra los primeros signos de vida primitiva: procariotas. Esto se alargará hasta las 22:00 cuando la vida se torna más compleja ya que aparecen los primeros organismos pluricelulares. A las 23:00 los seres vivos evolucionan a formas de vidas más complejas como los vertebrados y minutos más tarde los primeros primates. No es hasta el último minuto de las once de la noche cuando aparece el Ser Humano. Escalas como éstas muestran la insignificante edad que tiene el ser Humano en el universo, lo cual deja abiertas las siguientes preguntas: ¿Cuál es la razón de nuestra existencia? ¿Qué sucederá en diez minutos más según la escala? ¿Somos una simple coincidencia en la cual nos desarrollamos enormemente por cuestiones evolutivas?

El Ser Humano fue dotado de una capacidad intelectual diferente al resto de las especies y nos ha llevado a desarrollar cuestiones realmente importantes y a su vez inquietantes con respecto a nuestra existencia y al papel que interpretamos o que deberíamos asumir en nuestro medio ambiente. Es quizá más que una facultad o herramienta poderosa, una maldición o un enorme peso de responsabilidad que aún no sabemos llevar a cabo.

La razón de la existencia del Ser Humano

Desde que el Hombre fue desarrollando sus capacidades intelectuales, primeramente como modo de supervivencia y después como una habilidad de la cual le permitió explotar cada vez más y tener así la facultad de observación, ha surgido desde entonces una característica que permitió al hombre llegar hasta donde estamos hoy en día: la curiosidad. Gracias a la curiosidad no estaría redactando hoy este ensayo, pues desde un principio tuve la curiosidad de estudiar la carrera de Psicología, y que a su vez esta curiosidad tiene sus raíces en otras cuestiones que no entran en el objetivo del presente trabajo. La curiosidad es entonces lo que llevó a nuestros antepasados a cuestionarse por el motivo, primeramente, de las apariciones de ciertos fenómenos naturales; posteriormente tal curiosidad motivada por la necesidad surgieron las primeras herramientas y así el impulso del desarrollo cognitivo para la solución de problemas cotidianos. Así como existe la curiosidad, ésta va de la mano de la necesidad impetuosa de crear o buscar explicaciones para tales acontecimientos. De ahí surgen las deidades que son creadas para explicar hechos, que para entonces eran inexplicables.

Tales cuestionamientos desembocan en la Grecia clásica, en donde los padres de la Filosofía plantean argumentos más complejos como la misma existencia del Hombre, así como el objetivo que tiene cada individuo en la vida. Tales dudas o inquietudes se presentan aún hasta la fecha. Al parecer el Hombre está dedicado a encontrar lo no encontrable y esto es una muestra perfecta de

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