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TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON


Enviado por   •  7 de Mayo de 2012  •  Monografía  •  3.248 Palabras (13 Páginas)  •  687 Visitas

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MONOGRAFÍAS DE PSIQUIATRÍA INFANTO-JUVENIL

TRASTORNO POR DÉFICIT

DE ATENCIÓN CON

HIPERACTIVIDAD

Perspectiva biopsicosocial

Joaquín Díaz Atienza

Ediciones

Infancia y Adolescencia “Los Millares”

- 2006 -

EVOLUCIÓN HISTÓRICA

EVOLUCIÓN HISTÓRICA

1. Primeras descripciones.

a. Conceptualización europea.

b. Conceptualización anglosajona.

2. Época Moderna:

a. La hiperactividad en la CIE-9

b. La hiperactividad en el DSM-III.

PRIMERAS DESCRIPCIONES

Lo que conocemos actualmente como Trastorno por Déficit Atencional con

hiperactividad (TDAH) o Trastorno Hipercinético es el resultado de una gran variedad

de investigaciones con instrumentos de diagnóstico cada vez más sensibles y

específicos. Históricamente se le han dado diversos nombres no exentos de

posiciones doctrinales o de escuela. Entre otros mencionaremos el de inestabilidad

psicomotora, hiperactividad, hipercinesia, lesión cerebral mínima, disfunción cerebral

mínima, déficit de atención con o sin hiperactividad etc.

El concepto clínico de TDAH procede del de hiperactividad cuya investigación y

precisión diagnóstica se han abordado desde dos posiciones bien diferenciadas: la

europea, de predominio francés y alemán, y la anglosajona que incluye a todos los

países de habla inglesa.

1. Conceptualización europea.

Tanto en Francia como en Alemania, la preocupación por este problema del

desarrollo infantil nace en el ámbito de la pedagogía. En Alemania fue Henreich

Hoffman el primero que describió la inestabilidad motora (1845), dándole Denoor

el nombre de corea mental en 1901 en su obra sobre la Educación Infantil. Para

este autor los niños que padecen este trastorno podían presentar retraso mental, o

no, y clínicamente se caracterizarían por:

• Una afectividad voluble. Son niños que suelen pasar rápidamente de la cólera y la

rabieta a la caricia.

• Un déficit muy importante en los mecanismos de inhibición conductual y en la

atención sostenida.

• Necesidad constante de movimiento y de cambios constantes en su entrono

inmediato y estimular.

Con anterioridad a este último autor, Bourneville (1897) en Francia describe la

inestabilidad asociada a la sugestionabilidad y la agresividad en su libro sobre el

tratamiento médico-pedagógico a un tipo de niños con déficits importantes a nivel

cognitivo. Se trataría de niños con gran inquietud psicomotora, inatentos,

desobedientes e indisciplinados, aunque susceptibles de “manejar” correctamente por

aquellas personas bien vinculadas a ellos.

Durante la época que estamos viendo no se diferencia la hiperactividad como síntoma

de la hiperactividad como síndrome. La escuela francesa, la más ligada a la

pedagogía y congruente con la corriente doctrinal de aquellos momentos, se centra

más en los aspectos conductuales desadaptativos propios de la denominada corriente

moral.

La primera descripción como síndrome, aunque incompleta, y en la línea pedagógica

la propuso Boncourt en 1905. Este autor describe al “escolar inestable” como

aquel que presenta grandes dificultades de aprendizaje que relaciona con los déficits

atencionales “sea para escuchar, responder y aprender”. Este mismo autor introduce

el aspecto neuropsicológico de los trastornos específicos del desarrollo psicológico

cuando afirma que “son niños que pueden ser brillantes en algunas áreas y nulos en

otras”. Sin embargo, hay que tener presente que en las casuísticas estudiadas

durante la época, no solo entraban niños con retraso mental sino, igualmente, con

síndromes del espectro autista y otros trastornos del desarrollo.

En 1913, aún siguiendo con los supuestos clínico-pedagógicos anteriores, se

produce los primeros intentos serios para delimitar la hiperactividad como síntoma de

la hiperactividad como síndrome, aunque sin desprenderse de forma clara del tono

moralista de la psiquiatría francesa de la época. Así, Durot en 1913 expone durante

EVOLUCIÓN HISTÓRICA

un congreso que la hiperactividad es un síntoma que pertenece a niños con retraso

mental, anemia1, alteraciones digestivas, cardiacas, epilepsia y corea.

En ese mismo año, Dupré, considerado el padre de la paidopsiquiatría moderna

francesa, nos dice que la inestabilidad motora (el equivalente a la hiperactividad) es la

manifestación clínica de un desequilibrio motor congénito y formaría parte del

espectro de otros trastornos como la debilidad motora, el temblor esencial, la corea, la

epilepsia, el tartamudeo, los tics y las estereotipias motoras. Se asociarían a una

agitación motora continua y alteración atencional. La hiperactividad sería

constitucional y revelaría una estrecha asociación entre lo cognitivo (atención) y lo

motor.

Sin embargo, el primer autor que plantea la hiperactividad como síndrome es Heuyer

en 1914 en su tesis “los niños normales y los delincuentes juveniles”, título más que

elocuente del pensamiento de la época. Este autor retoma los planteamientos de

Kraepelin. Escribe de la asociación sindrómica sobre la base de una serie de

síntomas que suelen aparece de forma constante. A saber, el déficit de atención, la

hiperactividad, el comportamiento perverso, así como un mal pronóstico en cuanto

que describe una serie de etapas de inadaptación que conducirían hacia la

delincuencia y el vagabundeo: la inadaptación familiar, la escolar y la socio-laboral.

Georges Heuyer fundó en 1937 en Paris el “Groupement Français de Neuropsychopathologie

Infantile” precursor de la actual Societé Française de Psychiatrie de

l’Enfant et de l’Adolescent y mantuvo la reivindicación permanente acerca de la

implicación de la psiquiatría infantil en la evaluación y tratamiento de los problemas

de adaptación escolar. En este sentido, fue el fundador de la psiquiatría escolar

infanto-juvenil.

En 1919 Boncourt, retomando los planteamientos anteriores, propone una curiosa y

sorprendente clasificación de los alumnos inadaptados escolarmente: los

indisciplinados simples sin defecto físico ni moral, los indisciplinados pervertidos, los

indisciplinados inadaptados sin perversión y los indisciplinados

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