Teoría del conocimiento
Enviado por aldito12 • 21 de Octubre de 2013 • Ensayo • 1.093 Palabras (5 Páginas) • 234 Visitas
PREFACIO
El primer impulso para escribir este libro se lo debo a mis amigos ingleses y norteamericanos que han insistido repetidamente para que publicara una traducción inglesa de mi Filosofía de las formas simbólicas. Aunque me hubiera complacido corresponder a sus deseos, me di cuenta, a los primeros pasos, de que la tarea era impracticable y hasta resultaba, en las actuales circunstancias, injustificable la reproducción del libro en su integridad. Por lo que respecta al lector le hubiera exigido un gran esfuerzo de atención la lectura de un estudio en tres volúmenes que se ocupa de un tema difícil y abstracto. Pero también desde el punto de vista del autor era poco practicable o aconsejable la publicación de una obra planeada y escrita hace más de veinticinco años. Desde esa fecha, el autor ha proseguido sus estudios sobre la materia. Ha podido conocer muchos hechos nuevos y se ha tenido que enfrentar con nuevos problemas. Hasta los mismos problemas viejos son vistos por él desde un ángulo diferente y aparecen con una iluminación distinta. Por todas estas razones me decidí a partir otra vez y a escribir un libro enteramente nuevo. Este libro tenía que ser mucho más breve que el primero. "Un libro grande —dice Lessing—, es un gran daño". Cuando escribía mi Filosofía de las formas simbólicas estaba yo tan absorbido por el tema que olvidé o descuidé esta máxima estilística. En la actualidad me siento mucho más inclinado a suscribir las palabras de Lessing. En lugar de ofrecer una exposición detallada de los hechos y una morosa discusión de las teorías, he procurado concentrarme en unos cuantos puntos que se me figuran de especial importancia filosófica y he tratado de expresar mis pensamientos con la mayor brevedad y concisión.
De todos modos, el libro tiene que tratar de temas que, a primera vista, pueden parecer bastante dispares.
Un libro que se ocupa de cuestiones psicológicas, ontológicas, epistemológicas, y que contiene capítulos que se refieren al mito y a la religión, al lenguaje y al arte, a la ciencia y a la historia, se expone al reproche de no ser más que un mixtum compositum de las cosas más diversas y heterogéneas. Espero que el lector, después de leídas sus páginas, encontrará que el reproche es infundado. Uno de mis propósitos principales se cifra en convencerle de que todos los temas de que se trata en este libro no constituyen, después de todo, más que un solo tema. Representan caminos diferentes que llevan a un centro común y, a mi parecer, corresponde a una filosofía de la cultura el encontrar y fijar este centro. 4
Por lo que respecta al estilo del libro ha significado sin duda una seria desventaja el haberlo tenido que escribir en una lengua que no es la materna. Difícilmente hubiera superado este obstáculo sin la ayuda de mi amigo James Pettegrove, del State Teachers College de New Jersey. Ha revisado todo el manuscrito y me ha aconsejado discretamente en todas las cuestiones lingüísticas y estilísticas. Pero también le estoy muy agradecido por muchas observaciones valiosas y pertinentes en lo que se refiere a la materia del libro.
No es que pretenda escribir un libro popular sobre una materia que, en tantos respectos, se resiste a toda vulgarización. Por otra parte, tampoco este libro se halla destinado exclusivamente a profesores o filósofos. Los problemas fundamentales de la cultura humana
...