Teorías neurocientíficas sobre el aprendizaje

Teorías neurocientíficas sobre el aprendizaje no asociativo

INTRODUCCIÓN

El aprendizaje según Thompson: “Es la modificación en la respuesta o conducta, resultante de la experiencia”, es decir, se sabe que una persona ha aprendido si al presentarse un acontecimiento, que ya ha vivido antes, actúa en forma distinta, intentando no caer en el mismo error. Para lograr un aprendizaje primero se tienen que construir nexos entre las neuronas, las cuales deben procesar y almacenar información en el encéfalo, específicamente en el hipocampo, dando lugar a la memoria; ésta puede ser explícita con información sobre personas, lugares o hechos o implícita vinculada a habilidades motoras y perceptivas; siendo ésta última la de mayor interés para nuestro estudio.

DESARROLLO

En el capítulo “Aprendizaje y memoria” del libro Neurociencia y conducta de Eric R. Kandel y colaboradores se menciona un estudio a pacientes con lesiones bilaterales del lóbulo parental, basados en un paciente llamado H.M., donde se demostró que el factor más afectado es la memoria a largo plazo, pero que pueden realizar actividades motoras, como hacer un rompecabezas, pero momentos después lo olvidan por completo, pudiendo resolver tareas de carácter automático sin llegar a recuerdos consientes o capacidad de análisis. Una prueba que me pareció interesante es el llamado “priming”, donde se les intenta ayudar a recuperar información reciente en forma clara, ayudando a su cerebro a tener que recordar palabras u objetos ayudándolos con pistas, ya sea las letras iniciales de la palabra o información que les ayude a asociar esas pistas con el recuerdo.

Como ya se mencionó la memoria se divide en explícita, encargada de procesos cognitivos como la evaluación, comparación e inferencia principalmente desarrollada en el lóbulo temporal, y la implícita, que es basa en la repetición de varios ensayos, desarrollada en el cerebelo y amígdala.

Con ello llegamos a la parte modular del tema, el aprendizaje asociativo y el no asociativo, que se derivan de la clasificación de la memoria explícita e implícita, ambos pertenecen a ésta última.

El aprendizaje no asociativo se puede dar por habituación o por sensibilización.

La habituación es básicamente por costumbre, cuando con cierta frecuencia vemos que un fenómeno sucede, podemos predecir qué pasará, un ejemplo es los fuegos artificiales producto de la conmemoración de un evento determinado, al principio nos sorprenden, pero conforme se van lanzando te comienzas a “acostumbrar”.

Por otro lado la sensibilización es el fortalecimiento de la respuesta de varios estímulos que siguen a un estímulo nocivo o dañino, podría decirse que es cuando un animal ya está a la defensiva porque ha sufrido un daño físico, inclusive se sabe que un estímulo sensibilizador puede anular a la habituación (deshabituación), si

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