Trastorno Bipolar

Introducción

El trastorno bipolar en la infancia es uno de los temas de los que existe muy poca información, debido a que en un principio los estudios se concentraron en la aparición de esta enfermedad solamente en la edad adulta. Por ello este trabajo intenta introducir a los aspectos básicos que deben conocerse de este trastorno, ya que es una enfermedad que frecuentemente no se reconoce ni se diagnóstica adecuadamente. Se caracteriza por fluctuaciones episódicas del estado de ánimo, así como una enfermedad grave mental que compromete tanto a niños como adultos por igual a ambos sexos.

El TB se ha convertido en uno de los principales campos de estudio de la psicología como de la psiquiatría, ocupando un 60% de los casos dentro de la enfermedad bipolar que debuta en la etapa infantil y juvenil, tener un diagnóstico tanto como un tratamiento en niños y jóvenes a etapas tempranas es de suma importancia ya que se puede mejorar el manejo así como los resultados clínicos en estos pacientes y que se ve altamente agravado por una alta prevalencia de comorbilidades.

Las características de este trastorno como la tendencia a distraerse, soñar despierto, ser impulsivos, brotes de energía que son difíciles de manejar para el niño y que lo llevan a cometer actos o comportamientos irritantes, así como a ser entrometidos o hacer interrupciones repentinamente; dificultan la adaptación del niño trayendo consecuencias tanto a nivel familiar como escolar.

Por último con frecuencia el TB no se considera como una posible patología en los niños, retrasando su diagnóstico, los cuales pueden tener efectos negativos en el curso clínico y pronóstico, es necesario desarrollar criterios alternativos de diagnóstico e instrumentos de evaluación que ayuden a los niños a salir del trastorno bipolar por el cual están pasando.

Definición del Trastorno bipolar

El trastorno bipolar pertenece al grupo de los trastornos afectivos, este conjunto de acuerdo con Luque y Berrios (2011), surgió de la convergencia, ocurrida al inicio del siglo XX, de los términos afectos y sus derivados; nociones teóricas sobre las experiencias relacionadas con el estado de ánimo y conductas cómo los cambios observables en el discurso y la acción.

A lo largo del siglo, nociones como la manía y la melancolía se transformaron en los nuevos conceptos de manía y depresión, que integrando los estados combinados de locura alternante, circular, periódica, doble forma. Este proceso terminó con la integración de todos los estados afectivos en la locura maníaco-depresiva de Kraepelin. Finalmente, este concepto extenso se fue reduciendo por los trabajos de Wernicke, Kleist, Leonhard, entre otros. Por último, culminó con la propuesta de Angst y Perris de separar la depresión unipolar del trastorno bipolar, aceptada desde 1980 por el DSM-III.

Una vez dada esta separación del trastorno bipolar también conocido como trastorno maníaco-depresivo; varios autores han intentado definirlo. En el trabajo de Vieta et al. (s.f.), se entiende cómo trastorno bipolar a la alteración de los mecanismos que regulan el estado de ánimo, de forma que los cambio habituales que experimenta cualquier persona, de manera normal, se acentúan hasta que la hospitalización es necesaria. Estos autores comentan que cuando alguien padece esta enfermedad presentan durante días, semanas o meses, períodos de desinterés en sus actividades cotidianas, falta de concentración, antipatía, entre otros.

Por otro lado el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (2012), considera que el trastorno bipolar es una enfermedad crónica y recurrente del estado de ánimo, que generalmente limita la funcionalidad del paciente y en todo caso requiere un abordaje integral farmacológico y psicosocial. Estas definiciones coinciden en la dificultad que la persona tiene para realizar sus tareas habituales. Además este trastorno se caracteriza porque la persona que lo padece pasa, generalmente, de un episodio de manía a un episodio depresivo intermitentemente con variaciones en el tiempo en que ocurre.

Las características más comunes que manifiestan los niños con trastorno Bipolar en la Infancia (TBPI) son estados de bajo nivel de energía por las mañanas que siguen aumentando en el nivel de excitación hacia el final de la tarde o por la noche. No es raro que el episodio inicial se presente como una depresión severa. Sin embargo a medida que los investigadores han seguido la evolución del trastorno en los niños, han observado un patrón que indica una tendencia de cambio de la depresión hacia los estados de ánimo bipolares (NAMI, 2005).

El Instituto Nacional de la Salud Mental, en 2009, menciona que el trastorno bipolar no es igual que los altibajos normales que experimentan todos los niños. Los pequeños que padecen de estos síntomas bipolares los experimentan más intensamente. La enfermedad puede hacer que a un niño le resulte difícil desempeñarse bien en la escuela o llevarse bien con sus amigos y familiares. La enfermedad también puede ser peligrosa. Algunos jóvenes que sufren del trastorno bipolar intentan hacerse daño o suicidarse.

Según NAMI (2005), algunas de las características más frecuentes del Trastorno Bipolar en la Infancia

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