Trastorno Disocial

LA IMPORTANCIA DE PROGRAMAS NEUROCOGNITIVOS A NIÑOS Y ADOLESCENTES DEL INSTITUTO COLOMBIANO DE BIENESTAR FAMILIAR (ICBF), CON FACTORES DE RIESGO FRENTE AL TRASTORNO DISOCIAL DE LA CONDUCTA

Es de gran interés y despierta gran preocupación, las cifras de crimen y violencia que se evidencian e incrementan en nuestro país. En lo recorrido del año 18.559 menores de edad ingresan al sistema de responsabilidad penal para adolescentes, informe que brinda el periódico El tiempo, mediante una denuncia hecha por Adriana Gonzales directora del instituto colombiano de bienestar familiar (ICBF), quien manifestó preocupación por el país y la sociedad . Indiscutiblemente es alarmante ver como los niños y adolescentes van siendo partícipes de actos que transgreden las reglas sociales. Es importante decir que todo este tipo de conductas antisociales se pueden prevenir, ya que están determinadas por condiciones biológicas, psicológicas, sociales y culturales, que al establecer estrategias de prevención mitigaría la violencia en la cual se encuentran inmersos estos menores.

Ahora bien, este tipo de patrones que presenta un niño con su entorno social, el cual que es caracterizado por comportamiento antisocial reiterado, se ha definido como trastorno disocial de la conducta ; desde este concepto parto para tomar como punto principal a la población infantil, ya que es en la infancia donde se desarrollan las habilidades sociales, como también la personalidad del individuo. Por lo anterior, es aquí donde se empieza a evidenciar la importancia de la problemática de los niños en Colombia, quienes por múltiples factores se ven forzados a proceder en su actuar delictivo.

La manifestación de este tipo de comportamientos se han evaluado mediante exámenes neuropsicológicos que indican que los niños y adolescentes que tienen Trastorno Disocial de la Conducta (TDC) parecen tener afectado el lóbulo frontal del cerebro, que interfiere con su capacidad de planificar, evitar los riesgos y aprender de sus experiencias negativas, igualmente, se encuentra involucrada la amígdala, estructura del sistema límbico asociada con la respuesta emocional . Todo este tipo de conductas que se manifiestan traen repercusiones fuertes para quienes padecen el trastorno, de ahí la importancia de detectarlo a tiempo para evitar fallas en las actividades personales, académicas y sociales del niño, de lo contrario al no ser intervenido adecuadamente, posiblemente manifestaría trastornos secundarios en la edad adulta.

En un boletín especial realizado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), se pueden observar los programas y estrategias tanto para la prevención del delito como también para la posible reiteración de problemas comportamentales ; programas que ayudan a fortalecer el nivel emocional, cognitivo y comportamental de los niños de la primera infancia, que desarrollan estrategias para promocionar y proteger el ámbito donde se relacionan los niños. Este tipo de estrategias son importantes para evitar que niños reincidan en problemas o desajustes en su conducta, pero sería de gran ayuda poder realizar en primera instancia, una evaluación e intervención mediante un programa neurocognitivo y comportamental con aquellos niños que presentan factores de riego frente

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