Bauman Sigmund T
Enviado por tinchobmxx • 3 de Junio de 2014 • 1.449 Palabras (6 Páginas) • 301 Visitas
FUNDAMENTOS EN ODONTOLOGÍA DEL DEPORTE
FOUNDATIONS IN ODONTOLOGY OF THE SPORT
FORMACIÓN CONTINUADA
Volumen XXIII
Número 116
2006
Págs. 463-467
Juan José
Arana
Ochoa
Odontoestomatología
del Deporte
(FEMEDE)
CORRESPONDENCIA:
Juan José Arana Ochoa. Arrandi 24, 1º C. 48901 Baracaldo. Vizcaya
Aceptado: 26-02-2004 / Formación continuada nº 178
Concebir hoy en día un equipo de medicina del
deporte sin la figura del odontoestomatólogo
está fuera de todo concepto clínico razonable.
El dentista actúa como asesor para el equipo,
debiendo estar en todo momento disponible
para realizar tratamientos de urgencia y cuidado
de primeros auxilios. Las áreas de responsabilidad,
dentro del equipo, son las siguientes:
– Organizar y realizar la exploración dental
en pretemporada.
– Proporcionar cuidados de urgencia cuando
sea necesario (Figura 1).
– Adaptar y/o realizar la aparatología preventiva
en base a los protectores bucales a los
deportistas, así como otro tipo de
aparatología de acuerdo a la modalidad y
disciplina deportiva pertinente.
– Control y vigilancia buco-dental en el plan
médico-deportivo.
La importancia y las repercusiones de afecciones
bucodentarias en los deportistas dictaminan
la puesta en marcha de un programa de
prevención en esta área. Tanto las caries como
las parodontopatías pueden ser el exponente
de un foco dental (Figura 2). Las afecciones
focales a distancia de origen bucodental pueden
alcanzar los aparatos circulatorio, urinario,
digestivo, respiratorio, nervioso, ocular y
locomotor (lesiones musculares, articulares y
tendinosas, como consecuencia de los
metabolitos, prostaglandina, interleucina, que
tienen afinidad por estos órganos). Estas afecciones,
generalmente latentes, se manifiestan
con mayor claridad y exuberancia cuando el
organismo es sometido a un esfuerzo, lo cual
FIGURA 2.
Periodontitis aguda
FIGURA 1.
Traumatismo
dento-alveolar
ARANA OCHOA JJ.
ARCHIVOS DE MEDICINA DEL DEPORTE
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A M D
puede constituir un auténtico handicap para
un entrenamiento intenso y a veces causa de
abandono de la competición. Por estas y otras
razones es importante la vigilancia del estado
de salud bucodental en los deportistas. Nuestro
potencial de lucha es muy amplio y lo
podemos encuadrar en una serie de sectores
diferentes pero afines entre sí como son: la
alimentación, la profilaxis, la higiene y el diagnóstico.
LA ALIMENTACIÓN
Es por todos conocido que los glúcidos son
particularmente utilizados por la célula nerviosa
y el músculo, más aún durante el esfuerzo,
motivo por el cual los deportistas tienden a
ingerir demasiado azúcar. Lo observamos principalmente
en la ingesta de bebidas energizantes.
Su proporción en sacarosa, cuya importancia
fermenticida en la iniciación y desarrollo
de la caries dental es evidente, dan cantidades
tales que en una simple naranjada de distribuidor
automático aparecen proporciones de
141,60 gr/litro. En el caso de bebidas muy ácidas,
el límite común admitido por corrosión
del esmalte dental superficial es de un Ph.-5,7.
Si nos molestáramos en hacer mediciones de
las bebidas habituales, quedaríamos más que
sorprendidos de los resultados obtenidos. Es
menester también no dejar pasar por alto el
efecto tampón salival y la fisiología glandular
de producción y secreción de saliva en cada
individuo.
Más importante que la cantidad absorbida es la
frecuencia de tomas azucaradas, sobre todo entre
las principales comidas, siendo los alimentos
más nocivos los chocolates y ciertas bebidas
gaseosas glucosadas y ácidas. Para un deportista
es menester que comprenda que el mantenimiento
de su forma física y el mejoramiento
de los resultados deportivos está en función del
equilibrio en su ración alimenticia, para lo cual
es un elemento importante el estado de su dentadura,
ya que entre otras funciones interviene
como primer elemento mecánico de la digestión.
LA PROFILAXIS
Este aspecto lo podemos desglosar en dos ámbitos
de trabajo que son:
– profilaxis de la patología careógena y/o
parodontal, y
– profilaxis de la patología traumática.
Los fluoruros tienen la capacidad de aumentar la
resistencia del esmalte dentario y la de limitar o
anular la proliferación de bacterias en la placa
dental. Se puede mezclar el flúor con agua mineral
ingerida por los deportistas, algunas de ellas
ya lo contienen, o recurrir a otros procedimientos
como la distribución sistémica de comprimidos
fluorados, masticables o diluibles en boca. También
existen preparados vitamínicos fluorados
que quizás sean admitidos más fácilmente por los
deportistas. El método más simple y más utilizado
por nosotros consiste en recurrir a las aplicaciones
locales de flúor que aumentan la resistencia
del esmalte (fluorhidroxiapatita) y a la vez lo
protegen. Esto lo conseguimos mediante la prescripción
y la aplicación de dentríficos y
colutorios fluorados, reforzando la dosis mediante
geles tópicos en gabinete en aquellos deportistas
que consideramos de alto riesgo dental.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto,
resulta útil poner a disposición de los deportistas,
sobre todo en periodo competitivo largo
(carrera ciclista por etapas, olimpiadas, campeonatos
fuera del hábitat común, etc.), pastas
dentales y lavados de boca suficientemente
fluorados, así como masticables fluorados y no
azucarados. Aparte de este aspecto preventivo,
los problemas bucodentarios de los deportistas
pueden situarse en dos esferas complementarias,
la puramente traumatológica y las secuelas psicológicas
que pudieran generar. Un deportista perjudicado
en un accidente quedará forzosamente
en una minusvalía, ya que a nivel dentario no hay
nunca una reconstrucción
...