EL FRACASO DE LA TEODICEA
Enviado por yomismo1981 • 20 de Abril de 2016 • Ensayo • 3.584 Palabras (15 Páginas) • 348 Visitas
EL FRACASO DE LA TEODICEA
INTRODUCCIÓN
La modernidad estuvo marcada por el optimismo del progreso. La Ilustración combinó la acción creadora deísta, la autosuficiencia de la mecánica universal y la capacidad de la razón para captar las estructuras de la naturaleza.
Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces. Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía, y construir un mundo mejor.
Pero este talante optimista basado en la confianza en la razón como instrumento adecuado para la emancipación humana, no podía mantenerse indefinidamente, como tampoco esa sensación de progreso interminable, propio de este siglo.
El sistema de Leibniz del mejor de los mundos posibles, será duramente criticado.
1. LA IMPUGNACIÓN DE VOLTAIRE
La crisis fue inevitable y el factor desencadenante fue un acontecimiento histórico: el terremoto de Lisboa, el 1 de noviembre de 1755. Ante la desmedida del sufrimiento humano parece que al hombre no le queda otra alternativa sino impugnar no sólo la naturaleza de la sabiduría divina, camino emprendido ya antes por Epicuro, sino también poner en duda la misma existencia de Dios. El juicio de la razón se erigió entonces como un tribunal contra Dios, se replanteo el problema del mal y se arruinó la armonía racionalista del sistema de Leibniz.
Voltaire corrige su pensamiento colocando el sufrimiento (mal físico) por encima del mal moral, es decir, el mal más profundo tiene su fuente en el corazón del hombre, es la desviación de la voluntad.
Teniendo esta catástrofe como fundamento, Voltaire refuta y satiriza el optimismo metafísico de Leibniz del mejor de los mundos posibles a través de un intensísimo poema sobre la condición trágica del hombre… Y en efecto, esto es lo que prevalece, por encima de todo ingenuo optimismo: la condición trágica del hombre, que siempre pierde, abocado a la enfermedad, la vejez y la muerte.
Por otro lado y uniéndose a Voltaire, tenemos la gran objeción de Dostoievski y Camus en contra de toda justificación de Dios con respecto al sufrimiento de los niños, ya que el desastre se despliega sobre todos por igual, pecadores e inocentes.
Voltaire se aferra a la experiencia: “Yo respeto a mi Dios, pero amo el universo y defiendo la queja humana que rechaza el postulado de que: en la ley general, vuestro mal es un bien”, con esto Voltaire quiere decir que la Providencia Divina solo tiene validez universal, puesto que para él Dios se desentiende de los sufrimientos particulares del individuo. El dios de Voltaire es indiferente a las calamidades humanas.
Voltaire concluye el poema proclamando su ignorancia ante un mal y sufrimiento incomprensibles: “Todo estará un día bien, he aquí la esperanza, todo está bien hoy, he aquí la ilusión”
No hay explicación racional alguna sobre el mal. Queda la queja, las preguntas y la esperanza para transformar el mundo.
Con lo dicho, Voltaire abre una vía de convergencia para creyentes y para ateos en el esfuerzo de dar sentido a una historia que no tiene sentido por sí misma.
Se da así el paso de centrarse en lo divino a centrarse en lo antropológico.
Dios se ha convertido en un problema y la tarea de Kant será conciliar su esencia buena y justa con la experiencia del mal.
De este modo pasamos: de la teodicea a la antropodicea, con el correspondiente giro kantiano. En ella analizaremos tres puntos fundamentales:
2.1. Crítica a la teodicea especulativa.
2.2. De la teodicea a la antropodicea.
2.3. Del ¿qué puedo hacer? al ¿qué puedo esperar?
Antes de entrar de lleno en el primer punto, hay que tener en cuenta un breve apunte de la teoría del conocimiento de Kant, que viene a decirnos que mediante la razón no se puede llegar a Dios.
2. DE LA TEODICEA A LA ANTROPODICEA: EL GIRO KANTIANO
2.1. Critica a la teodicea especulativa:
En primer lugar, Kant critica la posibilidad de una teodicea especulativa, es decir, que podamos justificar a Dios desde el problema del mal. Kan dice que no podemos hacer esa justificación porque excede a las posibilidades de nuestra razón.
En segundo lugar, estudia el problema del mal moral y mal físico conectándolo a la libertad del hombre. Reinterpreta el mito de Adán, que más tarde veremos.
2.1.1. Antinomias. Kant entiende por antinomia la relación de dos proposiciones negativas la una de la otra, y aun exclusivas entre sí, que son afirmadas por la razón con justificantes iguales o al menos que así lo parecen.
El final será el siguiente: la razón es la base para fundamentar la fe. Y el prototipo de hombre creyente será Job, que mantiene las preguntas y asume el no saber, para desde ahí, abrirse a la fe.
2.1.2. Kant analiza tres objeciones en las que entran en confrontación las cualidades de Dios (su santidad, su bondad y su justicia) con las dimensiones del mal en el mundo.
Con esto se plantea la pregunta de: ¿Si Dios existe, cómo hay mal?
Y se plantea el mal de tres formas diferentes:
- El mal que no es medio para un fin.
- El mal como medio para llegar a un fin.
- La desproporción entre el castigo y la culpa en el mundo.
a) El mal que no es medio ni fin, en contra de la santidad. El pecado no puede ser un medio para Dios. Como tampoco se puede justificar el pecado atendiendo a la naturaleza finita del hombre porque con la mala acción del hombre no se consigue ningún bien y porque recaería en su creador. El pecado no es justificable.
b) El mal como medio para llegar a un fin. El mal no tiene justificación para alcanzar ningún fin. Este mal contradice a la bondad de Dios. Se refiere al mal físico que no es ningún complemento para alcanzar el bien. (En contra de Leibniz).
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