Globalización entre el ídolo y la promesa
Enviado por sansori • 13 de Septiembre de 2011 • Documentos de Investigación • 1.735 Palabras (7 Páginas) • 514 Visitas
Desde Adam Smith, los liberales han sostenido la idea de democracia y estado liberal, es decir, estado como fuente indispensable para la tutela de los posibles conflictos que puedan suceder. Con la globalización el estado no trata ni tratará de proteger los empleos. Los obreros y empleados por cuenta ajena han pasado a formar el principal componente de la actividad económica. Su número total, en términos absolutos, también ha experimentado un gran auge debido al aumento natural de la población y en algunos países a la inmigración o a los movimientos migratorios temporales. ¿Qué pasará con todos ellos? ¿Hacia donde les llevan los gobernantes? ¿Qué pasará con sus trabajos? ¿Y con sus ...?
En resumen los obreros y los empleados son en la actualidad numéricamente dominantes. La participación de la mujer, en particular las casadas, en el empleo por cuenta ajena ha aumentado de forma significativa en la mayoría de los países, sobre todo después de la IIª Guerra Mundial.
Si tenemos en cuenta las variables trabajo-riqueza, en siglo XX, el punto de vista predominante entre los políticos ha sido que un mercado competitivo no genera suficientes oportunidades de trabajo, por lo cual se crean programas gubernamentales de creación de empleo. Estos programas gubernamentales de creación de empleo terminan siendo papel mojado, donde los gobernantes otorgan a dedo a unas empresas establecidas previamente, unas subvenciones por contratación que luego no se llevan a cabo según los datos indicados inicialmente.
Pero este me recuerda al cuento de empresario de visita a China que ve a cientos de hombres construyendo una presa con palas y comentó que era una lastima que no tuvieran equipos modernos de movimiento de tierra: La respuesta del oficial al mando no se deja esperar; Si, pero piense que el desempleo que eso originaría, a lo cual el empresario contesto: Yo creía que el objetivo era construir una presa, pero si lo que quieren es dar empleo, quítenles las palas y denles cucharillas.
Por ello y según lo expuesto anteriormente, en la última década, el papel del gobierno se aleja de esa mentalidad y en el siglo XXI la creación de trabajo no será vista como una meta gubernamental, sino más bien como la de fomentar un ambiente conducente a la creación de riqueza. El trabajo como medio para alcanzar riqueza, para ser consumidores tenemos que producir. La creación de riqueza ocurre en la medida en que los trabajadores usan más el cerebro que los músculos. Pero esto da lugar al trabajo como sustancia del valor y como consecuencia la lucha de clases es traducida en términos de una clase obrera domesticada que es controlada por el capital mediante la amenaza de trasladar la producción en áreas más favorables para la explotación.
Somos de la generación que hemos aprendido a usar reglas de cálculo, una tecnología remplazada por las calculadoras, que a la vez los ordenadores están dejando obsoletas. Esto es lo que Schumpeter denomina “destruir creativamente”. El cochero fue reemplazado por el conductor de locomotoras y este, por el chofer de camión.
Para terminar no debo dejar de comentar las cuestiones para el futuro. La situación futura de los trabajadores y de los empresarios dependerá sobremanera de los factores peculiares de cada uno de sus países y de otros comunes a todas las sociedades democráticas avanzadas. “teletrabajo”
La composición de la sociedad activa seguirá cambiando, con lo que en las próximas décadas habrá experimentado un envejecimiento considerable y se prestara una mayor atención a la edad de jubilación y a los temas de seguridad social. Los sistemas educativos ofrecerán cada vez más un mayor número de personas con estudios superiores. Trabajadores con mayores cualificaciones.
Los temas de inflación, el desempleo y la política de rentas seguirán siendo cruciales en las interrelaciones de los sindicatos, las empresas y el Estado. La mayor o menor preocupación de estas interrelaciones estará en función de las tasas de crecimiento económico que se alcancen.
Aunque según datos estadísticos el nivel de afiliación sindical se incrementa insospechadamente en épocas de bonanza económica en lugar de los que se podía pensar en un primer momento que se podía dar en ciclos de crisis económica. Esto debe deberse según los estudios realizados a que en época de crisis económica se debe lanzar al aire la gran frase de sálvese quien pueda y nadie se preocupa de su afiliación o no a un determinado Sindicatos.
Los proponentes de la globalización no tienen un concepto de “capital”. Por otro lado, no les gusta lo que el capital está haciendo cuando aparentemente queda desguarnecido de las instituciones reguladoras de tipo liberal democrático. Sin embrago mientras las globalizaciones se despiden de la clase obrera, la burguesía permanece fiel a sus principios.
Se amarran en la idea de que su riqueza se expanda. Nos intentan vender así la patata caliente. Los estudios contemporáneos de una política económica afirman que el mundo capitalista repentinamente se ha globalizado, ha dejado atrás el estado nacional. Desaparecerán los nacionalismos económicos y sociales dando paso a una tendencia global en todos los aspectos que antaño diferenciaban a los estados.
El debate sobre la globalización tiene dos características distintas. Por un lado no hay duda de que la globalización es usada como un instrumento ideológico para legitimar el ataque de la lucha obrera, para hacer aceptar a los trabajadores salarios más bajos y condiciones de vida más deterioradas. Por otra parte, sin embargo, la globalización sugiere con razón, que estamos siendo testigos de la reconstitución de una sociedad de mercado mundial.
El banco mundial como agente globalizante, define en general
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