La Mujer En Tiempo De Jesus
Enviado por edgarcastillo • 4 de Octubre de 2011 • 3.405 Palabras (14 Páginas) • 1.125 Visitas
LA MUJER EN TIEMPO DE JESUS
Desde los principios de la historia la mujer ha jugado un papel en la sociedad de discriminación, no obstante, en el mundo antiguo el nacimiento de una mujer solo se miraba con malos ojos, de ahí una frase escrita del RabbiSimeon Ben Juchai “Todos se alegran con el nacimiento de varón. Todos se entristecen con el de una niña”; por lo que el rol de una mujer dependía de sus padres los cuales se encargaban de casarla y de ahí asumía con obediencia las labores del hogar, la crianza de los hijos y el trabajo en el campo.
¿COMO TRATO JESUS A LA MUJERES?
En los relatos, parábolas, comparaciones del reino y los milagros reflejadas en los evangelios, Jesús habla de lo grande, valiosa e importante que es para el mundo la mujer. De ahí que devuelve la dignidad a las mujeres despreciadas, Jesús rompe con los compromisos habituales de la época, además de exaltar grandes personajes en la vida de Jesús como fueron las resurrecciones en las cuales protagonizaron las mujeres, las hermanas de Lázaro, la viuda de Naim y la hija de Jairo, además de mujeres despreciadas: la mujer que rocía sus pies con perfume, la mujer adúltera, la samaritana. A todas ellas las rehabilita del escándalo de los fariseos. El señor siempre tuvo a su alrededor grupos femeninos como lo fue María Magdalena, Juana, María la de Santiago, Susana… entre otras mujeres seguidoras de su palabra.
LA DISCRIMINACION CONTRA LA MUJER EN EL MUNDO DE HOY
Aunque hayan pasado algunos siglos la discriminación y el maltrato contra la mujer aún no termina, las estadísticas demuestran que el machismo es una actitud que considera al sexo masculino como superior al femenino, defendiendo la marginación de la mujer en la sociedad, además de la desigualdad en los derechos entre hombres y mujeres.
No obstante los medios de comunicación nos habla de violencia de género, machismo, prostitución, publicidad sexista, desigualdad de salario y explotación salarial.
UN DIOS, TRES PERSONAS
En las escrituras están consagrados los tres grandes protagonistas: Jesús, el Padre y el Espíritu, se puede decir que a Dios lo podemos encontrar de tres maneras:
• Jesús de Nazaret se presenta como Dios hijo, ante la humanidad.
• Dios padre es quien envía su único hijo al mundo por amor.
• Dios espíritu llena a Jesús con su fuerza, lo guía y lo conduce.
Así mismo, Jesús presenta la grandeza de Dios para los cristianos.
DIOS UN MISTERIO DECOMUNION
Jesús enseño a los discípulos que Dios se encontraba en él, además de relacionarse con el Padre y el Espíritu, por lo cual comprendieron que Dios solo quiere estar en cada una de las persona, acercarse como Padre, Hijo y Espíritu con un objetivo ser un Dios de amor, de bondad que en si mismo sale al encuentro con los demás, por ello los cristianos intentan expresar la realidad presentada en la Santísima Trinidad.
UN SOLO DIOS QUE ES TRINIDAD
Desde los inicios los cristianos creyeron en un solo Dios, sin embrago los discípulos por el hecho de conocer a las tres divinas personas sobre todo a partir de pentecostés nunca supuso la creencia en varios dioses sino que en un único Dios hay tres personas, igualmente divinas y eternas pero diferentes entre sí, las cuales son una unidad indivisible.
INCORPORACION A LA VIDA DE DIOS
En la actualidad los cristianos revivimos la misma experiencia que tuvieron los discípulos de Dios, desde la presencia de Jesús expresada por el gran amor de Dios padre al mundo impulsada por medio del Espíritu, gracias a esto tenemos Dios como padre y somos motivados por el Espíritu desde la presencia amorosa de la Trinidad.
VIVIMOS COMO HIJOS DE DIOS PADRE
Los cristianos encuentran en Dios a ese padre de amor, el dador de la vida y todo lo creado, lo que supone una meta para poder vivir eternamente unido a él; además vivimos y creemos en un Padre que ama a sus hijos lo cual implica unas actitudes fundamentales: como lo es depositar la confianza en él, si él es nuestro padre los demás seres humanos son nuestros hermanos, por ello debemos respetarlos y amarlos; además aceptar que Dios nunca deja de ser bueno y todo lo creado es obra del padre.
SEGUIMOS LA VIDA JESUS
En Jesús los cristianos encuentran reflejado el amor de Dios, se entregó a la muerte como ideal para un mundo mejor y lleno de felicidad; además en Jesús hay un amigo cercano y que nunca los desampara, por ende los cristianos buscan un mundo más justo y lleno de la presencia de Dios.
VIVIMOS ANIMADOS POR EL ESPIRITU
Ser cristiano es vivir en el Espíritu, éste nos conduce a Jesús y nos hace vivir una vida correcta llena de la presencia del Espíritu Santo que se vincula con los cristianos entre sí a pesar de las adversidades; el Espíritu Santo es quien envía a la Iglesia y a cada creyente a realizar una misión el mundo.
DIOS TRINIDAD MODELO DE NUESTRA VIDA
La experiencia de Dios conduce al cristiano hacia una vida a gusto y confiable, lleno de amor; la cercanía de Dios como padre, como hijo y Espíritu promueve la vida del cristiano manifestándose en alegría, trabajo y comprometido de hacer un mundo lleno de amor en la comunión de la Trinidad. Sin embargo, el cristiano acoge la vida trinitaria de Dios cuando: afirma y respeta las diferencias entre las personas, eliminando la desigualdad entre hombres y mujeres y esforzándonos a tener un solo corazón y una sola alma.
DIOS ES MADRE, ALFARERO, PASTOR…
El misterio de Dios es grande y siempre estará más allá de los que las palabras humanas pueden expresar, de ahí que hayan utilizado imágenes, símbolos, metáforas y analogías que puedan acercarse a este misterio del cual es el nombre de Dios. Sin embargo la Iglesia toma la figura de Dios no como una idea sino como una persona que interviene en la historia de la humanidad de ahí de adoptar imágenes y símbolos.
LA RELACION DE JESUS CON LA MUJER EN SU TIEMPO
1. La figura de la pecadora perdonada muestra el respeto de Jesús hacia las mujeres a quienes orgullosamente despreciaba la sociedad.
Lee el relato completo de este encuentro de Jesús en el evangelio de Lucas (Lc 7,36-50) y responde a estas preguntas:
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