METAS DEL MILENIO
Enviado por yona55 • 2 de Julio de 2014 • 3.008 Palabras (13 Páginas) • 282 Visitas
Introducción
Las concepciones de la vida son vistas de diversos puntos, la lógica dialéctica constituye una de las ramas de la filosofía, formada por leyes y teorías entre las cuales encontramos la negación de la negación, de la cantidad a la cualidad y lucha de contrarios.
La negación de la negación trata sobre como lo nuevo va sustituyendo a lo viejo, y lo nuevo sustituye a lo antes nuevo; la cantidad a la cualidad presenta la relación que existe al juntar las características de la sumas de las cantidades y la lucha de contrarios que se refiere a como se anteponen los objetos en la forma o creación de algo nuevo.
LÓGICA DIALÉCTICA
Es una rama de la filosofía cuyo ámbito y alcance ha variado significativamente a lo largo de la historia.
La Lógica Dialéctica fue planteada conceptualmente por primera vez por V. I. Lenin en su obra Materialismo y empirocriticismo en la que definió cuatro demandas básicas para su elaboración:
La diferencia entre la lógica formal y la lógica dialéctica es que esta última “revela los principios lógicos de la transición al nuevo conocimiento, estudia la formación y el desarrollo de teorías”.
Posteriormente, entre otros filósofos soviéticos, P. V. Kopnin desarrolló esta disciplina con su obra Lógica Dialéctica
1. La negación de la negación
La ley de la negación de la negación da a conocer la dirección general, la tendencia, del desarrollo del mundo material.
Para comprender la esencia y alcance de esta ley de debe poner en claro, ante todo, que es la negación dialéctica y qué lugar ocupa en el desarrollo.
En cualquier campo de la realidad material se opera constantemente el proceso de muerte de lo viejo, caduco, y nacimiento de lo nuevo, progresivo. La sustitución de lo viejo por lo nuevo, de lo que muere por lo que nace, es precisamente el desarrollo; y el propio vencimiento de lo viejo por lo nuevo, que surge a base de lo viejo, se llama negación.
El termino negación, lo introdujo Hegel en la filosofía, pero imprimiéndole un sentido idealista. Según Hegel, la negación se basa en le desarrollo de la idea, del pensamiento.
Marx y Engels conservaron el término de negación, interpretándolo de manera materialista. Mostraron que la negación constituye un momento inseparable del desarrollo de la propia realidad material. En ninguna esfera puede existir desarrollo que no niegue sus formas precursoras de existencia. El desarrollo de la corteza terrestre, por ejemplo, paso varias épocas geológicas, siendo cada nueva época, que surgía a base de la anterior, determinada negación de la vieja. En el mundo orgánico cada especie nueva de planta o animal, surgida a base de la vieja, es al mismo tiempo su negación. Las historia de la sociedad constituye también una cadena de negaciones de viejos regímenes sociales por nuevos, la sociedad primitiva fue negada por la esclavista, la esclavista fue negada por la feudal, el feudalismo por el capitalismo y el capitalismo por el socialismo. La negación es también inherente al desarrollo del conocimiento, de las ciencias. Cada teoría nueva, mas perfecta, vence a la vieja, menos perfecta. La negación no es traído al objeto o fenómeno desde el exterior. Es el resultado de su propio desarrollo interior.
Los objetos y fenómenos como ya sabemos, son contradictorios y, al desarrollarse a base de las contradicciones internas, crean en ellos mismos las condiciones de su propia destrucción para pasar a otra calidad nueva, superior. La negación es precisamente la superación de lo viejo a base de las contradicciones internas, el resultado del autodesarrollo y auto movimiento de los objetos y fenómenos.
Así, hemos aclarado que, como resultado de la negación, se resuelve una u otra contradicción, se destruye lo viejo y se consolida lo nuevo. Mas ¿Cesa el desarrollo ahí?, no, el desarrollo no se interrumpe con el nacimiento de lo nuevo. Lo nuevo no es eternamente nuevo, Al desarrollarse, prepara premisas y condiciones para el nacimiento de algo más nuevo y avanzado.
Tan pronto como estas premisas y condiciones maduren, vuelve a manifestarse la negación, esta es ya la negación de la negación, o sea, la negación de lo que antes venciera a lo viejo, la sustitución de lo nuevo por algo más nuevo: El novismo. El resultado de esta segunda negación vuelve a ser negado, vencido y así sucesivamente.
El desarrollo se manifiesta, pues, como incontable multitud de negaciones que se suceden una a la otra, como una sustitución infinita y superación de lo viejo por lo nuevo, he ahí el carácter progresivo del desarrollo.
La afirmación que el carácter progresivo del desarrollo es el rasgo principal, pero no el único, de la ley de la negación de la negación. Esta ley no caracteriza el desarrollo como un movimiento rectilíneo, sino como un movimiento extraordinariamente complejo, algo así como un proceso en forma de espiral en el que se repiten de cierto modo las etapas recorridas y se retrocede, en cierto sentido, hacia el pasado.
Es un desarrollo que parece repetir las etapas ya recorridas, pero de otro modo, sobre una base más alta (negación de la negación); un desarrollo que no discurre en línea recta sino en espiral. El carácter espiral del desarrollo es propio de distintas esferas de la realidad.
La esencia de la ley de negación de la negación en el desarrollo se produce negando lo viejo por lo nuevo, la inferior por lo superior. Por cuanto lo nuevo, al negar lo viejo, conserva y desarrolla sus rasgos positivos, el desarrollo adquiere un carácter progresivo. Al mismo tiempo discurre en espiral, repitiendo en las fases superiores algunos aspectos y rasgos de las inferiores.
La negación de la negación, significa un principio de sucesión -ligado a la idea de progreso-, según el cual, lo viejo negaba a lo que le precedía y lo nuevo niega a su vez a lo que se ha vuelto viejo. Es decir, se niega lo que negaba, presumiblemente en una avance sin horizonte finito, cosa un tanto contradictoria con la idea de alcanzar algún día la Razón como suma de todo conocimiento posible -o lo que es lo mismo: la meta de la idea de progreso-. Esa es una visión absolutamente marxista de "la negación de la negación", que se puede resumir en el postulado de Engels que viene a decir que para la dialéctica no existe nada definitivo, absoluto, sagrado. Como no hay nada absoluto ni definitivo es inevitable la negación de lo que deja de ser válido, su desaparición y su sustitución por otra cosa que a su vez será negada en su momento, por otro algo que lo sustituirá, siendo ello un proceso de ascenso infinito de lo inferior a lo superior.
Pero eso
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