MI CUENTO DE VIDA
Enviado por aritme_01 • 21 de Agosto de 2018 • Resumen • 58.319 Palabras (234 Páginas) • 240 Visitas
I. La personalidad
El estudio de la personalidad pertenece al campo de la psicología. La psicología estudia los procesos y fenómenos mentales, especialmente en relación con la conducta humana o animal, y persigue cuatro metas fundamentales: describir la conducta, explicarla, predecirla y, en ciertas circunstancias, modificarla o controlarla. La psicología también estudia otros conceptos como la consciencia, el inconsciente, la percepción, la atención, la motivación, la emoción, la cognición, el aprendizaje, el funcionamiento del cerebro, la inteligencia y las relaciones interpersonales.
Etimológicamente el término psicología, quiere decir tratado del alma y estudio de la mente, ya que está compuesto de dos palabras griegas: “psique” que se traduce como alma o mente y “logos” que se traduce como tratado o ciencia.
La palabra personalidad tiene dos derivaciones etimológicas, una del latín “personare” y otra del griego “prosopon”, que significan “máscara” o “cabeza”. Ambas etimologías, se refieren a la personalidad como la máscara, es la cara externa de cada individuo.
Aunque la psicología es la que formalmente se encarga de estudiar la personalidad, en la vida diaria se presentan continuamente oportunidades para “evaluar” de manera informal la personalidad de otra persona o la de uno mismo. En diversas situaciones se realizan estas evaluaciones por las conductas repetitivas que observamos en otros o en uno mismo; los cuales pueden tener la característica de prevalecer en el tiempo. Algunos se preguntaran, si estas conductas repetitivas determinan a la persona o si estos rasgos aunque prevalezcan en el tiempo son capaces de modificarse.
Cuestionamientos como: ¿Se nace o se hace? ¿Se tiene o se desarrolla? ¿Es determinante o cambiante? se plantean cuando se habla de personalidad. Algunos teóricos creen que la carga genética es una predisposición muy fuerte hacia cierto tipo de rasgos, otros teóricos creen que el entorno en el que se desarrolla la persona es el que va modificando la personalidad.
La personalidad es algo dinámico que se va configurando a lo largo de la vida. Esta configuración hace “único” a cada individuo, sin embargo existen rasgos que pueden compartirse entre varias personas y esto al mismo tiempo no hace que se pierda la “unicidad” de cada individuo. Esta es una de las tareas de los estudiosos de la personalidad. Enrique Rojas (2013) dice que:
La personalidad es la suma total de las pautas de conducta actuales y potenciales determinadas por tres notas: la herencia (el equipaje genético, lo que recibimos de nuestros padres), el ambiente (el entorno) y la experiencia de la vida (la biografía de cada uno). La personalidad es el sello propio y específico de cada uno… La personalidad es una organización dinámica, en movimiento, en donde confluyen los aspectos físicos, psicológicos, sociales y culturales de un individuo (p. 1).
1.1 Estudiar la personalidad
En la cotidianeidad de la vida la personalidad de cada individuo juega un rol muy protagónico. Ya que se podría
decir que es “la carta de presentación” de lo que somos. El tipo de personalidad que cada uno ha configurado es
“única” por las experiencias vividas en su ambiente y la carga genética particular. Esta configuración es la que
ayuda al individuo a relacionarse de cierta forma con él mismo y con su alrededor.
Es una realidad que los individuos aceptan o rechazan relacionarse con cierto tipo de personas, muchas veces por los rasgos de personalidad que a simple vista se “notan” que no hay compatibilidad. Incluso este fenómeno de aceptación o rechazo sucede en entrevistas laborales, en la elección de pareja, en la elección de nuevas amistades, etc.
Estudiar la personalidad ayuda a tener una visión más amplia y de mayor comprensión de lo que hay detrás de cada persona y de uno mismo. De acuerdo a Schultz y Schultz (2010), la personalidad puede ser entendida en los siguientes términos:
Todos tienen una
Todos tienen una, y la suya contribuirá a definir los límites del éxito, la felicidad y la satisfacción en su vida. Hablamos de la personalidad, y no exageramos al afirmar que la suya es uno de sus activos más importantes. Ya ha contribuido a moldear buena parte de su vida y lo seguirá haciendo en el futuro.
Todo lo que hasta ahora ha logrado, todo lo que espera lograr en su carrera, si será un buen cónyuge o padre, e incluso si su estado general de salud pueden ser influidos por su personalidad y por la de la gente con quien interactúa.
¿Qué tan a menudo ha descrito usted a alguien al decir que tiene una personalidad maravillosa? Por lo general esto implica que la persona es amable, amistosa, alguien con quien es grato estar y es fácil llevarse bien; el tipo de persona que podría elegir como amiga, compañera de cuarto o colega de trabajo. Si usted fuera el administrador de un negocio quizá decidiría contratarla. Si estuviese preparado para comprometerse en una relación personal, tal vez desearía casarse con ella y para ello habría basado su decisión en la percepción que tiene de su personalidad.
También a conocido a gente de la cual diría su personalidad es terrible. Son personas por lo común distantes, hostiles, agresivas, poco amistosas, desagradables y difíciles de tratar. Posiblemente decidiría no contratarlas ni relacionarse con ellas y es muy factible que también fuesen detestadas, rechazadas o aisladas por los demás.
Su personalidad puede restringir o ampliar sus opciones y elecciones en la vida, impedirle compartir ciertas experiencias con otras personas o permitirle aprovecharlas al máximo o bien restringirlo y limitarlo o abrirle el mundo de la experiencia.
Al mismo tiempo que usted juzga la personalidad de los demás, éstos hacen lo mismo con usted. Esas decisiones mutuas, que dan forma a la vida de quienes son evaluados y de los que evalúan, se realizan en innumerables ocasiones a lo largo de nuestra vida, cada vez que nos topamos con una situación social que nos exige interactuar con personas a las que no conocemos. Por supuesto, el número y la variedad de situaciones sociales en las que estará dispuesto a participar dependen también de su personalidad – por ejemplo, de su relativa sociabilidad o timidez. Usted sabe cómo califica ese factor, de la misma manera que, sin duda, tiene una imagen razonablemente clara de personalidad en general.
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