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Sanidad Divina


Enviado por   •  13 de Junio de 2012  •  2.576 Palabras (11 Páginas)  •  862 Visitas

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LA SANIDAD DIVINA

1 Promesas de salud para los hijos de Dios

2 Promesas de sanidad en el Nuevo Testamento

3 La enfermedad es opresión del diablo

4 La triple voluntad de Dios

5 ¿ Debemos depender de Dios para la sanidad?

1 - PROMESAS DE SALUD PARA LOS HIJOS DE DIOS

Es nuestro Propósito analizar un teme importante y decisivo para el pueblo de Dios en relación a la sanidad divina. Tu sabes que lo más que usa el diablo para atacar al pueblo de Dios son las enfermedades, pero el pueblo de Dios tiene que conocer en forma detallada y profunda lo que ha recibido de arriba del cielo para mantenerse sano y avergonzar al diablo en todos los frentes.

PROMESAS DE SANIDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Comenzamos en el libro de Éxodo, capítulo 15, verso 26. Aquí encontramos la promesa más antigua que hay en la Biblia en relación con la sanidad divina. Fíjate que es promesa hecha al pueblo de Israel poco tiempo después de haberlo sacado de la esclavitud en Egipto. Dice la Palabra:

Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, E hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y Guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy tu sanador.

Éxodo 15:26

Fíjate que hay una promesa ahí al pueblo de Israel. Israel era la Iglesia en el Antiguo Testamento. Nosotros somos la Iglesia en el Nuevo Testamento y a esa Iglesia le dio una promesa ahí muy clara: “Yo soy tu sanador”.

Fíjate que es algo personal entre Dios y su pueblo. El quiere ser el médico de su pueblo, el pueblo de Dios es una propiedad privada, exclusiva de Dios y El es muy celoso con esa propiedad y quiere ser responsable de cuidar y guardar a ese pueblo. Dios realmente se siente contento y gozoso cuando nosotros sentimos eso y venimos a El y dependemos de El para todas las cosas.

ANHELA SERVIR A DIOS

Naturalmente que hay ahí ciertos requisitos muy importantes y entonces El es el sanador. ¿Para quién? Para los que están dispuestos a guardar Su Palabra y todos sus mandamientos, todos Sus preceptos, para esos que oyen con sinceridad, con profundo cuidado y reverencia Su Palabra. Para esos, EL promete ser Su médico. Gloria al nombre de Jesucristo. Es decir, que todo el que es creyente, que realmente se ha convertido al Señor, que profundamente anhela servirle a Dios de corazón y en todo agradarlo tiene una promesa de que El quiere ser su médico único y exclusivo.

Bueno, eso es un privilegio grande. Nunca trataremos, ni de avergonzar, ni de desprestigiar la ciencia de la tierra, ni a los médicos, pues algunos son tan sacrificados y tienen tanta sinceridad para los enfermos, pero tienen sus limitaciones, y no hay doctor en medicina que no acepte esto de que tiene limitaciones. Ellos no lo pueden todo. Se equivocan. Hay cosas que son imposibles para ellos. Pero, este médico de quien estamos hablando, con El todo es posible. Ahí no hay limitaciones, ahí no hay fallas, ahí no hay engaño de ninguna clase. Todo con El es posible y fácil para los que creen.

Ahí vendríamos a una pregunta muy importante, que no la vamos a contestar ahora, pero la vamos a dejar en el ambiente para que sean ustedes quienes la contesten al final del estudio. ¿Será entonces necesario que nosotros los creyentes de Jesucristo vayamos a la ciencia médica a buscar sanidad para nuestros cuerpos? Luego van a dar una contestación a esta pregunta.

PROMETE QUITARA TODA ENFERMEDAD DE EN MEDIO DE TI

Pasamos a Éxodo, capítulo 23. Tomamos ahora el verso 25 que dice:

Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

Éxodo 23:25

Observa el principio; es prácticamente un a repetición del primer versículo, “ Vosotros serviréis a Jehová vuestro Dios”. Quiere decir que las promesas, según vemos hasta ahora, no son para los pecadores, ni son para aquellos que se llaman evangélicos que no hacen nada para Dios, tampoco son para las personas que no le sirven al Señor. En forma sencilla: “Si ustedes me sirven, bendeciré tu pan, tu agua y quitaré las enfermedades”. Eso está prometido ahí, no es promesa del hombre, es promesa del Dios que creó los cielos y la tierra. Acuérdate que dice la Biblia, que El es fiel y verdadero. * Ahí no hay falla, ni engaño de ninguna clase.

(Cita bíblica) Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Apocalipsis 3:14 / Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Apocalipsis 19:11

NO HABRA MUJER ESTERIL NI QUE ABORTE

Esa promesa añade algo muy importante que tiene su relación con la sanidad divina, y dice:

No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días. Éxodo 23:26

Esto tiene que ver con la sanidad divina. Hay mujeres que se enferman y abortan, o tiene un accidente, o a lo mejor el sistema interior no es perfecto, no está normal y abortan, pero el Señor dice ahí claramente que eso es parte de la promesa: “En tu tierra no habrá mujer ni estéril”. Es decir, que si la mujer es estéril, El la sana. Y si hay peligro de abortar, El es responsable de sanarla e impedir el aborto. Si esta a punto de morirse, El dice: “Completaré el número de tus días”. Completar tus días quiere decir que, debes vivir de 70 a 80 años, no menos porque esa es la promesa para esta dispensación, 70 80 años.

Todo aquel que tiene fe y sabe que está viviendo para Dios, que diariamente en sus oraciones se pone delante de Dios y abre su corazón y dice como David: “Si encuentras alguna iniquidad en mí y alguna maldad en mí que aún yo desconozca, muéstramelo para quitarla” cuando estamos abiertos para vivir limpia y santamente para Dios, Dios tiene que cumplir eso, porque es palabra de El. El está obligado a Su palabra y automáticamente eso quiere decir que el que es sincero con Dios, fiel a Dios, vive para Dios y guarda su Palabra, Dios está obligado a eso. Sea Bendito el nombre del Señor. Porque El es fiel a Su Palabra.

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Salmo 139:23 y 24

RECLAME SUS PROMESAS

Tú puedes reclamar con confianza y hacer como dice el profeta Isaías. Isaías dice:

Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis

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