Santa Teresa Benedicta De La Cruz

‘Breslavia, capital de Silesia, es una gran ciudad sobre el rio Order, puente entre el oriente eslavo y el occidente germánico. En tiempos de Edith Stein era germánica, pero con presencia de abundantes polacos y judíos. Edith nace en esta ciudad el 12 de octubre de 1891, día aquel año de la expiación, en una familia netamente judía, siendo ella la benjamina de once hermanos de los que sobrevivirían siete. Edith desciende una familia acrisolada por el fuego del amor, del sacrifico y del sufrimiento. Su padre Sigfrid Stein tiene montado un negocio de maderas, pero muere en 1893 a causa de una insolación en un viaje de trabajo, por lo que su madre se tuvo que hacer cargo del trabajo por los siguientes años.’1

Edith Stein era una mujer que nació el 12 de octubre de 1891 en Breslavia, un lugar ubicado sobre el rio Order el cual está entre el oriente eslavo y el occidente germánico. Su familia era completamente judía, la cual era purificada por el amor, el sacrificio y el sufrimiento. Era la última hija de los once hermanos que tuvieron Sigfrid Stein y Augusta Courant.Cuando su padre fallece debido a una insolación ocurrida en un viaje de trabajo, su esposa se tuvo que hacer cargo de su familia y del trabajo que mantenía el esposo, el cual era un negocio de maderas. En mi opinión, realmente debió ser espantoso perder a un padre a los dos años de edad, y que la madre tenga que ocuparse de los once hijos que tuvo, debió ser una época muy complicada no solo para la madre sino para toda la familia en general.

‘La pequeña era terca, rabiosilla; pero hacia los siete años sufrió una transformación importante: se hizo pensadora, introvertida, taciturna. Ambiciosa de libertad y con pasión de saber. En toda su primaria siempre fue la primera de la clase, sin embargo, como a los trece años le sobreviene una crisis de cansancio y tiene que dejar los estudios. Allá por los catorce años abandona totalmente la fe judaica y se interna en el oscuro túnel de la noche sin fe. Ella misma la calificará posteriormente como su etapa de ateísmo. Desde pequeña es honrada y no juega con la verdad de sí misma ni de los demás. Afirma las cosas como las siente, si bien es cierto que nunca fue militante y agresiva en su ateísmo sino profundamente respetuosa tanto para consigo misma como para con los demás.’1

Edith Stein fue una niña de decir lo que siente y como lo siente, era una niña muy respetuosa y honrada con todos los que se encontraban a su alrededor. Se caracterizó por ser una pensadora, introvertida y reservada. Ella fue muy inteligente es por eso que siempre fue la primera de su clase, sin embargo, cuando tenía 13 años dejo los estudios por un tema de cansancio. En mi opinión, ella no debió dejar los estudios ya que era muy pequeña para poder dejar de aprender cosas nuevas de la vida. Al año siguiente decide abandonar su fe judaica, por el contrario, decide ser atea. Yo creo que ella era libre para escoger en lo que ella quería creer, una persona no puede ser obligada a creer en algo que realmente no creen, por más que sus padres y familia si lo crean.

‘En enero de 1933 los nazis llegan al poder. Edith Stein, como todo judío, no puede ya realizar actividades públicas. Edith Stein ha tomado enseguida conciencia de la situación y de su papel en ella: llevar la cruz por y con su pueblo. Por si puede hacer algo quiere conseguir una audiencia con el Papa para pedirle una encíclica sobre el tema, al no conseguirle decide escribirle una carta. En respuesta, obtiene una bendición para su familia. Entre tanto, Edith Stein ingresa en el Carmelo. Parece ser que ya anteriormente, mientras se dedica a la docencia, hace un intento hacia el Carmelo en 1932. A pesar de su ímpetu y sus anhelos por la clausura y el silencio amoroso del Carmelo, siempre fue fidelísima a sus directores. El 30 de abril de 1933 fue a la Iglesia

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