TALLER SOBRE EL PERDON
Enviado por • 24 de Mayo de 2013 • 909 Palabras (4 Páginas) • 692 Visitas
TALLER SOBRE EL PERDON
DINAMICA:
Tiempo: 10 minutos
Tamaño del grupo: cualquiera
Materiales: un diccionario (u otro libro voluminoso) para cada persona.
Dale a cada persona un libro voluminoso, como por ejemplo, un diccionario. Pídeles que sostengan el libro a la altura de sus hombros con los brazos completamente extendidos. Cada persona debe sostener el libro todo lo que pueda. Cuando empiecen a bajar los brazos por el peso, pregunta:
¿Fue difícil sostener el peso levantado?
¿Cómo te sentiste cuando el libro empezó a parecer más y más pesado?
¿En qué se parece esto a la manera en que te sientes cuando has hecho algo indebido contra alguien más, pero no has pedido perdón por tus acciones?
¿Cómo te sentiste cuando pudiste bajar el libro?
¿En qué se parece esto a lo que sientes cuando te han perdonado por algo que le hiciste a alguien?
DESARROLLO DEL TEMA:
Pocas veces somos ofendidos; muchas veces nos sentimos ofendidos.
¿Qué es perdonar?
1. Perdonar es abandonar o eliminar un sentimiento adverso contra el hermano.
Reflexión:
¿Quién sufre: el que odia o el que es odiado? El que es odiado vive feliz, generalmente en su mundo. El que cultiva el rencor se parece a aquél que agarra una braza ardiente o al que atiza una llama. Pareciera que la llama. Pareciera que la llama quemara al enemigo; pero no se quema uno mismo. El resentimiento sólo destruye al resentido.
El amor propio es ciego y suicida: prefiere la satisfacción de la venganza que el alivio del perdón. Pero es locura odiar: es como almacenar veneno en las entrañas. El rencoroso vive una eterna agonía.
No hay en el mundo fruta más sabrosa que la sensación de descanso y alivio que se siente al perdonar; así como hay fatiga más desagradable que la que produce el rencor. Vale la pena perdonar, aunque sea solo por interés, porque no hay terapia más liberadora que el perdón.
No es necesario pedir perdón o perdonar con palabras. Muchas veces basta un saludo, una mirada benevolente, una aproximación, una conversación. Son los mejores signos de perdón.
A veces esto sucede esto: la gente perdona y siente el perdón; pero después de un tiempo, renace la aversión. No asustarse. Una profunda necesita muchas curaciones. Vuelve a perdonar una y otra vez hasta que la herida quede curada por completo.
Ejercicios de perdón:
1.- Ponte en el espíritu de Jesús, en la fe. Asume sus sentimientos. Enfrenta (mentalmente) al “enemigo” mirándolo con los ojos de Jesús, sintiéndolo con los sentimientos de Jesús, abrazándolo con los brazos de Jesús como si “fueras” Jesús.
Concentrado, en plena intimidad con el Señor Jesús (colocando el “enemigo” en el rincón de la memoria), di al Señor:
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