Vivir Con Proposito

Vive con propósito

Muchos son los planes en el corazón del hombre, pero son los propósitos del Señor los que prevalecen. Proverbios 19:21

La mayoría de las personas luchamos con tres asuntos básicos en nuestra vida:

La primera es identidad: ¿Quién soy?

La segunda es importancia: ¿Importo yo?

La tercera es impactar: ¿Cuál es mi lugar en la vida?

Fuimos planeados para agradar a Dios, creados para ser como Cristo, formados para servir a Dios y hechos para una misión.

Estos son los propósitos esenciales de Dios que debemos cumplir aunque hay muchas cosas buenas que podemos hacer con nuestra vida. Una vez que conocemos lo que Dios quiere que hagamos, la bendición viene al ponerlo en práctica.

Desafortunadamente, es fácil distraernos u olvidarnos de lo que es importante. Es fácil desviarse de lo que es relevante y salirse del curso poco a poco. Pero para prevenir esto, debemos desarrollar una declaración de propósito para nuestra vida y revisarla regularmente.

¿Qué es una declaración de propósito?

Es un resumen con nuestras propias palabras de los propósitos de Dios para nuestra vida; fuimos planeados para agradarlo, creados para ser como Él, formados para servirle y hechos para una misión.

En la declaración indicamos la dirección de nuestra vida. Si escribimos nuestros propósitos, nos esforzaremos en pensar específicamente en el camino de nuestra vida. Esta declaración de propósito no sólo aclara lo que proponemos hacer con nuestro tiempo, vida y dinero, sino que también insinúa lo que no haremos.

En la declaración definimos lo que es el éxito para nosotros. Manifestamos que es lo que consideramos importante.

En la declaración clarificamos nuestros papeles. Tendremos papeles distintos en diferentes etapas de nuestra vida, pero nuestros propósitos nunca cambiarán. Son más grandiosos que cualquier papel que desempeñemos.

En la declaración de propósito expresamos nuestra forma, la manera única en que Dios nos hizo para su servicio.

Tomemos el tiempo necesario para escribir la declaración de propósito de nuestra vida. No tratemos de completarla de una sola vez, ni aspiremos a hacerla perfecta en el primer borrador; sólo escribamos nuestros pensamientos tan pronto como nos lleguen. Siempre es más fácil corregirla que crearla.

Algunas preguntas importantes de la vida que debemos considerar al preparar la declaración de nuestro propósito son las siguientes:

1.- ¿Cuál será el centro de mi vida?

Podemos centrar nuestra vida alrededor de nuestra carrera, de nuestra familia, de un deporte o diversión, dinero, entretenimiento o muchas otras actividades. Todas buenas, pero ninguna de estas basta para sostenernos cuando la vida comience a despedazarse. Necesitamos un centro inconmovible.

Realmente cualquiera que sea el centro de nuestra vida, constituye nuestro dios. Con minúscula claro. Cuando invitamos a Jesús a ser el Señor de nuestra vida pasa a ser el centro, pero debemos mantenerlo allí mediante la adoración.

¿Como sabemos cuando Dios es el centro de nuestra vida?

Cuando así es; lo adoramos, cuando no, nos preocupamos. La preocupación es la luz que nos advierte que empujamos a Dios a un lado. Cuando lo ponemos de nuevo en el centro tendremos paz otra vez.

La Biblia en Filipenses 4:7 dice: “Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.

2.- ¿Cuál será el carácter de mi vida?

¿Qué clase de persona seremos? Dios está más interesado en lo que somos que en lo que hacemos. El carácter lo llevaremos a la eternidad, nuestra carrera no. Podemos hacer una lista de las cualidades del carácter que queremos desarrollar en nuestra vida comenzando por las de Jesús, nuestro mejor ejemplo.

La Biblia dice en 2 Pedro 1:5 “Esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios, a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.

No debemos desanimarnos, ni rendirnos cuando tropecemos. Requiere una vida entera forjar un carácter como el de Jesús.

3.- ¿Cuál será la contribución de mi vida?

En qué vamos a servir conociendo nuestra combinación de habilidades, nuestro corazón, nuestra personalidad, nuestras experiencias, la formación espiritual, las oportunidades, nuestros recursos y nuestros antecedentes (es lo que hemos aprendido de lo que hemos vivido)

¿Cuál será nuestro mejor papel sirviendo? Aunque fuimos formados para servir a otros, consideremos que ni Jesús satisfizo las necesidades de todo el mundo mientras estuvo en la tierra. Tenemos que escoger a quienes podemos ayudar mejor, basado en nuestra forma, cada

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