Vivir solo
Enviado por razr • 9 de Agosto de 2013 • Tutorial • 28.107 Palabras (113 Páginas) • 324 Visitas
Relato 1
Las separaciones siempre son traumáticas, la mía, sin llegar a extremos, también. El proceso posterior en el que te tienes a acostumbrar a vivir solo, la soledad, a mi me gustó, a otros la casa se le viene encima, en esas estaba, mis primeras vacaciones de verano separado en el apartamento de mi familia, de la mía, no de ella, que estuviera a nombre de mi madre evitó que ella pudiera poner las zarpas en esta propiedad, lo demás lo tuvimos que repartir, asombrosamente decidió no quedarse a vivir a nuestra casa lo que sirvió para que la vendiéramos y repatriaremos a partes iguales, económicamente no me salió tan mal la jugada. Solo la pensión para mis hijos que ya son mayores pues hace un par de años superé los 50.
A pesar de que adoptar a Negro, nuestro chucho, fue personal empeño de mi esposa pronto quedó claro que a ella en su nueva vida el perro le sobraba, yo le había pìllado cariño así que me quedé con el, me hacia compañía y le pagaba a un joven vecino para que le paseara y cuidara cuando por viajes o trabajo yo estaba ausente.
Y aquí me tenéis, en un parque de las afueras de una conocida localidad costera sureña paseando a Negro junto Petra mi vecina, la kioskera de la urba, cuarentona separada, que al tanto de mi situación parece que me tiene la hora del paseo pillada y siempre coincido cuando pasea a su perrita Luci. Afortunadamente solo fueron dos o tres días, cuando Petra, que se ponía muy zalamera y me hablaba de sus urgencias y necesidades sexuales abiertamente y su búsqueda de un hombre que las colmara, eso si formalizando una relación previamente, constato mi falta de respuesta a sus insinuaciones y tuvo claro que relacionarme con ella con compromiso o sin el no estaba en mis planes mas inmediatos los encuentros nocturnos se truncaron, y su hijo Manolito, un venteañero regordete y guapetón al que veía en el parque morreandose con su novia, una chica escultural y delgada no muy agraciada de cara pero de tetas pitoneras, grandes y hermosas que llamaban la atención en un cuerpo tan flaco, era el encargado de darle a Luci su paseo nocturno.
Una noche me encontré a Manolito rondando unos parterres del parque donde Luci se había metido a olisquear, Negro, con las orejas de punta, había tirado de la correa hasta que lo solté y también se había perdido entre los setos.
Manolito me saludo y me dijo que su madre lo iba a matar que Luci estaba en celo y le había ordenado encarecidamente no le permitiera aparearse con ningún chucho, el caso es que cuando entramos en los setos Negro ya estaba montando a Luci, Manolito se lo tomo con filosofia:
-¡Que coño¡ ¡que disfruten! –y los animales a tenor de los gemidos y ladridos eso es lo que hacían.
No se si fue el tiempo que llevaba sin sexo o que pero estar mirando como los perros follaban allí entre los parterres me excitó y me provocó una erección, que a pasear de la poca luz, era visible bajo mis pantalones de deporte.
Manolito reparó al instante en ello y me hizo el comentario:
-Parece que te has empalmao ¿no? –me dijo sonriendo.
Yo intente excusarme pero el le quito importancia al asunto
-Yo también me empalmo con nada
El caso es que Manolito desde que apreció mi empalme se acerco mas a mi y sus palabras casi eran susurradas en mi oído, a los pocos minutos me sorprendió con una pregunta directa e imprevista:
-¿Quieres que te haga una paja?
A pesar de mi inicial sorpresa de hetero divorciado le conteste con un escueto:
-Vale
Y la polla se me puso mas dura aun, de adolescente me había hecho pajas delante de mis amigos y uno de ellos, aficionado a las pollas ajenas, me había hecho algunas pajas, hasta ahí se reducía mi experiencia con personas de mi mismo sexo pero desde que formalmente me había separado de mi esposa tres meses atrás mi vida sexual se reducía al onanismo.
Manolito bajó mis pantalones de deporte y observó mi polla tomándola con la mano.
-Es bonita –me dijo y empezó el familiar vaivén de la paja.
Los dos de pie mirando a los perros follar pegados, el a mi izquierda un poco mas adelantado, me la pelaba con la mano derecha mientras creo que hacia lo propio con su polla y la mano izquierda, el también llevaba un pantalón corto de deportes con cintura elástica, así que conforme me fui calentando con su paja y sus gemidos de gusto comencé a sobarle las nalgas, sobre el pantalón primero, sobre la piel después, manoseandolo, pasando los dedos por el surco de sus nalgas y jugueteando en la entrada de su culo sin que no solo opusiera la mas mínima oposición sino que aumentaba la frecuencia de sus gemiditos de gusto.
Era sin duda un encuentro tremendamente morboso entre un joven y un maduro, mi calentura iba en aumento, pronto la leche de mis pelotas saldría disparada así que me anime y le propuse:
-¿Manolito por que no me la chupas que estoy para correrme?
Manolito puso como reparo que el no la había mamado nunca que solo había hecho algunas pajas, yo le dije que si le gustaba hacer pajas seguro que le gustaba mamarla y Manolito así lo reconoció, ahí se acabaron sus pegas, se puso en cuclillas ante mi y mientras se la meneaba me comenzó a chupar la polla y a engolosinarse amorrandose a ella y mamándola toda y yo con la calentura le daba follada de boca sin que Manolito se quejara lo mas mínimo así que cuando llegó la hora de correrme tome la cabeza del muchacho con fuerza le metí la polla hasta la garganta y le solté una torrencial corrida que Manolito tomo sin problemas cuando mareado de gusto y con los primeros síntomas de remordimiento por haber sido mamada mi polla por otro hombre separe mi polla de su boca pude ver como su verga goteaba aun leche de su corrida reciente.
Nos despedimos los dos un poco cortados, al día siguiente vi a Manolito con su novia en el chiringuito de la playa, cuando le sonreí como respuesta a su saludo la tensión de su cara desapareció y me saludó cariñosamente, también me presentó a su novia Nuri que a pesar de no ser agraciada de cara, demasiado angulosa, volvía las miradas de jóvenes y mayores luciendo su bikini blanco, sus tatuajes y sus poderosas tetas, también llamaba la atención su trasero sobresaliente. Les invité a unas cervezas y hablamos de todo un poco, al rato me despedí, no soporto las horas de mas calor en la playa, prefiero la siesta y la lectura, Nuria que trabajaba en una tienda de regalos y souvenirs también dijo que tenia que arreglarse para ir al trabajo.
Serian sobre las 6 de la tarde, me estaba tomando un whisky de malta y leyendo una novela policiaca cuando sonó el timbre de la puerta de entrada al edificio, era Manolito, quería hablar
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