Desarrollo De Un Tema De Investigación Sobre Un Subcampo De La Educación A Distancia
Enviado por espuma10 • 2 de Diciembre de 2011 • 2.898 Palabras (12 Páginas) • 1.123 Visitas
Desarrollo de un tema de investigación sobre un subcampo de la educación a distancia
Introducción
Como sabemos, en la educación a distancia el papel del docente es como mediador del aprendizaje y como facilitador de las mediaciones tecnológicas, de la producción académica y de la evaluación del resultado del proceso de aprendizaje. El estudiante se debe apropiar del proceso de formación y de su relación con el objeto de aprendizaje, la función y se complementa con la función del docente antes mencionado para servir como apoyo y nunca como obstáculo (Pérez Fragoso, C., J. Favela Vara, G. López Mariscal y L. McAnally-Salas, 2005).
Estos cambios en los roles de los personajes se dan gracias al acelerado proceso de desarrollo en cuestiones de tecnología aprovechadas en el campo de la educación. Es una realidad indiscutible a la que no podemos cerrar los ojos porque seguirá avanzando y nos dejará atrás aunque le demos la espalda. Es por eso que Pérez Fragoso, C., J. Favela Vara, G. López Mariscal y L. McAnally-Salas (2005), mencionan la necesidad de formar a los docentes en los nuevos roles que deben desempeñar en las diversas modalidades educativas. En la modalidad escolarizada existen coincidencias de tiempo y espacio para los estudiantes y los profesores, no así en las modalidades no convencionales, pues en éstas se puede coincidir en tiempo, pero no en espacio, o viceversa y una tercera posibilidad es que en un ambiente virtual no se coincida ni en tiempo, ni en espacio. Por lo tanto el reto es cómo gestar las relaciones educativas con estas circunstancias, haciendo que el proceso educativo se dé y que la presencia social exista.
Esto lo debemos a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) qe es de lo que hablaremos a continuación.
Desarrollo
Nuevas tecnologías de la información y la comunicación
Este subcampo fue elegido por su acción compleja en la educación y la comunicación dado que en la actualidad llamamos moderno a todo lo que opera con tecnología, que va ligado fuertemente con el desarrollo capitalista de la economía y que lo centraliza como valor supremo de la vida social hasta un punto en el que todas las actividades y sus propios efectos son considerados como productos económicos.
Esto nos pone a pensar en la importancia de las políticas que se deben crear para regular el uso de los medios tecnológicos con fines educativos y de criterio económico que esté al alcance de todos fortaleciendo la universidad pública (Espitia, 2010).
No podemos negar el auge cada vez mayor de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en las diferentes esferas de la sociedad a escala mundial. El magnífico desarrollo de la ciencia y la tecnología ha llevado a la sociedad a entrar al nuevo milenio en lo que se ha llamado “era de la información” e incluso se habla de que formamos partes de la “sociedad de la información”. Sin lugar a dudas, estamos en presencia de una revolución tecnológica de alcance insospechado (Hefes, 2011).
Insospechado porque cuantos avances no hemos visto, lo que se creía inalcanzable lo estamos consiguiendo, robots que solo figuraban en la ciencia ficción están cada vez más presentes en la realidad a ser construidos, telas invisibles conformadas por nanofibrillas fotoreactivas que mimetizan como el camaleón, y porque no, algo más sencillo como estudiar vía internet. Ya tenemos el e-learning que es completamente en línea, tenemos el blended learning que es una combinación de las dos modalidades, la presencial y la virtual y tenemos el m-learning que es usando los dispositivos móviles para aquellas personas que en su vida ajetreada llevan consigo a todas partes su tablet o su Smartphone por mencionar algunos.
La implantación en la sociedad de las "nuevas tecnologías" de la comunicación y de la información, está produciendo cambios insospechados respecto a los originados en su momento por otras tecnologías, como la imprenta y la electrónica. Sus efectos y alcances, no sólo se sitúan en el terreno del cambio constante en el acceso a la información y la comunicación, y no deben
juzgarse apresuradamente como innovaciones sin relación aparente, ya que forman parte de un proceso cultural de gran escala que provoca cambios en la estructura social, económica, laboral, jurídica, política, educativa y por tanto capaz de afectar la propia estructura de la educación. Su potencial no recae completamente en la captación de la información, sino en la posibilidad que tiene de manipularse, almacenarse o distribuirse (Espitia Vásquez, Uriel, 2010).
¿Pero porqué las llamamos “nuevas”? porque superan a sus ancestros por ejemplo el teléfono que es del siglo pasado, ahora usamos telefonía móvil, es decir, se les asocia fundamentalmente porque en todos ellas se distinguen transformaciones que erradican las deficiencias de sus antecesoras y por su integración como técnicas interconectadas en una nueva configuración física.
La amplia utilización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en todo el mundo, ha traído como consecuencia importantes cambios en la economía mundial, particularmente en los países más industrializados, sumándose a los factores tradicionales de producción para la generación de riqueza un nuevo factor que resulta estratégico, este es el conocimiento. Es por eso que ya no sólo se habla de la “sociedad de la información”, sino también de la “sociedad del conocimiento”. Sus efectos y alcances sobrepasan los propios marcos de la información y la comunicación, y además trae modificaciones en las estructuras políticas, socio-económicas y jurídico-laborales debido a que posibilitan obtener, procesar, manipular y distribuir con rapidez la información (Hefes, 2011).
El impacto social de las tecnologías citadas anteriormente impacta muy de cerca al sector educativo generando alteraciones en las formas tradicionales de enseñanza – aprendizaje. Se pueden distinguir tres grupos de instituciones escolares: Las que poseen los recursos económicos para adquirir la tecnología y un desarrollo profesional de sus docentes que les permita llevar a cabo una verdadera transformación en la forma de enseñar; las que aún teniendo la posibilidad de adquirir la tecnología carecen de un espacio preparado para darle un correcto uso educacional; y finalmente la gran mayoría de instituciones que no cuentan con los recursos económicos para renovar su parque tecnológico al ritmo que impone el desarrollo de este.
Si el panorama continúa como hasta ahora, con el avance incesante de la tecnología que no parece tener freno, el reto de los centros educativos será el prepararse como institución y formar a su vez a sus educandos
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